miércoles, 7 de febrero de 2018

Las Plazas de Toros de Chiclayo


fotografía aérea de la ubicación de la primera plaza de toros de
Chiclayo.
Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo - Miguel Díaz Torres.
La primera plaza de toros de Chiclayo fue inaugurada en 1924 siendo apadrinada por el entonces Prefecto interino del departamento Sr. Vicente Russo Fry. Fue su propietario el Sr. Juan Francisco Casaretto Ugaz, hijo de Juan Casaretto Farfalla inmigrante genovés quien junto a Nicolás, su hermano, llegaron a nuestra ciudad a fines del siglo XIX. La plaza estuvo ubicada en un solar, actualmente entre las calles Vicente de la Vega y Lora y Cordero, al que se accedía por un largo callejón frente a la Plazuela “Elías Aguirre” y al lado de la antigua Clínica Walter. Se pudo apreciar en el mismo lugar, según testimonio de Julio Ching Wong, a los Circos Caballini y, muy cerca, el colegio Peruano Japonés (luego Jardín de la Infancia y Colegio San Pedro). Don Miguel García Puémape, ciudadano ilustre de Chiclayo, afirma: “Aquella plaza la conocí en 1936, cuando se realizó una corrida de toros de casta, llevado por mi tío Ricardo Guerra Q. Grabé por siempre en mi memoria el instante cuando el toro embistió al caballo (sin peto protector) del picador y le abrió al jamelgo la herida por donde se le vaciaron los intestinos”. Un aviso de 1939 anuncia una corrida de toros con el “Niño de la Palma”, “Torerito de Triana” y al chiclayano César Quiñones a quien calificaron como “voluntarioso y entusiasta paisano”

Inauguración de la primera plaza de toros (1924)
Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo - Miguel Díaz Torres.
Anuncio de una corrida (1939)
Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo - Miguel Díaz Torres

La segunda plaza de toros de nuestra ciudad se ubicó en un solar antiguo usado por el desaparecido Molino Nacional para secar arroz y fue vendido al Sr. Virgilio Acuña en 1983 durante la gestión edilicia del Sr. Flavio Núñez Izaga. Actualmente está detrás de la Basílica de San Antonio en el terreno que ocupa un colegio y un conjunto habitacional. Según testimonio de la ciudadana Cotty de la Oliva, la plaza fue inaugurada en 1962, señala: “la mandó construir un grupo de aficionados como don Amado Lora Risco, Pepe Arrascue Díaz, entre otros. En su inauguración torearon Miguelín y Palmeño, después Rovira y otros” (Según Rafael Céspedes, "Rovira" nunca llegó a actuar en dicha plaza). También participaron en aquella ocasión, Consuelo Villanueva y Jorge Guevara quienes torearon al alimón.  Toreros aficionados desplegaban sus mejores artes: Armando Lora (propietario, además de un criadero de toros de lidia en Motupe), su hijo (apodado “el curro”), “Pochi” Doig, Gonzalo Gil, Ricardo Dejo, Alberto Ugaz, el novillero Orderique y su hijo el “banderillero Orderique”; varios de ellos actuaban, además en corridas en Tumán y en la sierra norte. Antes de su construcción, el solar era ring improvisado de algunos buscapleitos sanjosefinos quienes “cuidaban su honor” después del popular “chócala”.  Doña Ninfa Idrogo, cuenta que “En el edificio de la gran plaza cuentan que algunas noches veían a un torero dar vueltas en el primer piso, justo ocupa el espacio de la plaza de toros”. Hay quienes dicen que se improvisó, también, corridas de toros en el interior de la catedral y en el hospital las mercedes. Según Vicente Sierra León: “(se hicieron muchas obras) A base de estas corridas de toros, los fondos se destinaban a obras sociales, que administraba la Sociedad Beneficencia de Mujeres. La Sra. Victoria Vda. de Dall´Orso donaba el toro de lidia”. Merece ser mencionado el toreo bufo a cargo de compañías mexicanas y nacionales durante la década de 1970.
Corrida de toros años 70
Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo



Añadir leyenda
Cuadrilla en la que se aprecia a los accionistas de la plaza
Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo
Torero Chiclayano Paco Céspedes
Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo

Plaza de toros cerrada (1987)
Foto: Miguel Díaz Torres

Los impuestos y la cada vez menor acogida terminaron por paralizar la actividad taurina que, en Lambayeque, tuvo relativa acogida con dos haciendas de toros de lidia: La Viña, del Sr. Víctor Montero, y Yéncala del Sr. Nazario Villafuerte (Según Rafael Céspedes, Yéncala fue propiedad de don Humberto Fernandini). Además de Chiclayo, en Tumán las corridas de toros se organizaban en una pequeña placita y desde nuestra ciudad los aficionados viajaban gratis en tren.