sábado, 2 de diciembre de 2023

El encallamiento y salvamento del vapor “Limarí”

 



El 07 de junio de 1919, a las 5.30 am encalló frente a las costas de la Caleta, actual distrito, de “Santa Rosa” (por aquel tiempo, jurisdicción de Puerto Eten) el vapor “Limari” de propiedad de la C.S.A.V (Compañía sudamericana de vapores) de Chile. Traía a bordo carga y varios cajones de dinero en efectivo. Según los informes, la causa del encallamiento fue un error por falta de pericia del piloto de la nave. Tras el encallamiento del vapor “Limarí”, según el diario El País de Chiclayo del 30 de enero de 1920, una compañía de seguros compró el cargamento de sus bodegas y procedió a desembarcarlo. En el proceso contribuyeron pobladores de Santa Rosa contratados para tal fin. Antes de eso, parte de los enseres de la nave fueron saqueados. El vapor “Limarí” no era ajeno en nuestras cosas. Medios de información de Lima, Chiclayo y otras ciudades del país, consignan publicidad constante de la compañía propietaria del vapor y de la embarcación como parte de la línea de Valparaíso a Panamá “con escala en Coquimbo, Antofagasta, Iquique, Arica, Mollendo, Callao, Salaverry, Pacasmayo, Eten, Paita y Panamá”.



La Revista Variedades de Lima, en una de sus ediciones de junio de 1919, refiere el hecho en los siguientes términos “una nota sensacional de los últimos días ha sido el encallamiento del vapor chileno Limarí frente a la caleta de Santa Rosa, siendo auxiliado oportunamente por el barco peruano Mantaro (que regresaba de Panamá con dirección al puerto del Callao) y por los remolcadores de la firma comercial, también peruana, de la Vda. De Piedra e hijos, de Eten”. En otra de sus ediciones, el 27 de diciembre de 1919, señala “… la posición en que quedó el barco y la falta de elementos necesarios para el salvamento hicieron que poco a poco fuera perdiéndose por el embate de las olas. Felizmente, ahora, se trata de salvar la nave y para el efecto se han llevado todos los elementos indispensables para esta obra. El barco permanece encallado frente a la caleta de Santa Rosa, cerca de Eten, y ha podido hacérsele recobrar su posición primitiva. Quizás dentro de poco tiempo podrá ser reflotado el buque y puesto en servicio activo. Las familias de Puerto Eten (Santa Rosa y otros lugares cercanos) aprovechando estas circunstancias acostumbran llevar a cabo paseos dominicales al barco naufragado, dada la poca distancia que lo separa de la playa. Estos paseos son muy pintorescos…”.



Las referencias al encallamiento y las metáforas y curiosidades surgidas a raíz de este hecho se han prolongado en el tiempo. El imaginario popular lo ha referido hacer comentarios y comparaciones diversas. Por ejemplo, el periódico “Ahora” de Chiclayo del 26 de agosto de 1934, presenta una crónica sobre el distrito de Santa Rosa denominando a la antigua caleta como “Reina de los chiclayanos” y refiriendo el incidente del “Limarí” con mucho sarcasmo para hacer burla del señor Mariano Pagador (candidato y político de aquel entonces) poniendo en su boca las siguientes palabras “cuando yo sea senador haré que se eche a pique un barco mensualmente, pero un barco más grande que el Limarí”. Otra metáfora de corte político la publicó en semanario “El diablo predicador” de Chiclayo del 21 de junio de 1919 (a 14 días del hundimiento) señalando “ROMPE CABEZAS - ¿saben ustedes en qué se parece el actual gobierno al vapor Limarí? Porque tiene que encallar indefectiblemente el 16 de agosto”.



Los antiguos santarroseños refieren que el hundimiento del vapor ocurrió debido al estado de embriaguez de sus tripulantes; que entre los enseres antiguos de muchas familias del distrito existen muebles saqueados de la embarcación; que muchos varones de la caleta participaron en el rescate de los pasajeros y que la embarcación siniestrada fue visitada en muchas oportunidades por pobladores y curiosos de muchas ciudades del Perú.

 

 

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