Don Catalino García Lloctún, maestro peluquero. Propietario de la peluquería La Primavera. Foto: Antiguas Fotos de Chiclayo |
Para quienes vivimos de manera
presencial las costumbres de mediados del siglo XX y la experiencia de la
tradicional visita al peluquero por el corte de cabello escolar, alemán o rape
(según sea el caso, o el castigo); nos hará mucho bien recordar aquellos
lugares donde los antiguos fígaros de la ciudad desplegaban sus mayores
destrezas sobre las cabecitas infantiles, las adolescentes y aquellas que, con
cabellos blancos, compartían la sabiduría popular en interminables
conversaciones.
Cotty de la Oliva, afirma que desde
1930 atendió en Chiclayo la peluquería del Señor Ezequiel Bravo Lluncor, en la esquina
de las calles Elías Aguirre y Colon a la que concurrían, personas conocidas como
Enrique Woyke, Arturo Pastor Boggiano, Lorenzo Orrego, Félix Nepo Mora
(propietario de la Farmacia Pasteur), Nixa (quien la citó en innumerables
oportunidades en sus crónicas)… y disfrutaban de una amena conversación. Muy
cerca estaba la cigarrería Colón de la Familia Rondón. La peluquería de Don
Pedro Llontop en los bajos del Club de la Unión (en los antiguos portales). Don
Pedro, era el único que usaba guardapolvo blanco por aquellos días. La
peluquería del maestro Neciosup quien, además de cortar el cabello vendían “guachitos”
de lotería. La peluquería La Primavera del Maestro Catalino García Lloctún que hasta ahora existe y en la
cuadra 7 de Vicente de la Vega a un costado de una de las puertas de salida del
cine Dos de Mayo estaba la del maestro Martín Brenis, sub oficial de la FAP y
empresario de box, donde también mostraba su arte el gracioso maestro Heredia;
en Alfonso Ugarte, casi frente al colegio “Nuestra Señora del Socorro” la peluquería
del recordado maestro Renzo. En la esquina de las calles 7 de
enero y Leoncio Prado, un peluquero alquilaba bicicletas de paseo, todos lo conocían
como “tun tun”, y salía con un antiguo reloj despertador para controlar el
tiempo de arriendo. La peluquería del Sr. Banda, en la calle Manuel María Izaga
cdra. 4; hombre bonachón, silencioso y servicial que hacía además servicio a
domicilio con una pequeña maletita negra similar a la de un médico; su negocio
cerró debido al ensanche de la calle, entonces junto a su familia decidió
radicar en el distrito de Pimentel.
Mario Dávila, recuerda que la peluquería de los Sres. Pedro y
Aníbal Vílchez comenzó a funcionar en la calle Torres Paz (en casa de las
Srtas. Caycay hasta 1953), luego se trasladó a la cuadra 8 de Manuel María Izaga
y finalmente a la Av. Sáenz Peña; alquilaba bicicletas y fundó el club de
ciclismo “Flecha”, después se trasladó a la Av. Sáenz Peña. Las Peluquerías de
moda en los años 70s y 80s eran las del Sr. Millones, a la cual el suscrito
acudió hasta la adolescencia, ubicada en la cuadra 7 de Torres Paz, también la
del Sr. García en la esquina de Vicente de la Vega y Alfonso Ugarte y la
peluquería Lux en la misma calle. La peluquería Rentería, en la calle Eugenio
Moya, que funcionó desde 1942. La peluquería Colichón a media cuadra del parque
principal en la Av. Balta. La peluquería "El Dorado", del
sr. Arenas, entre Balta y San José, junto al hotel Bolívar. La peluquería "Valverde “ubicada en la esquina de 7 de
Enero con Leoncio Prado, frente a la bodega de Miura. Peluquería Neciosup en la
calle 7 de enero antes de llegar a Elías Aguirre. La peluquería del Sr. Jayashida,
ubicada entre las calles Tacna y Francisco Cabrera, cuyo salón estaba muy bien
decorado con imágenes del país del sol naciente. La peluquería del Sr. García en la calle Diego Ferre de “El Porvenir” (cerca al antiguo
cine Tumi). La peluquería Baquedano en Vicente de la vega y calle Bolívar de la
Urb. El Porvenir. La peluquería Salón azul ubicada en
los altos de la farmacia “El parque” de la familia Aita y frente al antiguo
Banco Popular. La peluquería Olea, en la cuadra 12 de Vicente de la Vega.
De seguro y algunos establecimientos
no han sido mencionados. Espero, al menos haber cubierto la mayoría de aquellos
lugares donde los chiclayanos que bordeamos o sobrepasamos el medio siglo
perdimos mucho de nuestro cabello pero ganamos grandiosas historias entre tijeras
y al filo de la navaja.
3 comentarios:
Como siempre un buen artículo, por cierto me he quedado sorprendido con la cantidad de peluqueros, arte desempeñado por ilustres caballeros, en los 90, ser peluquero era sinonimo de homosexualidad... Como cambiaron los tiempos, ahira invadidos por las barberias
Gracias por compartir su artículo. Me hizo retroceder en el pasado y creo que a muchos les ocurrirá lo mismo. Yo me cortaba en la peluquería de los hermanos Olea en Vicente de la Vega,la cual aun persiste con el más joven de ellos.
Que buen articulo uno puede leer de mi querido Chiclayo - Dpto de Lambayeque... mi hizo retroceder en el tiempo y acordarme cuando iba a la peluquería que quedaba por el parque San Carlos de J. L. Ortiz , por 2 Señores ... ya no he ido por hay nose si seguirá funcionando ... =)
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