jueves, 6 de octubre de 2022

Chinos en Chiclayo: Opio, juego y prosperidad*

 

                                                   Familia Dejo Laos (inicios del siglo XX)


*Ensayo ganador del Concurso sobre inmigración china convocado por UDEP y el Instituto Confucio.

La comunidad China en es una de las más importantes del Perú. Según Rodríguez (2000) los chinos (colonos, asiáticos u orientales) llegaron desde 1849 engañados o presionados por compromisos que los llevaron a firmar en China un contrato que en nuestro país significó una condición de semi esclavitud. Su presencia en el departamento de Lambayeque fue inmediata[1]. El periódico “La Estrella del Norte” de Lambayeque del 16 de diciembre de 1849 publicó un aviso de los señores Elías y Rodríguez, responsables de la contrata:

 

Habiendo obtenido un privilegio exclusivo del Soberano Congreso para la internación de colonos chinos en los departamentos de Lima y La Libertad, hemos autorizado al Sr. D. José Sevilla para que en representación nuestra pueda celebrar contratas… los chinos son muy laboriosos, inteligentes y dóciles… siendo de la obligación de los patronos alojarlos, mantenerlos y curarlos en sus enfermedades cuando estas no son causadas por vicios suyos.

 

El presente ensayo muestra los registros en medios periodísticos de Chiclayo entre fines del siglo XIX e inicios del XX sobre el ciudadano chino, sus costumbres y progreso; además, permite conocer la percepción de los pobladores de la época sobre esta comunidad que inicialmente fue sometida a una condición laboral indigna, discriminada por su participación en los juegos de azar y el consumo de opio ("focos de inmoralidad y decadencia humana" según Contreras, 2012) hasta convertirse en protagonista de la prosperidad comercial de la provincia y agente de servicio a sus connacionales y a los chiclayanos gracias a su unión y perseverancia.

 

Rifa china y opio.

 

La rifa china, “chifatay, chifá o pac – ka – piú[2]” fue el juego de azar preferido del “bajo pueblo”, mujeres y niños. Era un papel con un muñeco en el centro del cual se desprendían objetos animales enumerados del 1 al 36. Costó 20 centavos y pagó 30 por 1. El comprador debía adivinar el objeto animal que saldría sorteado, recibía un comprobante y era inscrito en una planilla. El chino promotor de la rifa ingresaba a un cuarto oscuro desde donde, extendiendo el brazo, sacaba de un ánfora el objeto ganador. El Código Penal de 1863[3] sancionó con "cárcel en primer grado” los juegos de azar considerándolos como “vicio disociador”. En Chiclayo, “El Republicano" del 12 de julio de 1900, denunció los trámites de la empresa recaudadora municipal solicitando el regreso de las rifas chinas prohibidas desde 1897 y "El Departamento" del 29 de julio de 1900, inició una campaña contra el juego y las apuestas, uniéndose progresivamente otros medios de prensa. Se solicitó el cierre de las casas de juego iniciándose el trabajo policial con énfasis en las regentadas por ciudadanos chinos, develando una actitud racista al denunciarlos como promotores de inmoralidad afirmando sobre su origen que "(es) una raza que no trae al Perú sino vicios y relajamiento en todo". La campaña, fundamentada en una actitud moralizadora, tuvo visos de abuso constante. “El Horizonte” de Monsefú del 16 de diciembre de 1933, se rectificó de una acusación a ciudadanos chinos de “jugadores y consumidores de opio”; reconociendo que “no había sido nada cierto”.

La rifa china y el consumo de opio iban de la mano. En 1887, el gobierno estancó el opio[4] y el 5 de mayo de 1891, se instaló en Chiclayo el “Estanco de opio” administrado por Félix Curiel, único vendedor oficial de opio en la ciudad. Fue tal la cantidad de fumaderos que se hicieron constantes desinfecciones a cargo de la municipalidad, como informa “El Departamento” del 5 de julio de 1916.

 

Racismo y discriminación

 

El racismo, es la “exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otros con quienes convive” (DRAE, 2015). Se evidenció dicha actitud discriminatoria contra los ciudadanos chinos en Chiclayo, especialmente contra los chinos pobres quienes fueron empleados en tareas indignas; mientras los prósperos, eran vistos con recelo y sospecha por sus competidores en las actividades comerciales. Por ejemplo, “La Concordia” del 26 de junio de 1936, informa de un telegrama que la Cámara de comercio de Lambayeque envió a las de Piura y Pacasmayo: “controlen comerciantes chinos - acaparan productos especulando con el pueblo agricultor”.

 “El Bronce” del 30 de noviembre de 1925, presentó una composición que mostró la actitud discriminadora de algunos chiclayanos contra los chinos "Oye chinito ven, no seas nervioso; el opio y el arroz te hacen daño. Fuma alma de mujeres; aspira fragancias de cielo, huele lágrimas. Aliméntate con nítralos de rosa, mastica rayos de sol, rumiando Crepúsculos, bebe rocío". Este trato es común en las sociedades cuyos ciudadanos se perciben superiores a otros por razón de cultura u origen. Algunos chinos trabajaron como “desagües ambulantes”, cargando latas y cobrando precios por "agüita con mojón" y "agüita sin mojón" que depositaban en la Pampa Chirinos[5]; así lo informa “Crítica” del 17 de diciembre de 1930, indicando que por el alto costo del desagüe municipal los chiclayanos “(usan) maneras de desagüe que los munícipes prohíben y multan”. Su semblante fue también denunciado como una carencia; “Ahora” del 9 de diciembre de 1933, informó que en una panadería de la calle San Pedro comerciantes chinos expendían productos con “mal semblante” y afirmó: “no es posible que se descuide el estado de salud de los expendedores, (por ser un) grave peligro para los consumidores”.

 

 

 

 

Prosperidad e integración

 

La prensa de Chiclayo muestra, desde fines del siglo XIX, publicidad de negocios chinos que ofertaban sus productos denotando estatus y prosperidad, además de una innegable laboriosidad que sustenta su éxito comercial.

“El Comercio” del 17 de setiembre de 1890, publicitó los productos de Chon Sin Lon y el almacén de Benito Dejo Cabrero; “La Provincia” del 2 de marzo de 1895, comunicó la compra de una panadería en la calle de calzoncillo por Francisco Ton Way. “El Diario” (s.f) de 1903, publicitó el almacén de Wing On tay en la Calle Real; “La tarde” del 15 de julio de 1903, publicitó al herbolario Jo Kin Lan en Chiclayo y Monsefú; “El Departamento” del 14 de julio de 1906, calificó los hoteles “Progreso” y “Chung Chong” (de propiedad del “chino ñato”) como lugares de mal vivir; el mismo medio del 19 de junio de 1920, mencionó a la tienda de Ricardo Wu que perteneció a Felipe Chung. Se aprecia la cantidad y diversidad de establecimientos.

En las décadas de 1930 y 1940 aumentan los avisos comerciales: “La Patria” del 3 de junio de 1932, publicita la panadería de José Chú, el restaurante “Shangay” y la bodega de Yock Fong. Persistió el racismo y la campaña contra los juegos de azar y el consumo de opio; “La Patria” del 28 de febrero de 1934, afirma “chinos comerciantes … (son) un peligro para la salud del vecindario”. El 26 de marzo de 1937, “La Patria” informa que un incendio redujo a cenizas el establecimiento “El Imán” de Augusto Wong[6] y la Guía Comercial e Industrial de Chiclayo (1947) registró 25 centros comerciales mayoristas y 40 comercios minoristas, todos ellos ubicados en las calles céntricas de la ciudad.

En 1864 se fundó la Sociedad de Beneficencia China “Chun Wa Huy Kung" de Chiclayo, siendo Don Puy Mau su primer presidente. Compraron un local que tenía dos salones de recepción, hospedaje y templo ("Guangong"). La próspera Colonia china de Chiclayo protegió a sus connacionales y relacionó a su institución con obras de bien social. “El Obrero de la Unión” del 24 de setiembre de 1891, informa la exitosa presentación de una Compañía asiática afirmando “los hijos de esa colonia buscan solaz y entretenimiento”. “El Republicano” del 27 de junio de 1900, menciona la existencia de un hospital chino en pésimo estado de higiene y “Ahora” del 14 de diciembre de 1933, comunica la asistencia de asiáticos al evento de la Colonia china en el Cine Iris para apreciar la película “La Guerra de Manchuria”.

La Colonia china aportó a la lucha contra la tuberculosis. “Trayectoria” del 3 de marzo de 1943, informa su contribución a favor de la Colonia Climática "Fray Martín de Porres" a través de su Comité de damas.

 

En conclusión, desde su llegada al Perú en 1849, la comunidad China de Chiclayo (según los registros en medios periodísticos de la provincia) pasó de una condición de trabajo por contrata en condiciones indignas y de semi esclavitud a otra de discriminación por su origen y costumbres. La percepción de los pobladores entre fines del siglo XIX e inicios del XX devela una actitud racista al calificarlos como viciosos (por su afición a la rifa china y el consumo de opio), especuladores en el ámbito comercial y pálidos o de “mal semblante” por la tonalidad de su faz. Su laboriosidad fue fundamento de su prosperidad comercial; el apoyo a sus connacionales a través de la Sociedad de Beneficencia China y su integración con la comunidad local a través de obras benéficas. El aporte de la comunidad china de Chiclayo constituye un ejemplo de constancia y práctica de virtudes humanas.

Referencias

 

1.   Cabrejos, C. (2016) Almácigos de historia lambayecana. Ed. Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.

2.   Contreras, C. (2012) La economía pública en el Perú después del guano y del salitre. Ed. Instituto de Estudios Peruanos.

3.   Díaz, M. (2013) Juegos y muerte en Chiclayo. Ed. Miguel Ángel Díaz Torres.

4.   MINERVA (1947) Guía Comercial e Industrial de Chiclayo. Ed. MINERVA.

5.   Muñoz, F. (1999) Diversiones públicas en Lima, 1890-1920: la experiencia de la modernidad. Ed. Fondo

6.   Periódico “La Estrella del Norte” de Lambayeque del 16 de diciembre de 1849.

7.   Periódico “El Comercio” de Chiclayo del 17 de setiembre de 1890. “Chon Sin Lon Valqui & Cía.”.

8.   Periódico “El Republicano” de Chiclayo del 5 de mayo de 1891. “Estanco del opio”.

9.   Periódico “El Obrero de la Unión” de Chiclayo del 24 de setiembre de 1891. “Compañía asiática”.

10.               Periódico “La Provincia” de Chiclayo del 2 de marzo de 1895. “Aviso público”.

11.               Periódico “El Republicano” de Chiclayo del 27 de junio de 1900. “Hospital chino”.

12.               Periódico “El Republicano" de Chiclayo del 12 de julio de 1900. “Editorial”.

13.               Periódico "El Departamento" de Chiclayo del 29 de julio de 1900. “Una lepra mortal”.

14.               Periódico “La tarde” de Chiclayo del 15 de julio de 1903. “Jo – Kin – Lan. Herbolario asiático”.

15.               Periódico El Diario” de Chiclayo (s.f) de 1903. “Wing On Tay & C.”.

16.               Periódico “El Departamento” de Chiclayo del 14 de julio de 1906. “Crónicas. Hotel Progreso – Hotel Chung Chong”.

17.               Periódico “El Departamento” de Chiclayo del 5 de julio de 1916. “De higiene”.

18.               Periódico “El Departamento” de Chiclayo del 19 de junio de 1920. “Traspaso”.

19.               Periódico “El Bronce” de Chiclayo del 30 de noviembre de 1925. “Chinito”.

20.               Periódico “Crítica” de Chiclayo del 17 de diciembre de 1930. “Los tanques para el servicio de desagüe”.

21.               Periódico “La Patria” de Chiclayo del 3 de junio de 1932. “Avisos comerciales”.

22.               Periódico “Ahora” de Chiclayo del 14 de diciembre de 1933. “La colonia china ofreció un espectáculo cinemático”.

23.               Periódico “Ahora” de Chiclayo del 9 de diciembre de 1933. “Una panadería y dulcería atendida por asiáticos enfermos”.

24.               Periódico “El Horizonte” de Monsefú del 16 de diciembre de 1933. “Rectificación”.

25.               Periódico “La Patria” de Chiclayo del 28 de febrero de 1934. “Los chinos juegan – chino tuberculoso”.

26.               Periódico “La Concordia” de Chiclayo del 26 de junio de 1936. “Sobre el problema del arroz”.

27.               Periódico “La Patria” de Chiclayo del 26 de marzo de 1937. “Apuntes sobre el incendio realizado la noche del 26 del pasado mes”.

28.               Periódico “Trayectoria” de Chiclayo del 3 de marzo de 1943. “Colonia climática Fray Martín de Porres”.

29.               Rivero, T. (1976) Lambayeque: Sol, flores y leyendas.

30.               Rodríguez, H. (2000) Herederos del dragón: historia de la comunidad china en el Perú. Ed. Fondo Editorial del Congreso.



[1] Teodoro Rivero Ayllón, afirma en” Lambayeque, Sol, flores y leyendas” (1976) que “En Lambayeque la primera hacienda fue importó chinos fue Pátapo. Hacia 1891, solía verse a estos infortunados, en condición miserable. Trabajaban como esclavos, encadenados, al pie del conductor de la caña de trapiche. Otros se instalaron en Chiclayo y abrieron tiendas de comercio, bares, chifas. Tenaces, laboriosos, hicieron alguna fortuna y volvieron a Cantón, a las nostálgicas riberas del Si Kiang, o radicaron definitivamente en Chiclayo.

[2] En “Juegos y muerte en Chiclayo” (2013), Miguel Díaz Torres menciona que la rifa china “(era) también llamada chifatay o chiffá, pero entre los asiáticos era conocida como Pac-ka-piú”; sin embargo, En la obra de Fanni Muñoz Cabrejos, se menciona que hubo prohibición contra “los juegos de maracas, la rifa china y el llamado pacapiú; todos ellos promovidos por la población china”.

[3] En la obra “Diversiones públicas en Lima, 1890 – 1920: La experiencia de la modernidad” de Fanni Muñoz Cabrejo, se afirma que el Código Penal de 1863 en su sección duodécima tiene un acápite referido a los juegos y rifas. Se norma el juego de azar, se indican las penas a los aficionados y a los dueños de fondas, cafés y demás establecimientos de esta especie Que consientan el juego de azar, pagarán multas de cincuenta a quinientos pesos (Perú 1863: 98).

[4] Según Humberto Rodríguez Pastor, Vendiendo el opio a sus trabajadores, hacendados como los Aspíllaga de Cayaltí, fueron capaces de recuperar una buena parte de los sueldos que pagaban a sus culíes. A la luz de los niveles inmensos de consumo y ganancias, el gobierno de Perú estableció un monopolio estatal en la importación de opio (Estanco de Opio) en 1887.

[5] El trabajo de los chinos pobres como desagües ambulantes, es parte de tradición oral de Chiclayo. Personas de más de 80 años de edad recuerdan haber visto u oído sobre esta actividad.

[6] La crónica presentada por el periódico “La Patria” sobre el incendio del establecimiento “El Imán” incluye la evaluación que hicieron las autoridades y población sobre la necesidad de contar en Chiclayo con una compañía de bomberos bien implementada.