miércoles, 5 de diciembre de 2018

Tres personajes de inicios del Siglo XX: "Torito", "Yorulo" y "Chisco"

Imagen sobre la destrucción de las huacas de Chiclayo a inicios del siglo XX

“Torito”, “Yorulo” y su fiel acompañante el "Chisco" son tres personajes populares de inicios del siglo XVIII presentados en la Revista Centenaria (1935) por Nicanor de la Fuente Sifuentes "Nixa". A continuación la actualización de dichas historias que hoy merecemos recordar.
“Torito”
La Revista Centenaria (1935) narra la historia de Mercedes Millones (a) “Torito” quien durante la ocupación de Chiclayo en la “Guerra del guano y del salitre” (1879 – 1883), asesinó a un soldado chileno en una gresca callejera. El cuerpo del soldado quedó tirado en la vía pública y los oficiales iniciaron una investigación que los llevó hasta la casa de Millones. Su nuera, Carmen Larrea, fue apresada y torturada hasta confesar. “Torito” fue condenado a muerte. El fusilamiento se produjo  frente a la antigua compañía de luz en la Huaca del Panteón  que se ubicó en el mismo terreno que hoy ocupa la Plazuela Elías Aguirre y que fue demolida el año 1894 por 50 presos de la cárcel pública de Chiclayo, que trabajaron custodiados por la tropa de línea acantonada en nuestra ciudad.
Comenta Nixa, “el acto de la ejecución fue presenciado por numerosos muchachos, ávidos de emociones. Producida la primera descarga cayó fulminado el cómplice del Torito, mientras que este solo por efecto de la impresión, dio con su cuerpo en tierra quedando allí exánime cual si hubiera sido perforado por alguna bala chilena”. Creyendo haberlo ajusticiado, los soldados chilenos marchaban hacia su cuartel “sin haber cumplido con el requisito de darles el tiro de gracia”. Mientras marchaban, “Torito” comenzó a moverse y los propios chiclayanos ingenuos gritaron “¡Está vivo! ¡Está vivo!” haciendo volver a la soldadesca para cumplir con su funesta tarea.
Así, los chilenos mataron “al pobre Millones dos veces, víctima de sus propios paisanos”
Antigua compañía de luz de Chiclayo ubicada frente a la actual
Plazuela "Elías Aguirre"
“Yorulo” y el “Chisco”
Pedro Arbulú, era llamado por muchos “Yorulo” y por otros “Ñorulo”. Imitaba la oratoria de líderes políticos de Chiclayo como el Dr. Cornejo, Lora y Cordero o a uno que otro diputado. Durante las fiestas cívicas “Yorulo estaba atento a la mímica, el gesto, el tono y la pose del orador. Luego los repetía en la calle ante improvisados auditorios. Era experto lanzando “cohetes de arranque” e iba a la cabeza de las bandas y de cuanta manifestación pública se realizara. Nixa, refiere “había que verlo quedarse extasiado mirando cómo se abría la rosa de colores del cohete en su marcha hacia el cielo, o como repercutía el grito atronador en el espacio”.

El “Chisco”, una especie de ayudante, iba siempre al lado de “Yorulo”; pues también gustaba de “presidir los desafiles” en Chiclayo de inicios del siglo XX. Él era quien llevaba en una mano los cohetes y en la otra el tizón.