jueves, 24 de noviembre de 2022

Campaña contra la Inmigración de chinos y japoneses (“invasión asiática”) en Chiclayo de 1930

 

Noticia en bisemanario CRÍTICA de Chiclayo

del 10 de octubre de 1930

Concluido el gobierno de la “Patria Nueva” (1919 – 1930) y derrocado Augusto B. Leguía por el golpe de estado encabezado en Arequipa por Luis M. Sánchez Cerro, se inicia un movimiento de persecución fascista en todo el Perú. Parte de la oligarquía peruana, los antiguos enemigos de Leguía y, entre ellos, muchos de los perseguidos miembros de los recientemente creados partidos políticos de masas (Partido Aprista Peruano y Partido Socialista) se unieron a dicha campaña. Sus ideas de corte nacionalista, propusieron en síntesis las siguientes medidas: la nacionalización de la enseñanza, la nacionalización del clero, la organización obrera, la extensión cultural, el deportivismo, la separación de la Iglesia y el estado, la ley del divorcio, el periodismo independiente e insubvencionable, la socialización de la tierra y el imperio de la moral. En Chiclayo y el departamento de Lambayeque, las manifestaciones fascistas más notorias fueron la “Campaña anti – Weiss” (emprendida contra el educador alemán Karl Weiss por su nacionalidad, carácter y estilo de liderazgo) y la “Campaña contra la invasión asiática” sobre la cual desarrollaremos los párrafos siguientes.

Se consideró, según el bisemanario “Crítica” de Chiclayo del 10 de octubre de 1930, a la inmigración asiática (china y japonesa) como “el cáncer amarillo”, considerándola un flagelo (principalmente chino) y fundamentando la campaña, además, como una medida preventiva contra el imperialismo japonés “que tiene acogotados a los más amplios sectores del comercio minorista”. El mismo medio refiere a un comunicado emitido por un chiclayano anónimo, pero firmado por el “Comité purificador y sanador del país”. El medio de prensa salvaguarda el nombre del autor, aunque manifiesta que “nos hubiera satisfecho muchísimo más si su autor, que nosotros conocemos, la hubiese firmado con su propio nombre en lugar de estampar la impersonal y ancha y vaga frase de Comité Purificador y Sanador del País”.

Chiclayo, 1952. Equipo de baseball de la Sociedad Japonesa
de Auxilios Mutuos en el Colegio Manuel Pardo.
Foto: Javier Suzuki.

El texto de dicho comité, dirigido al presidente de la república, intenta justificar una persecución contra los ciudadanos asiáticos afincados en el Perú. El documento, es también una invocación a los peruanos a interiorizar y asumir como suya esta campaña, con el lema de “El Perú para los peruanos” y con un llamado e invocación general: “Hagamos de nuestro suelo un lugar de hombres fuertes. Peruanos, cooperar de esta manera a levantar nuestra querida patria, tantos años caída ¡A la obra!”.

Chinos en Pomalca (s.a/s.f)
Foto: Orlando Alarcón León.

Los principales argumentos, que transcribo guardando estrictamente su literalidad, son una muestra del nacionalismo exacerbado que las ideas políticas de aquel tiempo inspiraron en gran parte de la población:

El primer párrafo es un recordatorio de la antigüedad migratoria de los asiáticos en nuestro país. Sin embargo, obvia mencionar la indigna contrata que redujo a chinos y japoneses a una condición de semiesclavitud y el sufrimiento y esfuerzo diario de dichos ciudadanos por mejorar de manera creativa su calidad de vida. “Hace muchos años que nuestra querida patria se haya invadida por una numerosa colonia de chinos y japoneses. Hace mucho tiempo que dentro de nosotros se encuentra, con la venia de los regímenes anteriores, numerosos de estos individuos que llegan a nuestro terruño, pobres sin más miras que explotar a la clase menesterosa”.

Acusan a los ciudadanos asiáticos, a continuación, de corromper “a nuestras niñas”. No dicen de que manera, no refieren un caso en particular. Para la elaboración del presente artículo, he revisado en medios de prensa de la época y no he podido encontrar información alguna que denuncie algún acto obsceno o denigrante de algún ciudadano asiático contra niñas de nuestra ciudad y departamento. Infiero que la siguiente versión guarda relación con el carácter y la exigencia en el trabajo que imprimían los comerciantes asiáticos en sus negocios “La mayoría de los asiáticos corrompen a nuestras niñas, escudados en la muy noble carrera del comercio es que encuentran apoyo para cometer sus iniquidades quedando la mayoría de las veces impunes”.

El autor del comunicado acusa a los comerciantes asiáticos de malas prácticas y estafa; dichas acusaciones eran comunes de parte de comerciantes nacionales molestos por la prosperidad sostenida de los asiáticos a quienes consideraban como una competencia poco digna por su nacionalidad y la prosperidad “mágica” que no ligaban solo a su esfuerzo. “Como explotadores llegan al colmo, el peso con que venden por menor nunca es legal, la adulteración de los artículos de primera necesidad es en ellos cosa muy práctica”.

Critican y acusan a los comerciantes asiáticos de no pagar impuestos y tributos. En la búsqueda realizada no encontré ninguna norma que exceptúe a dichos ciudadanos del pago al erario nacional o a las instituciones locales. La evasión del pago de impuestos y tributos es una muy mala costumbre desde antiguo. En todo caso, los nacionales también incurrieron (e incurren) en dicha práctica ilegal. “Al erario nacional no le dejan nada mientras se encuentran en el país. Ellos están exceptos de todo, llegan al Perú en la más completa miseria y al poco tiempo regresan a su patria a fomentar negocios con el dinero que han conseguido de los bolsillos de la clase pobre”.

Refieren un hecho real, la existencia de fumaderos de opio y la práctica de la rifa china (chifatay). Esto ya había sido denunciado desde la primera década del siglo XX e inclusiva fue motivo de una “Campaña moralizadora” emprendida por los medios de comunicación de la época, entre ellos los periódicos “El Departamento” y “El Republicano” de Chiclayo. Sobre el contrabando de alcaloides, es un hecho posible a pesar de la existencia en Chiclayo de un Estanco de Opio creado por el gobierno desde inicios del siglo XX. “Los grandes ingresos que han tenido en estos tiempos con el juego, dejando de hambre a muchísimos hogares, los innumerables contrabandos de alcaloides, los fumaderos, son los únicos beneficios que nos han reportado”.

El sistema de abaratamiento empleado por los comerciantes asiáticos es usado como una acusación convirtiéndolo en la razón de la quiebra de los empresarios nacionales y de la prosperidad de los negocios de orientales. “Son individuos maleantes en todo orden de cosas, siempre van contra el industrial nacional, con su sistema de abaratamiento, sin exactitud de peso, para engañar al público consiguen en muy poco tiempo el aumento enorme y desmedido en sus negocios”.

El comunicado incluye una falsedad: “En ningún país que está en verdadero estado de civilización, permiten inmigrantes chinos ni japoneses”. En el artículo “chinos fronterizos: Cotidianidad y conflictos de inmigrantes chinos en Tacna y Arica (1904-1929)” (Palma & Maubert, 2021) se aclara las diferencias entre las políticas migratorias de Perú y Chile con respecto a los inmigrantes asiáticos: A diferencia de Perú, el gobierno chileno nunca decretó la prohibición legal de los inmigrantes asiáticos al país. Si bien el ejecutivo nunca tuvo una determinación de prohibirla, se intentó controlar mediante la implementación de medidas restrictivas. Por ejemplo, en 1914 el gobierno comenzó a exigir certificado de salud, al año siguiente estableció un precio de 10 libras por las solicitudes de visa en sus consulados en Asia, mientras que a otros inmigrantes ni siquiera se les solicitaba pasaporte. En 1921, a estos requisitos se agregó un depósito de US$185 dólares con el fin de proveer el posible regreso del portador a China. A ello se sumó la imposición de cuotas de inmigración, que para 1917 alcanzaba los 90 por año, aunque las protestas llevaron a que en los años siguientes esta cuota fuera en disminución. Pese a estas trabas, no existió una prohibición de su ingreso al país, a diferencia de lo que sucedía en Perú”. Entonces, hubo más trabas en Perú para la migración y condiciones de residencia para los ciudadanos asiáticos de las que hubo en Chile u otros países de América del sur. El “llamado” que se hace a la ciudadanía es oprobioso “Se necesita que todos nosotros, los padres de familia, en bien de nuestra raza, de nuestros semejantes y de nuestra patria, imitemos el ejemplo de nuestros vecinos del sur y deparemos (depuremos) de esta raza al país”; la decantada idea de “depuración de raza” que plantea el comunicado es indigna de cualquier trato humano.

Considero que esta campaña muestra la percepción de un sector de la población con respecto de los ciudadanos asiáticos; sin embargo, dicho sector no fue representativo de la opinión mayoritaria. Los ciudadanos chinos y japoneses han aportado crecimiento, creatividad y responsabilidad al carácter de nuestra cultura; además, se han integrado al proceso de mestizaje fundiendo sus valores con los nuestros y creando nuevas costumbres que hoy son nuestro motivo de orgullo y agradecimiento.

 

 

 

jueves, 10 de noviembre de 2022

La construcción del “Parque Obrero” de Chiclayo

 


Noticia publicada en periódico "Ahora" de Chiclayo del 2 de febrero de 1934.


Entre la última cuadra de la Av. Pedro Ruíz (antiguo “Barrio de las latas” o “Miraloverde”) y la Av. Sáenz Peña (antigua calle “Santa Inés”) se encuentra el emblemático Parque Obrero de Chiclayo. El lugar fue construido en la década de 1930 y su nombre es en homenaje a los obreros del departamento que, por aquel tiempo, estaban agrupados en diversos frentes, gremios y sindicatos en una época en la que recientemente (1919) se logró la jornada de 8 horas diarias de labor, recibían influencia ideológica de los dos partidos de masas (Partido aprista y Partido socialista) se recuperaban de la crisis económica mundial de 1929 y se enfrentaban a la persecución fascista de la Unión Revolucionaria, en el gobierno del estado. Es de inferir que la amplia aceptación de las ideologías de masas en el departamento, así como la influencia de la Unión Sindical de Lambayeque y de las Sociedades de Obreros constituidas en la época hayan servido de motivación a las autoridades municipales (afines con el aprismo) para la realización de dicha obra pública.

Con fecha 1 de febrero de 1934, el señor M. F. del Castillo, inspector de obras públicas, emite el siguiente comunicado a los constructores de Chiclayo: “Estando la inspección de mi cargo, vivamente interesada en la pavimentación de las calzadas, así como en la construcción del parque de la Urbanización Villa del Sol, suplico a ustedes se sirvan ordenar la traslación de los desmontes de sus fábricas a ese litoral, con el fin de que vaya adquiriendo firmeza la colocación del pavimento. No dudo que, tratándose de un punto de ornato por el que todos estamos obligados a cooperar, ha de prestarse atención a la petición que estoy formulando” (“Ahora” de Chiclayo del 2 de febrero de 1934).

Según la tradición, la zona que es materia de este estudio, fue denominada “Chiclayo chiquito”. Jorge lazo afirma que el poblamiento del lugar se produjo poco tiempo después de la abolición de la esclavitud decretada por Ramón Castilla en su segundo gobierno. “(los negros) comenzaron a emigrar abandonando Luya, Capote y Picsi para ubicarse en el poblado de Chiclayo. Los indígenas chiclayanos consideraron un peligro tal éxodo, y los caciques de Cintu y Collique optaron por detener la ola negra. ningún negro o mulato podía avanzar al seno de la población y sus viviendas se circunscribían a los terrenos de afuera” (lazo, 2007). Estos terrenos de afuera eran la “forastería”. La zona que actualmente ocupa el Parque Obrero fue también conocida como “Miraloverde” y su nombre oficial (según registros municipales) fue “Villa del Sol”.

Las mismas versiones refieren la existencia de una pampa que, debido a las edificaciones que se fueron realizando, se hizo de forma circular donde se sembraron jardines de girasoles y, en el centro, se colocó una Cruz de color verde (similar a la Cruz de Pimentel, que se encuentra en el centro del malecón) al estilo de “las cruces de viajeros”. Actualmente dicha Cruz se encuentra en la Parroquia “Santísima Cruz” del jirón Leticia, al lado izquierdo de la puerta de ingreso.

Hacia la década de 1930, sobre esta misma zona, se creó la Urbanización Municipal Martínez en base al área territorial de la antigua Quinta Barsallo. El centro de la urbanización fue el Parque Obrero, con el Jirón Leticia como su calle vertebral. Comprendía desde la calle Ocho de Octubre hasta Andrés Rázuri y de Sáenz Peña a Siete de Enero.

Aunque en medios de prensa de 1937 se critica a la Junta de Notables de la ciudad de Chiclayo por su descuido al permitir el más estado de las aceras del Parque Obrero (entre otras zonas de la ciudad) el Parque Obrero es remodelado por primera vez en 1969 siendo alcalde de la ciudad don Alfredo Montenegro de la Oliva y toma su fisonomía actual gracias a la remodelación hecha durante la gestión de don Arturo Castillo Chirinos en 1992. En los alrededores de la zona se puede observar la Peluquería “El arte” con más de 60 años de antigüedad, la asociación de músicos “Santa Cecilia”, la “Casa del Maestro” de Chiclayo, el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil y la Parroquia “Santísima Cruz”. Jorge lazo afirma que “el barrio creció gracias al cuidado de sus moradores, cuyo esmero y características de responsable pulcritud ponían de manifiesto en todo momento”.

 

 

martes, 8 de noviembre de 2022

Dinámica política aprista registrada en prensa departamental de inicios del siglo XX

 



La década de 1920 implica también la fundación de los partidos políticos de masas en el Perú. Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del APRA, y José Carlos Mariátegui, fundador del Partido Socialista, cobran notoriedad por su liderazgo basado en una interpretación propia y auténtica de la realidad nacional y la crisis de la oligarquía como poder fáctico desde el inicio de la república. A continuación, brindaré información recopilada de periódicos lambayecanos de las primeras cuatro décadas del siglo XX que refieren a la dinámica política del aprismo en nuestro departamento. La información es una selección; existe mucha más información de índole cultural, económica y de acción fiscalizadora de las autoridades municipales y gubernamentales en nuestras provincias. Nuestro enfoque ha sido solo las relacionadas con el quehacer político del denominado “partido del pueblo” en nuestra región.

En la década de 1920, el aprismo contaba con células visibles y comités orgánicos con dirigentes elegidos de manera democrática en casi todos los distritos del departamento. La "CRÍTICA" de Chiclayo del 30 de noviembre de 1929, da a conocer la lista de la Cédula (sic.) Central del Departamento de Lambayeque del APRA, encabezada por Juan José Lora como Secretario General, Medardo Revilla como Secretario de Propaganda y Redacción, Nicanor de la Fuente como secretario del Exterior, Dr. Manuel Senmache Sánchez como secretario departamental de propaganda y, entre otros dirigentes a Américo Manay, Víctor Mendoza, Armando Miranda, Julio Rodríguez, Luis Sialer, César Montoya, Álvaro Zumarán, Otón Manay, Eleodoro Amorós, José Bracamonte, Roberto Barboza, Dr. Néstor Barsallo y Sres. Carril Muñoz y Figueroa.

El partido aprista, en la década de 1930, estuvo comprometida en el liderazgo de una campaña antifascista en el departamento. Un signo de dicha campaña fue la denominada Campaña anti Weiss. Mas allá de la nacionalidad de Karl Weiss, no hemos logrado identificar la razón por la cual dicha campaña antifascista se enfoca en la tarea de desprestigio de la persona del maestro alemán. El periódico aprista CRITICA en su edición del 14 de junio de 1930, impulsa la campaña anti Weiss. Se promueve un movimiento crítico de estudiantes contra maestros del colegio San José y se critica la decisión de Karl Weiss de no presentar a la Banda de músicos en algunas actividades. Los cinco periódicos apristas de la época (“La Idea”, “El Norte”, "La Hora", "Ahora" y "CRÍTICA") se manifestaron de acuerdo con esta campaña que duró, por lo menos, hasta fines de la década del 30.

El líder máximo del aprismo, visitó la ciudad de Chiclayo. El periódico "EL TIEMPO" de Chiclayo del 21 de julio de 1931, anuncia la segunda conferencia de Víctor Raúl Haya de la Torre en el Teatro Olimpo de nuestra ciudad. El mismo día la cantante italiana, de paso en Chiclayo, Ada Gobi ofreció una función artística en homenaje del líder aprista.

Fue notorio el antagonismo entre las posturas políticas aprista y comunista, también en nuestro departamento. El periódico aprista LA IDEA de Chiclayo, del 23 de agosto de 1931, publica un artículo sobre el comunismo en Pimentel. denuncia que la mañana del día 21 el distrito amaneció "con avisos políticos carentes de todo valor". Es interesante confirmar las divergencias de los argumentos aprista y comunista y la marcada violencia entre ambas posturas políticas. Se tilda al comunismo de vulgar y mentiroso. Haya de la Torre, afirma que tratan de dividir al proletariado y "...son agentes indirectos de nuestros enemigos". La crónica afirma que la única manera de librarse del yugo del civilismo es conociendo lo postulados del aprismo que da "pan y escuela dignificando tu personalidad" (sic). En síntesis, se acusa al comunismo de inculcar ideologías inaceptables y condenadas al fracaso entre los obreros de dicho distrito. En la misma edición, publica un artículo sobre el aprismo, dando a conocer su respaldo al “líder máximo” del partido (Víctor Raúl Haya de la Torre) quien había anunciado la necesidad de que las masas estén representadas en el poder. De igual manera, se da a conocer a los miembros de las Células apristas en Olmos, encabezados por Manuel Carrillo (Secretario General) y Angélica Irigoyen (secretaria de la Célula femenina) y a otros secretarios distritales. En esta misma edición, Nicanor de la Fuente (NIXA) publica un artículo titulado “A mis compañeros apristas” en el cual se identifica públicamente como miembro del partido y afirma “…nuestro partido está en condiciones de triunfar. Solo con un método científico de organización y disciplina política, como la que exhibe el APRA se puede ir al gobierno”. Bernardino Barbadil (Salas) Gregorio Rodríguez (Oyotún) Félix Castro (Nueva Arica) Carlos Monsalve (Mochumí) Juan Horna y Antonio Fernández Usquiano (Túcume). Por otra parte, se publicó un artículo de Carlos Arbulú Miranda que denota CULTO A LA PERSONALIDAD (categoría histórica) de Víctor Raúl Haya de la Torre; sobre quien afirma, “… es vocero de idealismos redentores y predicador de parábolas espirituales, porque encarna lozanías de juventud y es apóstol de doctrinas de amor, por eso ha sufrido, se le ha ultrajado, se le ha constreñido, se le ha infamado, pretendiendo enlodarlo en el asqueroso pantano de nuestra política y acallarlo en su grandiosa gesta idealista de liberar almas, de iluminar consciencias y elevar corazones”.

Otro efecto de la campaña antifascista, ocurrió cuando el partido aprista mostró su desacuerdo con las ideas políticas de la Unión Revolucionaria y manifestó su desagrado en sus medios informativos. El periódico aprista "LA HORA", dirigido por Nicanor de la Fuente (NIXA) en su edición del 11 de setiembre de 1931, refiere a la inauguración en Ferreñafe de un local de la UNIÓN REVOLUCIONARIA, partido fascista, que promovió la candidatura de su fundador el militar Luís Sánchez Cerro, quien diera golpe de estado a Augusto B. Leguía en 1930. La crónica muestra la rivalidad del APRA contra la UNIÓN REVOLUCIONARIA y una sospechosa exageración que favorecía a los primeros en contra de los sanchecerristas. Acusan que el local está en los altos de la tienda de un asiático donde instalaron una cantina, luz eléctrica, una fotografía de Sánchez Cerro y una britola. La inauguración fue el 5 de setiembre, hubo retreta y fuegos artificiales en la plaza. Los asistentes fueron obligados a firmar un acta de adhesión al parlamento en favor de Juan Vílchez. Asistieron algunos civilistas quienes participaron de la fiesta en el salón principal; mientras los pobres fueron separados de ellos en otro salón. La fiesta duró hasta las 6 de la mañana, hasta que un chongoyapano, gritó ¡Viva el APRA! y se originó una gresca descomunal. Concluye afirmando que mientras eso ocurría con los sanchecerristas, los apristas se encontraban en su local escuchando una conferencia política.

La influencia del aprismo y la aceptación de su ideología en el seno del pueblo se manifestó de las formas más diversas. "AHORA" de Chiclayo del 2 y 18 de diciembre de 1933, da cuenta de la existencia de la Peluquería APRA de Gregorio Romero. El 9 de diciembre, informa sobre la elección de la Srta. Dina Capuñay Ballena, como secretaria del comité femenino de Monsefú. El 11 de diciembre de 1933, el mismo periódico, invita a la Inscripción y reinscripción de militantes del Partido Aprista en el antiguo local partidario que se ubicó en la Calle San Marcos, hoy Torres Paz, cerca de la calle 7 de enero. En su edición del 23 de diciembre se anuncia la realización de una Cena Navideña a favor de 100 niños pobres de Chiclayo y en la del 29 de diciembre de 1933, anuncian la realización de una “Fiesta Campestre” por fin de año en la Quinta Barsallo a la que se invita a los apristas de la ciudad y se anuncia una reunión en el local del partido para su organización.

Una fotografía publicada el 7 de febrero de 1934 en el periódico AHORA de Chiclayo, lleva la siguiente descripción: "por obra y gracia del gabinete revolvedor, el aprismo ha vuelto a la clandestinidad. En esta hora grave que vive la ciudadanía, creemos oportuno recordar a Luis Heysen, el líder aprista, representante por Lambayeque, que está perseguido nuevamente. Aquí se ve a Heysen rodeado de los residenciales lambayecanos en el banquete con que fuera agasajado en el Jardín Italia de Lima, el domingo 3 de enero (de 1934)".

El periódico “CARTELES” de Chiclayo, del 18 de enero de 1946, anuncia la realización del PRIMER CONGRESO REGIONAL SINDICAL DE TRABAJADORES DEL NORTE FEL PERÚ, organizado por la Unión Sindical de Trabajadores del Departamento de Lambayeque, organización sindical fuertemente influenciada por el APRA.

Existen evidencias de actos violentos contra dirigentes y militantes apristas. El periódico “HECHOS” en su edición del 30 de junio de 1947, informa que frente al local del Partido Aprista en Chiclayo se instalaron un vehículo y un camión del cual bajó un grupo de personas que gritaban improperios y acusaciones de subversivos contra los apristas reunidos y lanzaron disparos al aire frente al local del partido y, luego, por las calles de la ciudad mientras huían. El secretario general del partido Sr. Carlos Arana Cuadra junto al dirigente Gómez Gaviño acudieron a la prefectura a realizar la denuncia viendo con sorpresa que el vehículo que vieron frente al local del partido se encontraba estacionado frente a la oficina del gobierno y era propiedad de uno de los empleados. La denuncia no fue recibida pues, cito textualmente “nada podían hacer por tener órdenes superiores”. El mismo periódico publicó la carta de renuncia del diputado Tello a su inmunidad parlamentaria, afirmando “… no desear mostrar una actitud que pudiera ser interpretada como una forma de escudarme o (como un medio indica) paralizar, estorbar o cortar el juicio en el que temerariamente se me ha envuelto”.

El 18 de agosto de 1947, la prensa local denuncia una campaña o sistema nazi a través del cual se despide a trabajadores apristas de conocidas casas comerciales como la casa Cuglievan y se exigen la intervención de la Unión Sindical de Lambayeque. Pistoleros reunidos desde el parque “Federico Villarreal” siguen el rumbo de la calle san José hasta el frontis del local del Partido Aprista lanzando disparos al aire.

Según “HECHOS” de Chiclayo del 18 de setiembre de 1948, el Senador y líder aprista Manuel Seoane, visitó sorpresivamente Ferreñafe, siendo recibido por el Sr. Manuel Carbonel, secretario del Comité aprista de dicha provincia. El objetivo de la visita inesperada fue fortalecer el comité de la provincia.

En conclusión, es evidente en información de medios de prensa departamental de una gran dinámica política del partido aprista. Se nota su desarrollo como partido político de masas con amplio respaldo popular y de todos los sectores de la sociedad lambayecana, salvo de la oligarquía departamental.

 

miércoles, 26 de octubre de 2022

El desarrollo económico del departamento de Lambayeque a inicios del siglo XX

 


                                                  

El documento “Reseña económica del Perú” (1906) realizado por Carlos B. Cisneros para el Ministerio de Fomento de Perú, aporta información diversa y de gran importancia para reconocer los avances, desarrollo y atributos logrado por el departamento de Lambayeque, en términos económicos, a inicio del siglo XX.


                                                               

                    

           
Lambayeque contaba con 2 provincias (Chiclayo y Lambayeque) y 19 distritos en 11 952 Km2, con una población de 124 091 habitantes y una densidad poblacional de 10.4 habitantes por km2. Tuvo una red de ferrocarriles que habla muy bien de su industrialización y el traslado de gran cantidad de pasajeros y mercancías desde y hacia nuestros puertos. Así, el tendido férreo cubría las líneas Pimentel – Lambayeque (1873) con una extensión de 24 km; Eten – Ferreñafe (1871) con una extensión de 43 km; Eten – Cayaltí (1904) con una extensión de 37 km; Chiclayo – Pátapo (1871) con una extensión de 24 km. Contó con un colegio de secundaria o media (el colegio “San José”) y entre su población se destaca la presencia de inmigrantes extranjeros que (sin contar a los muchos chinos y japoneses) incluyó a 91 italianos y 25 alemanes inscritos en los registros migratorios (hubo otros 335 alemanes que ingresaron y, luego, no hicieron el registro respectivo). Lambayeque el 4to departamento en inversiones italianas después de Lima, La libertad y Piura.






Los productos reconocidos y mejor producidos en Lambayeque, fueron:

-         Algodón: aunque “La falta de brazos es la causa general que contribuye a que este cultivo no tome el desarrollo de que es capaz dadas las condiciones favorables del clima”. De la semilla de algodón se logró producir “Aceite de pepita de algodón” con uso variado por sus aplicaciones en el alumbrado en las minas.  Para la producción de este aceite, se usaron las fábricas de jabón del departamento.

-         Cacao: el documento refiere que “en algunos fundos de la costa, como en Tumán y Pomalca, existen cacaotales de semilla ecuatoriana que han dado muy buenos resultados…”

-         Arroz: se reconoce que el arroz “… de calidad superior (se produce) en los departamentos de Lambayeque y La Libertad”

-         Apicultura: con una mínima presencia que se infiere al afirmar que “en el departamento de Lambayeque se ejerce en pequeño”.

-         Petróleo: Se hace referencia a yacimientos petrolíferos “… al Sur de Eten, en el departamento de Lambayeque”.

-         Sombreros:  Se indica que “la industria textil…  cuenta con una rama importante cual es la de la fabricación de sombreros llamados de jipijapa o de Panamá y que en… Lambayeque… tiene gran desarrollo. Emplean en la fabricación de esos sombreros la paja llamada bombonaje. De otra clase de paja llamada macora se fabrica sombreros de clase inferior…”.

Sobre la provincia de Chiclayo, refiere que cuenta con oficina postal relacionada a la oficina postal de Lima, una Cámara de comercio, una sucursal del Banco del Perú y Londres, molinos de excelente maquinaria para pilar arroz (también Ferreñafe y Eten) una fábrica de fideos, otra de cigarrillos, una empresa de alumbrado eléctrico y lazaretos para la atención de las víctimas de enfermedades pandémicas de la época. En los lazaretos “existen estaciones sanitarias dotadas de aparatos Clayton y de estufas de des infección para evitar la importación de enfermedades contagiosas”. Chiclayo, además, fue uno de los principales productores de azúcar y alcohol del Perú.

Ferreñafe contó con una línea telegráfica de 777 km desde Lima y fue considerado “Distrito mineral” instalándose en dicha ciudad una delegación de minería. En Motupe, se dieron buenas cosechas de tabaco. Mientras que Pimentel, mostraba su reconocido muelle de 300 metros de largo. Para aquel tiempo, era un puerto menor con aduana de segunda clase o “aduanilla” dependiente de la aduana de Eten, tal como la de San José que era una caleta habilitada con aduana (aduanilla) de tercera clase.

 

 

 

 

 

jueves, 6 de octubre de 2022

Chinos en Chiclayo: Opio, juego y prosperidad*

 

                                                   Familia Dejo Laos (inicios del siglo XX)


*Ensayo ganador del Concurso sobre inmigración china convocado por UDEP y el Instituto Confucio.

La comunidad China en es una de las más importantes del Perú. Según Rodríguez (2000) los chinos (colonos, asiáticos u orientales) llegaron desde 1849 engañados o presionados por compromisos que los llevaron a firmar en China un contrato que en nuestro país significó una condición de semi esclavitud. Su presencia en el departamento de Lambayeque fue inmediata[1]. El periódico “La Estrella del Norte” de Lambayeque del 16 de diciembre de 1849 publicó un aviso de los señores Elías y Rodríguez, responsables de la contrata:

 

Habiendo obtenido un privilegio exclusivo del Soberano Congreso para la internación de colonos chinos en los departamentos de Lima y La Libertad, hemos autorizado al Sr. D. José Sevilla para que en representación nuestra pueda celebrar contratas… los chinos son muy laboriosos, inteligentes y dóciles… siendo de la obligación de los patronos alojarlos, mantenerlos y curarlos en sus enfermedades cuando estas no son causadas por vicios suyos.

 

El presente ensayo muestra los registros en medios periodísticos de Chiclayo entre fines del siglo XIX e inicios del XX sobre el ciudadano chino, sus costumbres y progreso; además, permite conocer la percepción de los pobladores de la época sobre esta comunidad que inicialmente fue sometida a una condición laboral indigna, discriminada por su participación en los juegos de azar y el consumo de opio ("focos de inmoralidad y decadencia humana" según Contreras, 2012) hasta convertirse en protagonista de la prosperidad comercial de la provincia y agente de servicio a sus connacionales y a los chiclayanos gracias a su unión y perseverancia.

 

Rifa china y opio.

 

La rifa china, “chifatay, chifá o pac – ka – piú[2]” fue el juego de azar preferido del “bajo pueblo”, mujeres y niños. Era un papel con un muñeco en el centro del cual se desprendían objetos animales enumerados del 1 al 36. Costó 20 centavos y pagó 30 por 1. El comprador debía adivinar el objeto animal que saldría sorteado, recibía un comprobante y era inscrito en una planilla. El chino promotor de la rifa ingresaba a un cuarto oscuro desde donde, extendiendo el brazo, sacaba de un ánfora el objeto ganador. El Código Penal de 1863[3] sancionó con "cárcel en primer grado” los juegos de azar considerándolos como “vicio disociador”. En Chiclayo, “El Republicano" del 12 de julio de 1900, denunció los trámites de la empresa recaudadora municipal solicitando el regreso de las rifas chinas prohibidas desde 1897 y "El Departamento" del 29 de julio de 1900, inició una campaña contra el juego y las apuestas, uniéndose progresivamente otros medios de prensa. Se solicitó el cierre de las casas de juego iniciándose el trabajo policial con énfasis en las regentadas por ciudadanos chinos, develando una actitud racista al denunciarlos como promotores de inmoralidad afirmando sobre su origen que "(es) una raza que no trae al Perú sino vicios y relajamiento en todo". La campaña, fundamentada en una actitud moralizadora, tuvo visos de abuso constante. “El Horizonte” de Monsefú del 16 de diciembre de 1933, se rectificó de una acusación a ciudadanos chinos de “jugadores y consumidores de opio”; reconociendo que “no había sido nada cierto”.

La rifa china y el consumo de opio iban de la mano. En 1887, el gobierno estancó el opio[4] y el 5 de mayo de 1891, se instaló en Chiclayo el “Estanco de opio” administrado por Félix Curiel, único vendedor oficial de opio en la ciudad. Fue tal la cantidad de fumaderos que se hicieron constantes desinfecciones a cargo de la municipalidad, como informa “El Departamento” del 5 de julio de 1916.

 

Racismo y discriminación

 

El racismo, es la “exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otros con quienes convive” (DRAE, 2015). Se evidenció dicha actitud discriminatoria contra los ciudadanos chinos en Chiclayo, especialmente contra los chinos pobres quienes fueron empleados en tareas indignas; mientras los prósperos, eran vistos con recelo y sospecha por sus competidores en las actividades comerciales. Por ejemplo, “La Concordia” del 26 de junio de 1936, informa de un telegrama que la Cámara de comercio de Lambayeque envió a las de Piura y Pacasmayo: “controlen comerciantes chinos - acaparan productos especulando con el pueblo agricultor”.

 “El Bronce” del 30 de noviembre de 1925, presentó una composición que mostró la actitud discriminadora de algunos chiclayanos contra los chinos "Oye chinito ven, no seas nervioso; el opio y el arroz te hacen daño. Fuma alma de mujeres; aspira fragancias de cielo, huele lágrimas. Aliméntate con nítralos de rosa, mastica rayos de sol, rumiando Crepúsculos, bebe rocío". Este trato es común en las sociedades cuyos ciudadanos se perciben superiores a otros por razón de cultura u origen. Algunos chinos trabajaron como “desagües ambulantes”, cargando latas y cobrando precios por "agüita con mojón" y "agüita sin mojón" que depositaban en la Pampa Chirinos[5]; así lo informa “Crítica” del 17 de diciembre de 1930, indicando que por el alto costo del desagüe municipal los chiclayanos “(usan) maneras de desagüe que los munícipes prohíben y multan”. Su semblante fue también denunciado como una carencia; “Ahora” del 9 de diciembre de 1933, informó que en una panadería de la calle San Pedro comerciantes chinos expendían productos con “mal semblante” y afirmó: “no es posible que se descuide el estado de salud de los expendedores, (por ser un) grave peligro para los consumidores”.

 

 

 

 

Prosperidad e integración

 

La prensa de Chiclayo muestra, desde fines del siglo XIX, publicidad de negocios chinos que ofertaban sus productos denotando estatus y prosperidad, además de una innegable laboriosidad que sustenta su éxito comercial.

“El Comercio” del 17 de setiembre de 1890, publicitó los productos de Chon Sin Lon y el almacén de Benito Dejo Cabrero; “La Provincia” del 2 de marzo de 1895, comunicó la compra de una panadería en la calle de calzoncillo por Francisco Ton Way. “El Diario” (s.f) de 1903, publicitó el almacén de Wing On tay en la Calle Real; “La tarde” del 15 de julio de 1903, publicitó al herbolario Jo Kin Lan en Chiclayo y Monsefú; “El Departamento” del 14 de julio de 1906, calificó los hoteles “Progreso” y “Chung Chong” (de propiedad del “chino ñato”) como lugares de mal vivir; el mismo medio del 19 de junio de 1920, mencionó a la tienda de Ricardo Wu que perteneció a Felipe Chung. Se aprecia la cantidad y diversidad de establecimientos.

En las décadas de 1930 y 1940 aumentan los avisos comerciales: “La Patria” del 3 de junio de 1932, publicita la panadería de José Chú, el restaurante “Shangay” y la bodega de Yock Fong. Persistió el racismo y la campaña contra los juegos de azar y el consumo de opio; “La Patria” del 28 de febrero de 1934, afirma “chinos comerciantes … (son) un peligro para la salud del vecindario”. El 26 de marzo de 1937, “La Patria” informa que un incendio redujo a cenizas el establecimiento “El Imán” de Augusto Wong[6] y la Guía Comercial e Industrial de Chiclayo (1947) registró 25 centros comerciales mayoristas y 40 comercios minoristas, todos ellos ubicados en las calles céntricas de la ciudad.

En 1864 se fundó la Sociedad de Beneficencia China “Chun Wa Huy Kung" de Chiclayo, siendo Don Puy Mau su primer presidente. Compraron un local que tenía dos salones de recepción, hospedaje y templo ("Guangong"). La próspera Colonia china de Chiclayo protegió a sus connacionales y relacionó a su institución con obras de bien social. “El Obrero de la Unión” del 24 de setiembre de 1891, informa la exitosa presentación de una Compañía asiática afirmando “los hijos de esa colonia buscan solaz y entretenimiento”. “El Republicano” del 27 de junio de 1900, menciona la existencia de un hospital chino en pésimo estado de higiene y “Ahora” del 14 de diciembre de 1933, comunica la asistencia de asiáticos al evento de la Colonia china en el Cine Iris para apreciar la película “La Guerra de Manchuria”.

La Colonia china aportó a la lucha contra la tuberculosis. “Trayectoria” del 3 de marzo de 1943, informa su contribución a favor de la Colonia Climática "Fray Martín de Porres" a través de su Comité de damas.

 

En conclusión, desde su llegada al Perú en 1849, la comunidad China de Chiclayo (según los registros en medios periodísticos de la provincia) pasó de una condición de trabajo por contrata en condiciones indignas y de semi esclavitud a otra de discriminación por su origen y costumbres. La percepción de los pobladores entre fines del siglo XIX e inicios del XX devela una actitud racista al calificarlos como viciosos (por su afición a la rifa china y el consumo de opio), especuladores en el ámbito comercial y pálidos o de “mal semblante” por la tonalidad de su faz. Su laboriosidad fue fundamento de su prosperidad comercial; el apoyo a sus connacionales a través de la Sociedad de Beneficencia China y su integración con la comunidad local a través de obras benéficas. El aporte de la comunidad china de Chiclayo constituye un ejemplo de constancia y práctica de virtudes humanas.

Referencias

 

1.   Cabrejos, C. (2016) Almácigos de historia lambayecana. Ed. Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.

2.   Contreras, C. (2012) La economía pública en el Perú después del guano y del salitre. Ed. Instituto de Estudios Peruanos.

3.   Díaz, M. (2013) Juegos y muerte en Chiclayo. Ed. Miguel Ángel Díaz Torres.

4.   MINERVA (1947) Guía Comercial e Industrial de Chiclayo. Ed. MINERVA.

5.   Muñoz, F. (1999) Diversiones públicas en Lima, 1890-1920: la experiencia de la modernidad. Ed. Fondo

6.   Periódico “La Estrella del Norte” de Lambayeque del 16 de diciembre de 1849.

7.   Periódico “El Comercio” de Chiclayo del 17 de setiembre de 1890. “Chon Sin Lon Valqui & Cía.”.

8.   Periódico “El Republicano” de Chiclayo del 5 de mayo de 1891. “Estanco del opio”.

9.   Periódico “El Obrero de la Unión” de Chiclayo del 24 de setiembre de 1891. “Compañía asiática”.

10.               Periódico “La Provincia” de Chiclayo del 2 de marzo de 1895. “Aviso público”.

11.               Periódico “El Republicano” de Chiclayo del 27 de junio de 1900. “Hospital chino”.

12.               Periódico “El Republicano" de Chiclayo del 12 de julio de 1900. “Editorial”.

13.               Periódico "El Departamento" de Chiclayo del 29 de julio de 1900. “Una lepra mortal”.

14.               Periódico “La tarde” de Chiclayo del 15 de julio de 1903. “Jo – Kin – Lan. Herbolario asiático”.

15.               Periódico El Diario” de Chiclayo (s.f) de 1903. “Wing On Tay & C.”.

16.               Periódico “El Departamento” de Chiclayo del 14 de julio de 1906. “Crónicas. Hotel Progreso – Hotel Chung Chong”.

17.               Periódico “El Departamento” de Chiclayo del 5 de julio de 1916. “De higiene”.

18.               Periódico “El Departamento” de Chiclayo del 19 de junio de 1920. “Traspaso”.

19.               Periódico “El Bronce” de Chiclayo del 30 de noviembre de 1925. “Chinito”.

20.               Periódico “Crítica” de Chiclayo del 17 de diciembre de 1930. “Los tanques para el servicio de desagüe”.

21.               Periódico “La Patria” de Chiclayo del 3 de junio de 1932. “Avisos comerciales”.

22.               Periódico “Ahora” de Chiclayo del 14 de diciembre de 1933. “La colonia china ofreció un espectáculo cinemático”.

23.               Periódico “Ahora” de Chiclayo del 9 de diciembre de 1933. “Una panadería y dulcería atendida por asiáticos enfermos”.

24.               Periódico “El Horizonte” de Monsefú del 16 de diciembre de 1933. “Rectificación”.

25.               Periódico “La Patria” de Chiclayo del 28 de febrero de 1934. “Los chinos juegan – chino tuberculoso”.

26.               Periódico “La Concordia” de Chiclayo del 26 de junio de 1936. “Sobre el problema del arroz”.

27.               Periódico “La Patria” de Chiclayo del 26 de marzo de 1937. “Apuntes sobre el incendio realizado la noche del 26 del pasado mes”.

28.               Periódico “Trayectoria” de Chiclayo del 3 de marzo de 1943. “Colonia climática Fray Martín de Porres”.

29.               Rivero, T. (1976) Lambayeque: Sol, flores y leyendas.

30.               Rodríguez, H. (2000) Herederos del dragón: historia de la comunidad china en el Perú. Ed. Fondo Editorial del Congreso.



[1] Teodoro Rivero Ayllón, afirma en” Lambayeque, Sol, flores y leyendas” (1976) que “En Lambayeque la primera hacienda fue importó chinos fue Pátapo. Hacia 1891, solía verse a estos infortunados, en condición miserable. Trabajaban como esclavos, encadenados, al pie del conductor de la caña de trapiche. Otros se instalaron en Chiclayo y abrieron tiendas de comercio, bares, chifas. Tenaces, laboriosos, hicieron alguna fortuna y volvieron a Cantón, a las nostálgicas riberas del Si Kiang, o radicaron definitivamente en Chiclayo.

[2] En “Juegos y muerte en Chiclayo” (2013), Miguel Díaz Torres menciona que la rifa china “(era) también llamada chifatay o chiffá, pero entre los asiáticos era conocida como Pac-ka-piú”; sin embargo, En la obra de Fanni Muñoz Cabrejos, se menciona que hubo prohibición contra “los juegos de maracas, la rifa china y el llamado pacapiú; todos ellos promovidos por la población china”.

[3] En la obra “Diversiones públicas en Lima, 1890 – 1920: La experiencia de la modernidad” de Fanni Muñoz Cabrejo, se afirma que el Código Penal de 1863 en su sección duodécima tiene un acápite referido a los juegos y rifas. Se norma el juego de azar, se indican las penas a los aficionados y a los dueños de fondas, cafés y demás establecimientos de esta especie Que consientan el juego de azar, pagarán multas de cincuenta a quinientos pesos (Perú 1863: 98).

[4] Según Humberto Rodríguez Pastor, Vendiendo el opio a sus trabajadores, hacendados como los Aspíllaga de Cayaltí, fueron capaces de recuperar una buena parte de los sueldos que pagaban a sus culíes. A la luz de los niveles inmensos de consumo y ganancias, el gobierno de Perú estableció un monopolio estatal en la importación de opio (Estanco de Opio) en 1887.

[5] El trabajo de los chinos pobres como desagües ambulantes, es parte de tradición oral de Chiclayo. Personas de más de 80 años de edad recuerdan haber visto u oído sobre esta actividad.

[6] La crónica presentada por el periódico “La Patria” sobre el incendio del establecimiento “El Imán” incluye la evaluación que hicieron las autoridades y población sobre la necesidad de contar en Chiclayo con una compañía de bomberos bien implementada.