martes, 14 de junio de 2022

El estado de las acequias de Lambayeque desde fines del siglo XIX a mediados del XX en prensa departamental

 

Acequia principal de Chiclayo - Compuerta Dall'Orso
En 'Memorias de las comisiones técnicas de aguas (1918-1919)'.

Las menciones a los nombres de las acequias se han realizado de manera literal a su aparición en los periódicos de mediados del siglo XIX e inicios del XX que circularon en Chiclayo y otras ciudades del departamento. De ellos comparto la información que ordeno de manera cronológica.

El periódico “En Chiclayano” del 10 de febrero de 1872, menciona la existencia de una calle llamada “El Carmen” muy cerca de la ACEQUIA MATRIZ en donde el aumento de la población hace peligrar la calidad del agua por el arrojo de basura en el cauce.

"EL REPUBLICANO" de Chiclayo, del 8 de abril de 1891, informa las consecuencias terribles del Fenómeno "El Niño" por el desborde de las acequias en Chiclayo, Lagunas, Zaña y Eten. Se perdieron muchas vidas, viviendas y cultivos.

En Ferreñafe, el periódico “El Taymi” del 17 de enero de 1891, publicó un aviso de venta de terrenos de propiedad de la Sra. Faustina de Lastres. Menciona los nombres de interesantes lugares, como los terrenos denominados SARCAPE y COLBAN, ambos regados por la “magnífica ACEQUIA DE CHILAPE”.

El periódico “La Provincia” de Chiclayo, del 9 de abril de 1905, comunica el Interesante registro de una propiedad llamativa por los nombres y lugares que refiere sobre su ubicación: "La leonera" y "Dos cruces" antes de "Leque leque" en la Hacienda Culpón del valle de Zaña. Menciona al Río Seco como límite entre Culpón y Oyotún que era propiedad de Marcelino Valarezo (sic). Refiere las "Pampas de minas", el cerro "de las dos cruces", al pueblo de Tingues, al cerro de piedra (que contiene "obras de los gentiles). Todo esto en el valle de Zaña. En esta zona, destaca la ACEQUIA DE CULPÓN y su desembocadura en el Río Zaña.

El periódico “El Departamento” de Chiclayo del 16 de julio de 1906, informa que la zona territorial que hoy en día corresponde al PASEO YORTUQUE, fue registrada como su propiedad por JORGE FELIX FRANCISCO ZARRIA (quien la compró a FERNANDO CARMONA) ante el notario José María Arbulú Balcázar el 11 julio de 1906. Como se podrá leer, JORGE FELIX FRANCISCO ZARRIA fue, además, propietario de gran parte los terrenos de las actuales urbanizaciones FEDERICO VILLARREAL y una parte de la actual SANTA VICTORIA. Al respecto, el Arq. Alberto Risco, afirma que “La acequia de Chiclayo y sus ramales, Pulen, Yortuque, y Lapas, tienen cursos que fueron anulados o removidos varias veces, como Yortuque que ha tenido en el siglo XX por lo menos dos remociones, una después del meganiño de 1925 y otra probablemente alrededor de los años 50 o 60. Por lo cual, el artículo alude a la traza de inicios del siglo XX”.

                                             Compuerta de la acequia Yortuque

"El Guante" (Semanario satírico, festivo, político y literario) fechado en Monsefú el 10 de julio de 1921; denuncia, bajo el título de "Muladar", la contaminación de la ACEQUIA LAS MARRANGAS debido a "...vecinos que diariamente arrojan inmundicias que a más de ensuciar el borde de ese cauce la mayor parte de ellas caen al lugar de donde el pueblo se provee de agua".

“El Nuevo Diario” de Chiclayo del 02 de enero de 1931, informa sobre la existencia de la “Herbolaria Nacional”, propiedad de la Sra. Magdalena Gonzales de Li, ubicada “a la salida para las haciendas”. En dicha ubicación de la calle Maravillas (donde se encuentra la capilla Virgen de la Misericordia) hubo una acequia y un puente, llamado “Puente de las haciendas”.

                                                      El Puente de las Haciendas

Por fotos antiguas sabemos que, justamente en la intersección de Cabrera y Grau hubo, hasta principios de la década de 1940, un puente sobre la acequia que por allí transcurría. Ese puente era llamado "de las Haciendas".

“La Abeja”, periódico de Chiclayo, del 3 de setiembre de 1932, informa el desacuerdo entre los hacendados y los agricultores de Chiclayo en la reunión entre ambos el 31 de agosto del mismo año. Los primeros propusieron la limpieza del sector bajo de la ACEQUIA MATRIZ que cruzaba por la ciudad de Chiclayo, pedido respaldado por el Sr. Francisco Cúneo Salazar. Sin embargo, los agricultores solicitan la limpieza total "tal como se hacía anteriormente" para evitar daños posteriores según su conocimiento tradicional.

                                        Compuertas de la acequia de Chiclayo

En Monsefú, el 28 de setiembre de 1933, el periódico “El Horizonte” comunica la limpieza de canales de regadío y acequias a partir del 2 de octubre de dicho año. Menciona a la ACEQUIA NUEVA, COIMITO, DESAGUADERO y CAUCE PRINCIPAL.

El Semanario "Carteles" de Chiclayo, dirigido por Nicanor de la Fuente, del 5 de enero de 1946, denuncia que, en Monsefú, en pleno perímetro urbano, al costado de la estación del ferrocarril de Eten, se está arrojando con la complacencia de la autoridad municipal la basura de la ciudad la basura de la ciudad a lo largo de toda la ACEQUIA PRINCIPAL de donde el pueblo obtiene el agua de la cual bebe y prepara sus alimentos. Califica de inhumano el hecho de no proceder para evitar más daño a las aguas.

Todos los territorios y acequias que he mencionado se erigieron sobre las Pampas de Lipque, según César Guillermo Echeandía.

 

 

 

 

 

 

Incendios y Bomberos a inicios y mediados del Siglo XX según la prensa lambayecana

 



Durante la expedición del oficial chileno Patricio Lynch a nuestro departamento en setiembre de 1880, durante la Guerra del Pacífico, incendió gran cantidad de casas en Chiclayo y destruyó propiedades en Ferreñafe y Cayaltí; impuso graves cupos a la población de toda la región. Resulta un personaje de muy ingrata recordación en la historia de nuestra región.

El periódico “La tarde” de Chiclayo del 13 de mayo de 1902, da cuenta de un incendio en la fábrica de velas del Sr. Aurelio Montenegro, ubicada en la calle Real (actual Elías Aguirre). “La campana de la Iglesia Matriz dio el toque de alarma que puso en movimiento a todo el vecindario que a la voz de incendio corrió presuroso a la fábrica de velas… el lugar del siniestro”. El fuego se inició por las chispas de una soldadura sobre sacos vacíos; sin embargo, “la actitud del pueblo, así como la circunstancia favorable de existir una noria con bomba y varios barriles llenos de agua pudo dominarse el incendio” que tuvo consecuencias de poca consideración. Además, se hicieron presentes las autoridades locales, policía y gendarmes de la ciudad.



El periódico “El Progreso” de Chiclayo del 3 de junio de 1913, reportó un incendio ocurrido el día de las elecciones municipales del 1 de junio de dicho año, en la que participaron en las diversas ciudades del departamento de Lambayeque las listas del Partido Obrero Independiente y de la Alianza Civil Constitucional. Hasta el día de la publicación de la nota periodística, en Chiclayo no se había realizado el escrutinio, en Monsefú se aseguraba el triunfo de la Alianza y hubo actos de violencia, en la Villa de Eten (actual Ciudad Eten) ganó la Alianza y hubo un homicidio ocasionado por un elector ebrio que antes recibió una pedrada, en Puerto Eten ganó la Alianza sin actos de violencia, en Reque ganó la Alianza y hubo un conato un día después donde resultó herido el Sr. Aparicio Lluncor del Centro Pro Reque, en Motupe no se conoce al ganador pero se reportó el incendio del comercio del alcalde en funciones Sr. Manuel Luna.



3 de junio de 1935, hubo un incendio en el cine “Pathé” el cual se originó en la caseta del operador, ocasionando el pánico de los asistentes, resultando varios heridos. No forma de luchar contra él; Chiclayo no tenía Compañía de Bomberos.

El 26 de marzo de 1937, un pavoroso incendio redujo a cenizas el establecimiento comercial EL IMAN, ubicado en la Calle Lora y Cordero, de propiedad del ciudadano chino Augusto Wong. La noticia publicada en el diario "LA PATRIA" fue, a su vez, un llamado a las autoridades para establecer en nuestra ciudad un CUERPO DE BOMBEROS. El incendio fue de grandes proporciones. Se inició a las 10:30 de la noche y, por un momento, se descontroló pues en el establecimiento se expendía kerosene y gasolina. Participó gran parte de la población de Chiclayo apoyando para aplacar el siniestro que amenazaba con expandirse a toda la manzana. Alrededor de las 11:30 de la noche una motobomba de la base aérea apoyó en la tarea de sofocar el incendio. El negocio quedó completamente en cenizas.



El periódico “La Patria” de Chiclayo del 23 de mayo de 1937, informa sobre la subvención económica de mil soles otorgada por el Concejo de nuestra ciudad a la compañía de bomberos "Salvadora Chiclayo N°1" para adquirir una manguera y un "gallo". Es menester recordar que gracias a un grupo de personas encabezadas por el médico Manuel Arellano y Ramírez de Montenegro (llegado a la ciudad hacía un par de meses) se iniciaron, en 1935, las gestiones para la formación de una organización bomberil. Según Héctor Sandoval Uceda, “Reunidos en el bar de don Juan Limo (Salón Kan Kan, ubicado en los bajos de los Portales Gonzales, en cuyo segundo piso se encontraba el Club de la Unión) se constituyó un Comité Provisorio presidido por el Dr. Arellano. La acogida fue general, la prensa local y nacional le dedicaron notas al respecto. Siendo el 3 de agosto de ese año de 1935 que, en el local de la Sociedad de Obreros 1 de mayo, iniciaba su vida formal la novel Compañía de Bomberos aunque sin local y equipos sino hasta 1937. El primer incendio que atendió, de acuerdo a sus modestas posibilidades, fue el mismo año en la Casa “Cuglievan”.

El periódico “El Zeppelin” de Chiclayo del 1 de noviembre de 1947, informa sobre el Incendio del cine TRIANÓN de Monsefú, propiedad de la familia Boggio: “no sabemos los motivos del incendio (que) dejó el saldo de más de 15 heridos entre ellos el señor Juan Manuel Boggio, el mencionado y demás heridos recibieron los primeros auxilios del médico sanitario doctor Custodio”. El medio destaca la valiente participación de los policías de Monsefú y da cuenta de grandes pérdidas en el negocio.

En 1963, los heroicos bomberos Voluntarios de la Compañía "Salvadora Chiclayo N°01”, hoy “Salvadora Chiclayo N° 27”, reciben un camión porta escala que era uno de los vehículos más modernos de ese tiempo.

Resulta, además, interesante recordar que a mediados de los años setenta del siglo pasado, se incendió el mercado Central en el centro de Chiclayo. Se quemó toda la infraestructura y enseres de decenas de comerciantes cuyos puestos se ubicaban en zonas colindantes con las calles Alfredo Lapoint (Teatro), Vicente de la Vega y Lora y Cordero. Aun así, el ambiente de comidas, siguió funcionando.

 

martes, 7 de junio de 2022

Las Cooperativas Mixtas y Especializadas en el departamento de Lambayeque a inicios del Siglo XX

 



En 1844, surge en el mundo el sistema cooperativo. Desde esa fecha, en Chiclayo, los principios del cooperativismo se aplicaron a una serie de instituciones comerciales que encontraron en la asociación voluntaria para la obtención a plazos de un producto la solución al problema que implicaba la carencia de recursos para una compra al contado. Dichas instituciones practicaron el pago a plazos y la obtención de productos por sorteos (modalidad de “pandero”). En varias ciudades del departamento a inicios del siglo XX era común la existencia de cooperativas de calzado, ternos, muebles y otras que funcionaban a partir de zapaterías, sastrerías, tiendas comerciales, etc.  A continuación, mencionaré algunas de las cooperativas comerciales y mixtas que existieron en nuestro departamento a inicios del XX (aunque existieron desde mediados del siglo anterior):

Un aviso en “El Heraldo del Norte” del 25 de junio de 1912 da cuenta que la FOTOGRAFÍA AMÉRICA de José O. Dégola optó por el sistema cooperativo para la toma de fotografías y abre un segundo grupo de beneficiarios: “habiendo recibido un nuevo surtido de material, ofrezco a mi clientela la segunda serie de retratos en colores por el sistema cooperativo que con una pequeña cuota semanal obtendrán mis favorecedores las verdaderas copias del original, a juzgar por las muestras que tengo a la vista el público quedará satisfecho. Así mismo doy las gracias por la buena acogida que han dispensado en mi primer club cooperativo…”.



El periódico “El Norte” del 20 de diciembre de 1905 publica un aviso en el cual se denuncia al Sr. José Palacios Gonzáles, propietario de la Cooperativa Sastrería “La Alianza” por no haber honrado su compromiso con la entrega de los productos acordados (ternos). Desde Cayaltí le hacen recordar su incumplimiento invitándolo a que El "arregle las cuentas" para no perjudicar “su nombre de comerciante”. Los denunciantes se identifican como socios de la Hacienda Cayaltí.

En Ferreñafe, el 10 de junio de 1913, el Sr. Jesús Sevilla, propietario de la "Cooperativa de monturas chapeadas de pellonera" publica una carta en el interdiario "La Época" de dicha ciudad exigiendo el pago de los adeudos que tienen con la cooperativa algunas personas que ya habían recibido las monturas y otras que aún no las reciben a riesgo de no hacerlo.

El 26 de diciembre de 1913, en el Diario "El Progreso" de Chiclayo se anunciaba el inicio de la temporada de verano de 1914 en Eten, Pimentel, San José y Santa Rosa. Luis Navarrete Guzmán, organizador de la “Cooperativa Wizard”, ofrece artículos importados traídos de EEUU y que se pondrían próximamente a disposición de quienes deseen participar de los sorteos. Los artículos variados van desde vestimenta de verano, vajillas, sombrillas, entre otros.

En Chiclayo, Lambayeque, Ferreñafe, Monsefú, Motupe, Eten y, de seguro, en algunos otros pueblos del departamento, hubo Cooperativas Mixtas (“especializadas”) de calzado, ternos, espejos, mesas, adornos, piezas de mármol, etc. El periódico “El Progreso” de Chiclayo publicó numerosos avisos de dichas instituciones entre 1911 y 1913 solicitados por los propietarios u organizadores como Adolfo Mezthal, propietario del “Toldo Azul” y de al menos 5 cooperativas de loza, vajilla, mármol, espejos, etc.; y Agustín Rosas, propietario de una de calzado.

Llama la atención la Cooperativa Mixta N°03 (su denominación me hace inferir que existieron enumeradas otras instituciones similares) que para 1913 ya había realizado 44 sorteos y la N°04 que convocaba a su sorteo 16 el mismo año 1913. Ambas tuvieron asociados de ciudades aledañas como Pomalca y Eten; y hacían sus sorteos en presencia de testigos y veedores.

miércoles, 1 de junio de 2022

El empedrado de las calles

 



Desde la segunda mitad del siglo XIX, por lo menos, se inicia el empedrado de las calles en algunas ciudades del departamento de Lambayeque. Unas antes que otras, encontraron en esta acción una forma de ordenar, brindar seguridad y fomentar el ornato. En la actualidad algunas de estas calles subsisten y forman parte del paisaje citadino como un sello de su historia y de la acción humana por mejorar la calidad de sus vidas.

Existe una versión sobre la llegada de bloques de piedra (como los que existen en las calles céntricas de Chiclayo) a bordo de las embarcaciones que, desde Europa, llegaban al Puerto de Eten. Eran el contrapeso en las bodegas vacías que más tarde partirían repletas de azúcar de regreso al viejo continente. Los empedrados se hicieron con bloques cúbicos y piedras redondas. En Chiclayo, observamos en la actualidad bloques cúbicos en las calles Colón, Manuel María izaga, Francisco Cabrera, las primeras cuadras de Alfredo Lapoint y Juan Cuglievan, entre otras. Entre las calles con piedras circulares están Tacna, un sector de Francisco Cabrera, entre otras.

A continuación, algunos registros de estas acciones en periódicos de la época.

El periódico “El Fénix” de Lambayeque del 8 de abril de 1888, informa la culminación del empedrado de la Plaza de Armas de dicha ciudad y da a entender que antes se ha producido el empedrado de otras calles: “próximamente estará terminando el (empedrado) de la plaza de armas y, por lo mismo, esperamos que nuestras autoridades tomarán empeño en que las fachadas de los fundos adyacentes estén para entonces concluidas”.



Las calles de Chiclayo comenzaron a empedrarse en enero de 1891; sin embargo, a raíz de las fuertes lluvias entre los meses de marzo y abril debido al fenómeno “El Niño”, se suspendieron las obras. Según el periódico “El Republicano” de Chiclayo del 5 de mayo de 1891, “el señor alcalde está tomando todas las medidas necesarias para que principie lo más pronto posible el trabajo de los empedrados. Nos alegramos de que así sea, porque muchas calles están en estado deplorable”.

Lo anterior no quita valor al trabajo realizado por el Sr. José Francisco Cabrera, quien fue el propulsor de un empedrado general de las calles de Chiclayo. El historiador Freddy Centurión, afirma: “Según los registros municipales de Chiclayo, don José Francisco Cabrera ocupó la alcaldía de Chiclayo en cinco ocasiones: del 3 de enero al 18 de abril de 1917, del 24 de mayo al 20 de noviembre de 1917, del 19 de diciembre de 1917 al 31 de diciembre de 1918, del 3 de mayo al 28 de junio de 1922, y del 20 de diciembre de 1922 al 17 de enero de 1923…El mejoramiento del Parque Principal de la ciudad fue uno de los tantos objetivos de Cabrera, emprendiendo el empedrado de calles emblemáticas y la construcción de veredas y parques, además de promover las viviendas para obreros y personas de la clase media”.

El semanario "Carteles" de Chiclayo, dirigido por Nicanor de la Fuente (NIXA) del 5 de enero de 1946, informa que en Monsefú (por el advenimiento del nuevo año) se organizó una serie de obras progresistas en la ciudad: la inauguración de un nuevo puente sobre la avenida “Cherres”, acciones de higiene y salud pública y el empedrado de las calles colindantes con la estación del ferrocarril de Eten. Por alguna razón inexplicable las autoridades locales suspendieron la obra del “empiedro” (empedrado) de las calles colindantes a la estación con el consiguiente reclamo por parte de la población.



Las calles con el ancho de una carreta, empedradas y zigzagueantes; configuradas de manera natural por el paso de las “bestias” y de un solo sentido, son parte de una historia que se resiste a desaparecer. ¡Bien por eso! Que todos puedan tener el privilegio de atesorar las imágenes sobre nuestro origen.