lunes, 25 de julio de 2022

Fiestas Patrias de 1890: Un ejemplo de amor al Perú.

 

Casi en la cuarta parte del siglo XXI, las distintas corrientes ideológicas y la confusión de una sociedad a la que no le basta lo evidente nos obliga a reflexionar y redefinir términos que, en otro tiempo, tuvieron significado indiscutible y diáfano. ¿Qué significa hoy ser patriota? ¿Qué es amar al Perú? ¿Estamos dispuestos a “dar la vida” para construir una patria mejor? Sin lugar a dudas, los valores (también el patriotismo) han sido puestos en tela de juicio por una modernidad que nos “extiende” globalmente y nos reduce por falta de buenos recuerdos y el reconocimiento de la labor de innumerables prohombres. Este relato busca mostrar como Chiclayo se movilizó motivada por el patriotismo en torno a sus héroes; cómo los reconoció y agradeció su valor, siendo personas de todas las edades y condiciones quienes nos han legado un gran ejemplo de amor al Perú que, espero, podamos nosotros imitar y superar.

Las fiestas patrias de 1890 fuero de las más significativas que experimentó la ciudad de Chiclayo a lo largo de su historia republicana. Por décadas se habló de aquellos actos conmemorativos en honor a los lambayecanos caídos en la Guerra del Pacífico y que se realizaron el día 20 de julio de 1890.

El Periódico "El Republicano" fechado en Chiclayo el 26 de julio de 1890 (p. 3) publicó la Crónica "Honras fúnebres" en la que narra el acto cívico religioso ocurrido días antes, y fue considerado parte del programa por las fiestas patrias de 1890, en memoria de los héroes lambayecanos de la Guerra del Pacífico: Elías Aguirre, Diego Ferré, Juan Faning, José Andrés Torres Paz y "P. Gómez. Muerto en la Batalla de Miraflores". El acto estuvo encabezado por el prefecto departamental y tanto las casas de nuestra ciudad como los locales de las instituciones, mostraron un luto y recogimiento total en honor a tan insignes y valerosos conciudadanos. Se vio "Las banderas de las colonias extranjeras y de particulares a media asta, las puertas medio cerradas y vestidas de luto, la enlutada y silenciosa romería que acudió a la iglesia y los arcos especialmente el túmulo de la Sociedad Amantes de las Artes, la suspensión del tráfico de vehículos y por último el aspecto lúgubre de la población, todo nos decía que el departamento está de luto, que Chiclayo sabe honrar la (ininteligible) de sus héroes y particularmente de sus hijos".

El cronista, no puede evitar referir “la profunda impresión que (causó) la imponente ceremonia con que Chiclayo ha honrado la memoria de los mártires de la guerra”; así como el cumplimiento estricto del programa preparado para tal fin. Desde las 11 del día, acudían a la “Casa Prefectural” de la Calle San José, las escuelas de varones, colegio nacional de “San José”, sociedades libres, municipalidades, miembros del poder judicial, militares, etc. Empezando el desfile del cortejo fúnebre. Los oficios fúnebres fueron en la Iglesia Matriz la cual presentaba un aspecto serio e imponente; sus columnas vestidas de negro con lágrimas de plata mostraban carteles donde se leían inscripciones patrióticas, figurando en ellas los nombres de los héroes a quienes se rendía homenaje de gratitud. Coronas, cruces y alegorías guerreras de flores naturales y artísticas, fueron ofrendas de las “matronas” de la localidad y de algunas instituciones y escuelas.

Un sencillo y elegante catafalco se levantaba en el centro de la iglesia, en él se veía cual reliquia la casaca y chaleco acribillados a balazos del inteligente chiclayano José Andrés Torres Paz. Tales restos hicieron derramar lágrimas a los presentes. A los costados, entre flores de laurel y rosas naturales, los retratos de Elías Aguirre, Diego Ferré, José A. Torres Paz y el coronel Faning. Llamó mucho la atención un retrato encerrado en una modesta corona, en cuya inscripción se leía “P. Gómez muerto en la batalla de Miraflores – sus padres”. ¡Honor y gloria a este héroe hasta hoy desconocido!

Los actos tuvieron un matiz de urgencia cuando se produjo un amago de incendio ocasionado por el derrame de un hachón inflamado que no impidió el desarrollo de la ceremonia fúnebre presidida por el Sr. Vicario de la Provincia Presbítero José María Maza y diez sacerdotes. Se conformó una orquesta compuesta por los mejores músicos del departamento y dirigida por el profesor Manuel J. Tejada que acompañaron todos los actos celebrados. La homilía patriótica a cargo del sacerdote Andrés C. Jaramillo, pasará a la historia de nuestra ciudad según el cronista por su discurso de elevadas ideas, estilo florido y galano, oportunas apreciaciones históricas y patrióticas.

Concluida la ceremonia, el cortejo fúnebre se trasladó a la esquina de la calle Real (hoy Elías Aguirre) que entra a la plaza de armas, donde se elevó el elegante arco levantado por la Sociedad “Obreros de la Unión” donde a nombre de dicha institución, dio un discurso patriótico el Sr. Gervasio Arizola. Toda la antigua calle Real hasta la salida de la estación del ferrocarril a Eten (en el actual local del Banco de la Nación) lucía las fachadas con banderas, cortinas, coronas; destacando la decoración en la vivienda del Sr. Clodomiro Caucci, en la cual se leyó “Homenaje a las víctimas de la Guerra”. Entre las calles Santo Domingo (actual Juan Cuglievan) y la calle Real (Elías Aguirre), la Sociedad “Cruz de acero” (inexistente en la actualidad) construyó un elegante arco que tenía el retrato de Miguel Grau y demás héroes del “Huáscar”; aquí se detuvo la comitiva para oír el discurso excelente del Sr. Rodimiro Campos (presidente de dicha sociedad). En la esquina siguiente se elevó el vistoso arco levantado por el Club “Instrucción y Recreo” representado por el Sr. Dr. Ramón Navarrete y frente al hospital, la Sociedad “Amantes de las Artes” construyó un precioso monumento que llamó la atención por su elegancia y diseño artístico. Era un túmulo que mostraba en la parte superior el Monitor Huáscar rodeado por frases patrióticas. En el lugar, tomó la palabra el Sr. Juan de Dios Lora y Cordero, presidente de dicha sociedad quien improvisó un vehemente discurso, exaltando el patriotismo con su sentida palabra. Concluido el discurso se puso la primera piedra (obsequiada por la Sociedad “Amantes de las artes”) del monumento a los héroes en la plazoleta del hospital dejándose oír el discurso agradecido del Prefecto departamental. Los discursos continuaron con los señores José María Arbulú Balcázar, el Dr. José Rivadeneira, el joven Maximiliano A. Campos Pizarro y el Sr. Juan Manuel Colmenares.

En toda la ciudad se mostraba las banderas de las colonias extranjeras y de particulares a media asta, las puertas medio cerradas y vestidas de luto, la enlutada y silenciosa romería que acudió a la iglesia y los arcos especialmente el túmulo de la Sociedad “Amantes de las Artes”, la suspensión del tráfico de vehículos y por último el aspecto lúgubre de la población, todo nos decía que el departamento está de luto, que Chiclayo supo honrar la memoria de sus héroes y particularmente de sus hijos.

 

viernes, 15 de julio de 2022

Crónicas sobre las “Cruces” y su devoción en prensa lambayecana de inicios del siglo XX

 

                                                 "Cruz de Chalpón" - 5 de agosto de 1907.

Foto: H. Bruning

El periódico “La Estrella del Norte” de Lambayeque del 6 de mayo de 1849, refiere a la Fiesta de la Cruz y denuncia ante la Parroquia “a indios de llevar el estandarte de la Cruz a sus borracheras (pidiendo) se sujeten los devotos a sacarlo solo en las procesiones”. Además, Eric Mendoza afirma que en 1825 se realizaban festividades en honor de la Cruz del Camal y en 1878 la fiesta en honor a la "Cruz de la Alameda", ambas en Jayanca. En 1936, en Ventarrón, ya se celebraba la festividad en honor a la Cruz de Chota, siendo su día central el 28 de julio de cada año.

                                           "Cruz de Mayo" de la Capilla de Verónica

                                                               Foto s.a/s.f años 40
Una antigua foto de la Capilla “La Verónica”, ubicada en la calle Torres Paz, y fechada "años 40", muestra a la derecha de la puerta principal a la "Cruz de Mayo" perfectamente ornamentada (señal de veneración); aunque la fotografía muestra a una banda de músicos y numerosos niños frente a la reja de ingreso de la capilla, no he podido encontrar registro de sus festividades anual y de medio año y no es posible afirmar que la fotografía corresponda a dicha festividad.

El periódico “El Departamento” de Chiclayo del 19 de junio de 1920, refiere a la festividad de “La Cruz de Chiclayo Chiquito”. La zona de “Chiclayo Chiquito” o zona forastera de “Villa del Sol” se ubicó cerca del actual Parque Obrero y la Cruz a la que referimos es la que se encuentra al lado izquierdo de la puerta de ingreso a la Iglesia ubicada en la esquina de las calles Leticia y Arica. La crónica indica que la festividad fue muy concurrida y el programa preparado por los mayordomos fue variado. Hubo fiestas en las casas particulares, juego de tejas entre jugadores de Chiclayo y Ferreñafe, quema de fuegos artificiales, bandas de músicos y se abrió un salón de baile popular con instrumentos de cuerda y cantantes criollos como Fernández Pachón y Paz al cual se podía ingresar a cambio de 50 centavos.


El periódico "La Integridad" de Chiclayo del 6 de julio de 1927, anunció la circulación de los programas impresos de la feria en honor a la Cruz de Chalpón en Motupe. Se anunció la presencia de las bandas "GRAU" de Ferreñafe y "GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ" de Mórrope; fuegos artificiales por tres días, se programó la inauguración de la reconstrucción del templo, procesiones, arcos triunfales y la participación de la FILARMONICA DE FERREÑAFE. Se confirma que, cada año, “la devoción al madero sagrado congrega a millares de devotos y excursionistas de los departamentos de Piura, Lambayeque, Cajamarca y La libertad”. El periódico “La Noche” de Chiclayo del 28 de agosto de 1953, presenta la crónica titulada “Pueblo de Motupe reclama 50% de limosnas, dice Sucesos de Lima”; luego, refiere que desde el descubrimiento de la Cruz del Cerro Chalpón el 5 de agosto de 1868 por José Mercedes Anteparra y Rudecindo Ramírez, las celebraciones en torno al sagrado madero congregan a personas de Jaén, toda la costa norte, Lima, la zona sur del país e inclusive su influencia llegó hasta la región de Loja en Ecuador; siendo fabulosa la cantidad de dinero obtenido por limosnas, los quintales de oro y plata y los cientos de kilos de cera derretida que se obtiene del templo y la gruta. Refiere que, durante la procesión, son más de diez las veces que se debe cambiar el manto para poder soportar el peso de las limosnas y joyas que ofrendan los devotos. Refiere “la feria de Motupe moviliza millones de soles, pero el pueblo vive en el mayor abandono y no se sabe que utilidad se da a los millares de soles que se recauda anualmente por concepto de limosnas…”. Se informa que los párrocos de Motupe han sido sucesivamente extranjeros y el reclamo por un párroco nacional ocasionó una crisis reciente resuelta con la intervención del Prefecto del departamento. El pueblo elevó un reclamo: que el 50% de lo recaudado por limosnas, quede en el pueblo para la ejecución de obras públicas: agua potable, alumbrado, locales escolares, etc.

Debo mencionar las festividades de la Cruz de Pimentel (muy antigua, desde inicios del siglo XX) y la Cruz de Tumán, centro de veneración de ciudadanos de origen japonés al ser la zona un cementerio antiguo de personas de dicha nacionalidad.

martes, 12 de julio de 2022

Fábricas de Fines del Siglo XIX e Inicios del XX en Chiclayo

                                    Cervecería Freyler o "Estrella del Norte" de Chiclayo 1920

La prensa local de fines del siglo XIX e inicios del XX, reporta publicidad año con año en aumento sobre la apertura o la producción de fábricas dedicadas a la elaboración de diversos productos en Chiclayo. A continuación, una síntesis al respecto.

El periódico “El Chiclayano” de octubre de 1850, informa que el Sr. Juan Sierra (ojalatero) de la Calle Real, fabrica objetos diversos de metal como catres, entre otros.

El periódico “El Republicano” del 18 de junio de 1888, menciona a la Fábrica de cigarros “Los dos amigos” del Sr. Pedro M. Mercier y que se ubicó en la Calle Balta s/n. “El Norte” de Chiclayo del 20 de diciembre de 1905, menciona a la fábrica de cigarros a máquina de la Sociedad Cigarrera “La Fama”, ubicada en la cuadra uno de la antigua Calle Real (hoy Elías Aguirre). “La Tarde” de Chiclayo del 10 de mayo de 1902, informa la existencia de la fábrica de cigarros “La Marina”.

Hubo una fábrica de velas, propiedad del Sr. Aurelio Montenegro, ubicada en la Calle Real. En 1902, dicho establecimiento se incendió según reportó el periódico “La tarde” de nuestra ciudad del 13 de mayo del mismo año). La campana de la Iglesia Matriz dio la alarma dio la alarmar minutos antes de las 12 de mediodía, provocando la masiva concurrencia de pobladores en ayuda del Sr. Montenegro. Se reportó que fueron las chispas del bracero las que provocaron el incidente.

“El Republicano” del 21 de agosto de 1900, publicita la fábrica de chocolate en la Calle Real N°148 y la fábrica e importadora de calzado del Sr. Pedro Samillán.

“El Departamento” de Chiclayo del 29 de julio de 1900, publicita la fábrica a vapor de aguas gaseosas y fideos de Patroni Escurra & Cía. Ubicada en la Plaza Aguirre.

Existen antiguas fotografías de las fábricas de sombreros Escajadillo y Farro de la Villa de Eten, entre 1900 y 1910.

"El Departamento" de Chiclayo del 22 de mayo de 1906, publicita la fábrica de sombreros del Sr. Bernardo Puémape de la calle Independencia de Monsefú.

El periódico “"El Progreso" de Chiclayo del 15 y 18 de diciembre de 1908, informa la existencia de la fábrica de sombreros de Francisco J. Carrillo de Ciudad Eten.

"El Grito del Pueblo” de Ferreñafe del 16 de octubre y 18 de noviembre de 1909, menciona a la fábrica de calzado “La Americana”.

"El Grito del Pueblo" de Ferreñafe del 18 de diciembre de 1909 y 15 de enero de 1910, comunica la producción de la fábrica de fideos del Sr. Benjamín Reyes.

El periódico “La Tarde” de Chiclayo del 24 de abril de 1913, refiere a la fábrica de escobas del Sr. José Limo López, con un negocio variado que incluye medicinas, instrumentos de varias clases, arriendo de casas y otros artículos, como destaca un año antes el periódico “El Heraldo del Norte” del 25 de junio de 1912.

El “Heraldo del Norte” en su edición del 25 de junio de 1912, registra un aviso publicitario de la Fábrica de Mosaicos de Mateo Waldispuhl, establecimiento que existió en nuestra ciudad desde inicios del siglo XX.

                                                 Fábrica de Mateo Waldispuhl (1912)

El “Eco de Ferreñafe” del 26 de diciembre de 1913, anuncia la inauguración de la fábrica de hielo del Sr. Juan Miguel del Solar.

Un aviso publicitario aparecido en “El Departamento” de Chiclayo del 5 de noviembre de 1918, informa sobre la Fábrica de camisas y colchones del Sr. Manuel León. Se ofrece camisas confeccionadas “por medio de la electricidad”.

Una antigua fotografía de nuestra ciudad que pertenece a la colección NIXA del Archivo Regional de Lambayeque, muestra el edificio de la Cervecería Freyler o “Estrella del norte”. Construido en 1920, se ubicó detrás de la actual piscina municipal en la actual Calle Vicente de la Vega.

El periódico "La Hora" de Chiclayo del 21 de marzo y 11 de setiembre de 1931, 7 de enero de 1932, informa sobre la fábrica de bebidas gaseosas Fratelli Cassinelli, que elaboró sabores de soda, kola, royal, ginger, soda seltz y soda wáter.

“Ahora” de Chiclayo del 29 de diciembre de 1933, comunica la existencia de una fábrica de chocolate en la Calle Ganaderos y denuncia la explotación de trabajadoras obreras de una a quienes se les obliga a trabajar sobretiempo y se les paga un jornal de 70 centavos (la mitad de lo debido).

“El Centinela” de Pacasmayo, en su edición de enero de 1939, comunica la existencia de una fábrica de embutidos y jamones en el local del Hotel Italia de Chiclayo, ubicado en la Calle Elías Aguirre N° 66.

 “Carteles” de Chiclayo del 9 de marzo de 1946, menciona a la fábrica de muebles “El Hogar” Ubicado en la Calle Elías Aguirre N° 21. No menciona al propietario.

Lo anterior no es más que una parte de ese signo prodigioso de prosperidad que marca positivamente a nuestra tierra.