La gente de Ferreñafe en general, pero especialmente los residentes del distrito de Pueblo Nuevo son, hoy menos que antes, conocidos con este peculiar apelativo:"corta huevos con carrizo".
Para entender el origen de tal mote habrá que recordar que los antiguos habitantes de nuestra región usaban el carrizo en lugar del cuchillo para cortar la carne, sacrificar animales y todo tipo de labor que implique corte profundo. Es cierto, con sus tallos secos se fabrican techos para viviendas modestas, cortavientos y esteras. Sus hojas son excelente forraje para el ganado, sus flores se usan en variados adornos y arreglos y de su celulosa se obtiene papel; pero de todos sus usos nobles, debo destacar el de “cuchillo” para dar sentido a la historia que leerán a continuación.
Cuenta Don Julio César Sevilla (sociólogo, maestro y excelente ser humano) que durante la guerra del pacífico, en la zona de Pueblo Nuevo, un grupo de soldados chilenos ingresaron a una picantería con la finalidad de consumir chicha y piqueos. No era la primera vez que lo hacían y está demás decir que la cuenta nunca era cancelada. Se encargaron muy bien los invasores de pisotear la autoestima de nuestros paisanos portándose como dueños de una tierra que no era la suya y que ocupaban con las fuerzas de las armas de manera abusiva. Esta vez los hechos resultaron terribles: la hermosa hija de la propietaria de la picantería vio su honor mancillado. Recuperada del dolor, la madre de la agraviada, dio a consumir licor en tan abundante cantidad que los soldados terminaron tendidos sobre las mesas sin conocimiento, fue la borrachera tan grande que no sintieron nada al ser despojados de sus armas y uniformes. De esto se aprovechó la madre en su dolor para, con un carrizo en la mano, amputar el miembro viril de cada uno de los soldados quienes fallecieron momentos después de horribles muestras de dolor. Sus cuerpos fueron escondidos o enterrados en el mismo lugar y la familia agraviada fugó del lugar sin dejar rastro alguno.
Menciona el profesor ferreñafano José Primo Bonilla que hasta hace poco , los pobladores de Pueblo Nuevo daban las seis de la tarde como hora límite para que los forasteros abandonen las picanterías del lugar bajo amenaza de ser perseguidos carrizo en mano.
Muchas mujeres en Ferreñafe conservan hoy en día la costumbre de usar el carrizo. Me refiero a cortar carne res con carrizo. “Corta huevos con carrizo” no es un apelativo que refiera una costumbre ferreñafana actual, es parte de aquella riqueza que brinda ferreñafe a la cultura lambayecana; sinceramente así lo creo y espero. Por si las dudas cada vez que visite la hermosa tierra de la doble fe vaya usted con pantalón de doble bragueta o mire muchas veces su reloj para abandonar el pueblo antes de las seis de la tarde. Pórtese bien y respete a las damas.
He cumplido mi deber, esta usted avisado.
Para entender el origen de tal mote habrá que recordar que los antiguos habitantes de nuestra región usaban el carrizo en lugar del cuchillo para cortar la carne, sacrificar animales y todo tipo de labor que implique corte profundo. Es cierto, con sus tallos secos se fabrican techos para viviendas modestas, cortavientos y esteras. Sus hojas son excelente forraje para el ganado, sus flores se usan en variados adornos y arreglos y de su celulosa se obtiene papel; pero de todos sus usos nobles, debo destacar el de “cuchillo” para dar sentido a la historia que leerán a continuación.
Cuenta Don Julio César Sevilla (sociólogo, maestro y excelente ser humano) que durante la guerra del pacífico, en la zona de Pueblo Nuevo, un grupo de soldados chilenos ingresaron a una picantería con la finalidad de consumir chicha y piqueos. No era la primera vez que lo hacían y está demás decir que la cuenta nunca era cancelada. Se encargaron muy bien los invasores de pisotear la autoestima de nuestros paisanos portándose como dueños de una tierra que no era la suya y que ocupaban con las fuerzas de las armas de manera abusiva. Esta vez los hechos resultaron terribles: la hermosa hija de la propietaria de la picantería vio su honor mancillado. Recuperada del dolor, la madre de la agraviada, dio a consumir licor en tan abundante cantidad que los soldados terminaron tendidos sobre las mesas sin conocimiento, fue la borrachera tan grande que no sintieron nada al ser despojados de sus armas y uniformes. De esto se aprovechó la madre en su dolor para, con un carrizo en la mano, amputar el miembro viril de cada uno de los soldados quienes fallecieron momentos después de horribles muestras de dolor. Sus cuerpos fueron escondidos o enterrados en el mismo lugar y la familia agraviada fugó del lugar sin dejar rastro alguno.
Menciona el profesor ferreñafano José Primo Bonilla que hasta hace poco , los pobladores de Pueblo Nuevo daban las seis de la tarde como hora límite para que los forasteros abandonen las picanterías del lugar bajo amenaza de ser perseguidos carrizo en mano.
Muchas mujeres en Ferreñafe conservan hoy en día la costumbre de usar el carrizo. Me refiero a cortar carne res con carrizo. “Corta huevos con carrizo” no es un apelativo que refiera una costumbre ferreñafana actual, es parte de aquella riqueza que brinda ferreñafe a la cultura lambayecana; sinceramente así lo creo y espero. Por si las dudas cada vez que visite la hermosa tierra de la doble fe vaya usted con pantalón de doble bragueta o mire muchas veces su reloj para abandonar el pueblo antes de las seis de la tarde. Pórtese bien y respete a las damas.
He cumplido mi deber, esta usted avisado.
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