Restos mortales de don Juan del Carmen Santisteban "Maquinita" Fotografía: María Cecilia Luyo Balarezo |
Mencionar
a don Juan del Carmen Santisteban Vásquez, significaría hablar solo de una
persona más; sin embargo, referirnos a “maquinita” (el mote con el cual don Juan
fue conocido la mayor parte de su vida) resulta muy significativo para los
chiclayanos de mediados del siglo XX.
“Maquinita”
era muy conocido hasta fines de la década de 1980. Lo veíamos caminando por las
calles del centro de la ciudad simulando ser una locomotora (con sonido
incluido) o parado en una esquina, el parque principal o la plazuela, emitiendo
voz en cuello los comerciales de las emisoras de radio de la época los cuales
memorizó con letra y música incluida. Ante la consulta de los ciudadanos, “maquinita”
daba la hora exacta hecho que llamó siempre la atención pues no usaba reloj. Se
creía una radio. Para “cambiar de emisora” se tocaba el pecho y simulaba mover
o girar una perilla; entonces, “automáticamente” dejaba de “transmitir” con radio
Delcar para “convertirse” en radio Chiclayo, radio heroica, radio imperio y así
sucesivamente. Lo conocí siendo un niño: hombre robusto, de mediana estatura, ojos
algo desviados, cabello corto y piel cobriza; lo recuerdo amable, vestido con
un pantalón remangado, zapatillas blancas desgastadas y un polo de color caqui o
bibidí blanco percudido. Siempre lo vi salir de una casa ubicada en la calle
Tacna, propiedad de la familia Perleche, frente a la actual Residencial “Pascual
Saco” lugar que recorría a toda velocidad y mucho más cuando al grito de
¡maquinita! Que dábamos todos los niños de aquel tiempo la “locomotora” humana parecía
aumentar la velocidad. A veces se detenía y sacaba un objeto metálico, parecido
a un visor o cañón de cámara fotográfica con el cual, daba la impresión,
observaba la ruta que iba a seguir.
María
Cecilia Luyo Balarezo, una de las personas que más lo conoció afirma: “su
cumpleaños era el 24 de junio. No tenía familia cercana y vivía de la caridad
de las personas. Tenía muchas cualidades, una de ellas era dibujar. Recuerdo que
dibujó el Muelle de Pimentel y la Catedral de Chiclayo. Durante un tiempo vivió
en la Av. Sáenz Peña en casa del peluquero Pedro Vílchez, luego se trasladó a
casa de la familia Perleche en la cuadra 2 de la calle Tacna donde también vivió
el amor de su vida que se llamaba María. Luego pasó a casa de la familia
Quiñones Castro”.
Entierro de "Maquinita" Fotografía María Cecilia Luyo Balarezo |
El
tiempo, inexorable, hizo mella en la salud de nuestro popular y muy querido
personaje. Envejeció y enfermó. Los vecinos de las calles Manuel María Izaga
(cuadras 4 y 5) y Alfredo Lapoint (Teatro) lo alimentaban y proveían de
medicinas. Es digno recordar que en esta tarea participaron las señoras Tarcila
Quiñones, Juana Nakano, Margot Pflucker, la propia María Cecilia Luyo Balarezo y
el señor Luis Valencia quuien gestionó su internamiento en el asilo de
ancianos, lugar donde residió hasta su fallecimiento el 09 de febrero de 2012. Sus
restos fueron velados en el local del Club Cajamarquino en la cuadra 5 de la
calle Manuel María Izaga y gracias a la donación del gerente de la Beneficencia
Pública de Chiclayo de aquel entonces, se logró sepultar sus restos en un nicho
de sétima fila del cementerio “El Carmen”. María Cecilia Luyo Balarezo, recuerda
“don Juan murió de pena… era un hombre muy inteligente, lástima que se
perdieran sus obras y no se sepa a donde fueron a parar”.
Entierro de "Maquinita" Fotografía: María Cecilia Luyo Balarezo |
Junto a
otros personajes como “Tuta”, “Chingao”, “Marchador” o “Chete”; “Maquinita” forma
parte de aquellas historias inolvidables de un Chiclayo que no se irá pues,
mientras haya quien recuerde sus presencias, vivirán y seguirán recorriendo las
calles y plazas, y de corazón a corazón posadas en las mentes de aquellos que
añoramos una ciudad que se fue pero que todavía vemos en nuestros más hermosos
recuerdos, nos alegrarán evocando un tiempo que gozamos y que jamás volverá.
1 comentario:
Recuerdo a maquinista, cuando vivía en la casa de los peluqueros vilchez, inolvidable personaje del Chiclayo de mi niñez
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