viernes, 17 de diciembre de 2010

Cultura y Sociedad - Parte II (Análisis de casos)

Brunner, J. (1984) realizó un estudio auspiciado por la Red Latinoamericana de Investigación cualitativa de la realidad escolar sobre “Cultura autoritaria y cultura escolar Chilena” donde concluye que a pesar de que la cultura Chilena experimento transformaciones relevantes durante el régimen autoritario que le toco vivir, estas modificaciones afectaron sol mediatizada y variablemente a la cultura escolar. A partir de esto se generan dos conceptos pertenecientes al sistema educacional, en especial a la institución escolar en particular y son: la relativa autonomía de la cultura escolar y la complejidad de las mediaciones existentes entre la escuela y la sociedad.

Como podemos observar el estudio evidencia que no siempre las transformaciones o cambios que se pueden realizar a nivel global en una sociedad, afectan de manera directa a la cultura. Para este caso en particular se puede constatar la existencia de una autonomía por parte de la cultura y el buen papel que ha venido desempeñando a lo largo del tiempo, es decir, su solidez a través de los años permiten que cualquier transformación o cambio no afecte sus patrones culturales, y por ende, a los individuos y agentes respectivamente.

Brunner, J. (1984) publico en la revista Pensamiento Iberoamericano un artículo titulado “Cultura y crisis de hegemonías Chilenas” donde analiza de manera completa las constelaciones políticos - culturales que ha vivido la nación Chilena durante su vida independiente. Este estudio está basado en un análisis sobre el nivel de influencia que tuvo la política sobre la cultura de los habitantes Chilenos a lo largo del tiempo.

La realización de esta investigación muestra una relación estrecha formada entre la cultura y política respectivamente, es decir, muestra la influencia beneficiosa o perjuiciosa que pudo haber tenido la política para con la cultura a lo largo de la historia Chilena y que pudo causar afecciones a los individuos que conforman dicha sociedad.

Cabe resaltar que con este estudio también se pudo constatar la influencia que pueden tener agentes externos a la cultura que a pesar de no ser considerados como factores determinantes de la misma ejercen un papel preponderante en ella, incluso se puede decir, que podrían llegar a reformarla.

Diz, A. (2000) publico un estudio sobre “Idea y vivencia de Europa en la España del siglo XVIII”. Este estudio está basado en analizar una serie de características que corresponden al nuevo pensamiento español, como por ejemplo, los nuevos conceptos de civilización y cultura, nuevos usos y costumbres el reconocimiento y el interés por los otros, la historización de la nación como parte de la historia de Europa; la polémica Antiguos y Modernos, el principio de tolerancia; los modelos utópicos; los cuerpos nacionales y el principio del equilibrio europeo; el derecho de gentes y la elaboración teórica de unos sistemas de organización internacionales; la idea de decadencia; la estructura de mercado y la idea de una sociedad abierta; la ciencia y la técnica; la unidad cultural de Europa y la República de las Letras, la formación de un público lector y de una opinión pública; la vivencia del cosmopolitismo y de los viajes; una nueva axiología y un nuevo papel de las mujeres en la sociedad; el papel de España como potencia dentro del cuerpo político europeo, y el fenómeno de la formación de la nación en su acepción moderan en el contexto europeo.

Este estudio nos da una visión del cambio de percepciones, estilos de vida, expectativas, interacciones sociales de los miembros de la sociedad española acoplándose a los modelos actuales de toda Europa y haciendo un paralelismo entre la Europa antigua y la moderna, conservando algunos aspectos y modificando otros. A raíz de esta reforma se genera también una pluralidad cultural que se ve reflejada en el desenvolvimiento de la sociedad europea con respecto a ciertos temas.

Gonzales, J. (2000) en su estudio concluye que la sociedad se origina, estructura y funciona en torno a un conjunto de valores cuya realización constituye su razón de ser y finalidad principal. Y justo en este punto entra a tallar la cultura, pues es la que define los valores de cada sociedad y establece los medios para llegar a los mismos, siendo estos los que determinan los aspectos peculiares y/o universales de cada cultura.

Este análisis refleja el desarrollo social a lo largo del tiempo basado en diferentes patrones culturales los cuales generan la dirección que ha ido e ira tomando la sociedad en determinados momentos. Dichos patrones culturales son los que tendrán mayor arraigo en cuanto a la formación de la identidad social, específicamente en el conjunto de grupos sociales y de cada individuo que forma parte de ellos.

Manríquez, M y Castro, T. (2007) realizaron un estudio sobre la globalización y la diversidad cultural, en el cual consideran que la globalización es un proceso dinámico con efectos múltiples, y justamente uno de ellos incide en la cultura vista ésta como un proceso de reproducción, reestructuración y sobre determinación de diferencias, no de supresión de ellas. Si la cultura es un conjunto intersubjetivo de pautas de construcción y deconstrucción de lo social, para comprender fenómenos locales es importante reflexionar sobre la construcción del concepto de cultura regional. En Sonora hay varias, algunas con fundamento étnico, es decir, son el resultado de matrices biológicas y culturales a la vez, y otras que han asumido identidades diferenciadas, con rasgos propios y distinguibles. El análisis de la relación entre la globalización y las culturas regionales lleva a detectar dos direcciones: su inclusión en el proceso mundial y, a la vez, su exclusión en aspectos determinados.

Se evidencia que el proceso de globalización tiene una influencia muy notoria en la cultura debido a que los cambios constantes que se van dando en todos los ámbitos producto de este proceso generan una deformación y reformación de la cultura, que afecta a cada uno de los miembros de la sociedad, no solo en aspectos materiales sino también en aspectos psicosociológicos como estilos de vida, comportamientos.

Rausell, P; Abeledo, R; Carrasco, S y Martínez, J. (2006) realizaron un estudio sobre la relación existente entre la cultura y el territorio y como se concretan. Consideran que la cultura de una sociedad es el eje fundamental del intercambio con otras sociedades y de su reconocimiento en las mismas, lo cual según afirman se logra con la comprensión de las diversas formas de convivencia y la aceptación de la diversidad. Una de las conclusiones a las que llegan es que lo cultural define una efectiva y esperanzadora nueva frontera en el desarrollo y que los espacios sociales terminan por crear sensaciones de pertenencia, autoestima y procesos de comunicación estables en las sociedades.

Podemos observar que culturas de diversas sociedades se conectan e interactúan entre sí, ayudando a que se conozcan mutuamente y adopten rasgos culturales entre una y otra, lo cual servirá para ir mejorando su nivel cultural y desarrollo individual y social. Al mismo tiempo que les permite abrirse a nuevas oportunidades.

Debemos resaltar que el nivel cultural que alcance una sociedad depende del lugar geográfico donde se desarrolle. De igual modo el desarrollo cultural tiene como requisitos fundamentales el crecimiento económico, cohesión social y calidad de vida. A partir de allí se generan una seria de beneficios como una identidad colectiva, sentido de pertenencia marcado lo cual da ligar a una mejor interrelación entre individuos y una mayor participación.

Rubalcaba, C. (2005) realizó un estudio sobre “Prácticas de cultura escrita: aproximaciones y realidades” en la provincia de Santander (España) con el fin de ilustrar el panorama de las prácticas de cultura escrita a partir del análisis de documentación de carácter privado y popular. De este estudio llego a la conclusión que la comprensión del fenómeno social que la escritura representó en el pasado se ha llevado a cabo mediante la reconstrucción de sus distintos usos y a través del conocimiento más completo de su significado en el marco de la sociedad que la produce.

Se puede observar la preocupación de esta sociedad con respecto a la reconstrucción de uno de los factores culturales que forman parte de su patrimonio que en este caso es la escritura de libros tipográficos, tratando de desechar en este caso todo uso de medios tecnológico electrónico que perjudique y atente contra su patrimonio cultural.

Veleda, S. (2003) en su estudio sobre Trabajo informal, género y cultura: el comercio callejero e informal en el sur de Brasil donde analiza la visión cultural que tienen estos trabajadores que son un colectivo que ocupa un espacio público para trabajar y que, por lo tanto, conforma espacios de relaciones sociales a partir de esta ocupación. De lo anterior se puede decir que este estudio se baso principalmente en analizar la relación trabajo precario/lugar/familia desde una perspectiva cultural y de las relaciones de género, poniendo énfasis en la posibilidad de que esta relación pueda conllevar la producción y reproducción de nuevas identidades a partir de la ocupación de los espacios públicos que son, muy a menudo, lugares precarios.

Este análisis refleja la influencia que tienen los agentes de socialización sobre la persona y la toma de decisiones que esta pueda tener con respecto a su estilo de vida, comportamiento, identidad, relaciones de género y su ocupación laboral. En este caso en particular, se percibe la influencia generada por los agentes de socialización en cuanto a la elección de su tipo de trabajo. A raíz de esto se genera la existencia de una identidad propia dentro de este grupo (trabajadores informales en la sociedad brasileña), la cual es independiente, con respecto a las identidades manifestadas dentro de su sociedad habitual (las relaciones que se establecen en los trabajos convencionales). Ante esta situación debemos resaltar que, si bien es cierto, estas relaciones sociales generan una identidad propia de este grupo, no se pierde totalmente la identidad original de la persona. Además cabe resaltar que esta nueva identidad es compartida con su entorno más próximo (familia, círculo social, etc.) Dentro de los factores que generan que la persona opte por este tipo de trabajo (informal) se encuentran: despido del centro laboral, deseo de aumentar el ingreso familiar, cambio de vida profesional, sustitución de puesto por herencia familiar, entre otros.