miércoles, 27 de diciembre de 2023

Referencias históricas sobre el inicio de la temporada de verano en Lambayeque

 



La región geográfica de Lambayeque, por su ubicación costera, tiene playas innumerables que, a lo largo de nuestra historia reciente, han sido puntos de atención de paisanos veraneantes. Ante el mar, como ante Dios, todos somos iguales. A continuación, muestro crónicas y reportes de prensa local y nacional sobre las temporadas de verano entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX. Les invito a disfrutar en estas líneas de las costumbres (casi extinguidas) que el verano traía consigo en las playas de Pimentel, Eten, Santa Rosa y San José que eran los puntos de encuentro de lambayecanos deseosos de aire puro, sol radiante, buena comida, diversión y relaciones sociales.



En diciembre de 1913, el periódico El Progreso de Chiclayo del 23 y 26 de diciembre, anuncia el inicio del verano o temporada de baños 1914. Un aviso de Luis Navarrete Guzmán ofrece en venta diversos y necesarios productos a los veraneantes de Eten, Pimentel, Santa Rosa y San José. Otro aviso hace mención al tren de baños, servicio especial del ferrocarril de Eten que se iniciaba el día 1 de enero a costo reducido y con servicio de ida a las 8 de la mañana y regreso a las 11 de la mañana por dicha temporada de sol.



En 1917, la Revista Variedades de Lima indica que “la temporada en Eten es intensísima en vida social… llena de paseos, de fiestas, de atractivos, es realmente encantadora y en ese puerto se pasan ratos realmente agradables”. La revista menciona los nombres de algunos distinguidos lambayecanos que fueron asiduos veraneantes: Augusto León; así como las familias Barandiarán, del Castillo, Laca, Noya, entre otras. En 1918, la Revista Variedades (fechada en 09 de marzo de dicho año) afirma que distinguidas familias de Chiclayo y Lambayeque han acudido con mayor animación que otras temporadas a la playa de Eten organizándose frecuentes bailes, paseos y fiestas, como las realizadas los días 10 y 12 de febrero. Una de ellas, la más sonada de aquel año, fue la del 10 y concluyó en la caleta (llamada así por aquel tiempo) de Santa Rosa con un origina banquete realizado a mitad de la calle. Afirma que el lugar al que acudía la crema innata de la sociedad lambayecana fue Eten. Esto no fue casual, existen fotografías de Noya (1916) que muestran comparsas, fiestas de máscaras y otras demostrando que Eten fue el balneario de moda desde, por lo menos, el año 1910.



Para 1921, la Revista Mundial de Lima presenta imágenes del fotógrafo Rómulo Menchola (afincado en Chiclayo) y afirma que los principales centros de veraneo del departamento fueron Eten y Pimentel. Destaca la presencia fluida de “caras bonitas”. En la Revista Mundial, de Lima, fechada 07 de abril de 1922; se publicó el artículo "Impresiones del viaje del señor Luis José de Orbegoso" en dicho artículo se hace referencias a Eten y Pimentel. Sobre Eten, menciona “no ha cambiado absolutamente nada la fisonomía y prácticas en este antiguo puerto del departamento de Lambayeque”; y, sobre Pimentel, “cuando conocí por primera vez esta antigua caleta, era un lugar completamente desolado…hoy ha cambiado completamente (destaca su modernidad”.



Hacia inicios de la década de 1930, el balneario de moda fue Pimentel. El periódico Ahora de Chiclayo del 11 de diciembre de 1933, afirma: “La temporada de verano en Pimentel se inicia – no obstante, la variación del tiempo, la temporada de verano se ha iniciado en el vecino puerto de Pimentel. El día de ayer se notó gran concurrencia de veraneantes, numerosas chicas se bañaron ofreciendo con la diversidad de los colores de sus vestidos animación y alegría”. A inicios de la temporada de verano de 1934 en Pimentel, el periódico Ahora de Chiclayo del 18 de diciembre de 1933, critica el mal estado del camino a dicho puerto, se anuncia la apertura del Hotel Comercio y del salón de Juanito León (sic) "ubicado donde quedó el salón de Finetti Paz" y se hace énfasis en la dificultad del tránsito para los ómnibus (góndolas) del señor Orderique que hacían servicio entre Chiclayo y dicho distrito. Sin embargo, sobre la expectación por la temporada, indica “la temporada veraniega que se avecina cobra especial animación en Pimentel, muchas familias han tomado casa, se ha notado cierto número de bañistas y la vida nocturna en el puerto es alentadora…”



Mientras tanto en Chiclayo, según reportó el periódico El Bien Agrícola del 19 enero de 1939, al inicio de la temporada de verano (como solía ocurrir por esas fechas) la municipalidad de Chiclayo ordena limpiar las letrinas, corrales, establos, pesebres, chicheríos, panaderías, dulcerías, heladerías, salones, restaurantes, bodegas, establecimientos de venta de mortadela, jamón, carne, mantequilla... Se pidió adecuada limpieza y refrigeración por el inicio de la temporada de verano.



Lo cierto es que, contra el mar infinito, como contra el hombre y la historia; el tiempo inexorable en su dinámica infinita, tampoco puede. Las personas, buscamos en el mar la paz, imágenes preciosas para el deleite y, a lo mejor, el encuentro reflexivo con si mismo, con Dios, con la eternidad. Que tu vida siempre sea verano.

 

 

 

martes, 5 de diciembre de 2023

Historia breve sobre la construcción del Hospital Las Mercedes de Chiclayo

 



Según la Revista Variedades de Lima, el 07 de junio 1917 se inauguró oficialmente el Hospital Las Mercedes de Chiclayo: “la ciudad de Chiclayo que en los últimos años ha experimentado un adelanto y una mejora visible en todas sus manifestaciones, ha querido dotarse también de un hospital que dentro de los limites de lo que podía sostenerse holgadamente, reúna los requisitos exigidos por la higiene moderna y por las reglas fundamentales que existen en materia de hospitales y así vemos que el vetusto hospital de esa ciudad esta a punto de ser clausurado para inaugurarse uno nuevo en cuya construcción ha colaborado entusiastamente el sentimiento público y la generosa iniciativa de algunos particulares. El hospital de la Merced como se ha de llamar el nuevo edificio una vez concluido, ha de ser el mejor hospital del norte. Constará de varios pabellones, una administración central y las dependencias necesarias”. El antiguo hospital, al cual refiere la nota de la Revista Variedades, es el mismo cerca del cual se veía montones de huesos y restos humanos según denunció el 3 de mayo de 1849 el periódico "Estrella del Norte", criticando la indiferencia de las autoridades y ciudadanos y solicitando la intervención de los curas.



Aquel 07 de junio de 1917, se realizó la inauguración del pabellón Santiago Luis González “con una espléndida ceremonia a la que acudieron las autoridades, los miembros de las corporaciones y de la Beneficencia, el señor González y cuanto de notable y prestigioso tiene la ciudad de Chiclayo”. Durante la ceremonia, el señor Santiago Luis González, pronunció un emocionado discurso en el cual ofreció realizar una colecta (suscripción) en el departamento para la compra de un submarino. Para tal efecto, realizó en el acto un donativo de diez mil soles. La bendición del pabellón fue realizada por el sacerdote Cipriano Casimir, se repartieron capillos y copas de fino champagne. Los planos y la construcción de este pabellón fue responsabilidad del ingeniero limeño señor Eduardo Elejalde Chopitea. Antes, el 20 de mayo de 1917, se había inaugurado un pabellón hospitalario donado por el acaudalado comerciante Juan Cuglievan.



Para la construcción del pabellón Santiago Luis González, la Sociedad de Beneficencia de Chiclayo, casi un año antes, convocó a postores para la venta de material de construcción, según publicó el periódico “El Departamento” de Chiclayo del 18 de noviembre de 1916. La convocatoria, decía “Obra del pabellón González del Hospital de las Mercedes – se convocan postores para la venta de 186 000 ladrillos y 280 metros cúbicos de piedra de cerro – la subasta tendrá lugar el jueves 23 a las 5:00 pm. En el local de la Sociedad de Beneficencia Pública – Chiclayo, noviembre 18 de 1916”.



El 17 de junio de 1919, según informó el periódico “El Departamento” del 19 de junio de 1919, se inauguró ante una gran multitud de todas las clases sociales el Pabellón Víctor Larco Herrera. El acto de bendición corrió a cargo del sacerdote Jerónimo Mondoñedo quien resaltó la importancia de los recursos materiales cuando estos son utilizados para la caridad y el servicio. El señor Francisco Cúneo Salazar, director de la Beneficencia Pública de Chiclayo, refirió en dicho pabellón se atenderá gente humilde de la ciudad que “encontrarán abrigo en sus horas de angustia”. Se repartieron lujosos capillos y, luego, todos los asistentes concurrieron a una fiesta de caridad. El pabellón Víctor Larco Herrera, fue amadrinado por la Señora Virginia de Russo. El 30 de mayo de 1920, fue inaugurada la construcción del frente del Hospital que colinda con la actual avenida Santiago Luis González.





La revista Mundial de Lima del 19 de octubre de 1923, hace referencia que en Chiclayo eran muchas y muy bien organizadas las fiestas en beneficio del Hospital las Mercedes. Indican que todas ellas eran muy concurridas y dejaron grandes ganancias; así, afirma “(reportes positivos) de la fiesta social recientemente verificada en Chiclayo en beneficio de la Sala de la Maternidad del Hospital de Mujeres. La fiesta estuvo concurridísima y constituyó un gran suceso artístico y económico”. Otro medio noticioso que refiere las actividades sociales es el periódico “Ahora” de Chiclayo que, por ejemplo, el 11 de diciembre de 1933 señala que la Logia “Estrella del Norte” organizaba loterías en favor del hospital. La misma logia realizaba las loterías desde 1913.






En 1933, el periódico “Ahora” de Chiclayo del 29 de diciembre de dicho año, informa sobre “rumores” de la mala atención que se brindaba en el Hospital Las Mercedes y el incumplimiento de los compromisos de las madres a cargo del centro hospitalario. En 1934, el periódico “La Voz” del 11 de marzo de dicho año, tal como lo hiciera el periódico “Ahora”, exige que un médico, y no una religiosa, dirija el Hospital Las Mercedes.

En 1948, según informó el periódico “Hechos” del 23 de setiembre de dicho año, hubo una epidemia de viruela en todo el departamento. La zona más afectada fue la Urbanización Martínez. Indican que el tratamiento era con penicilina, pero ante su ausencia usaban sulfato y que muchos afectados se escondían para no ser hospitalizados pues, para aquel tiempo, el Hospital Las Mercedes se mostraba descuidado.

Según el diario “El País” de Chiclayo del 12 de julio de 1956, enfermeros prácticos, barchilones (sic) y veladores del hospital Las Mercedes reclamaron ante la Beneficencia Pública de Chiclayo por aumento de sueldo. El 20 de octubre de 1958, fue fundada la "Asociación de Médicos del Hospital "Las Mercedes" de Chiclayo. Su primer presidente fue el Dr. Carlos Ortiz Vélez.

 

 

 

lunes, 4 de diciembre de 2023

Apuntes sobre Juan pardo y Miguel, pionero de la aviación civil en el Perú

 

Juan Pardo y Miguel junto a Lola Pardo en 1936


El señor Juan Pardo y Miguel, relacionado con la antigua prosperidad de la ex Hacienda Pátapo, fue pionero de la aviación civil en el Perú y, según la Revista Variedades de Lima de febrero de 1937, “propulsor del desarrollo y empleo de la aviación en el norte del país… fue propietario de cuatro máquinas: un Travelair, en el que realizó su aprendizaje; un Bird; la Bellanca, que compró al capitán Martínez de Pinillos y en que puede decirse prácticamente estableció un servicio aéreo entre Chiclayo y Bellavista (Jaén), llegando en una oportunidad a Iquitos; y, un anfibio marca Ireland”; tal anfibio adquirido en 1936, fue bendecido en una ceremonia celebrada por un fraile franciscano en diciembre del mismo año siendo el acto apadrinado por el Tnte. Cdte. Ergasto Silva, jefe del escuadrón de aviación N°01 de Chiclayo y la señora esposa del piloto civil, María Emilia Vargas Izaga. El señor Pardo y Miguel se dedicó a la exploración de las rutas aéreas en la zona del Marañón, logró tener más de mil horas de vuelo y construyó con su propio peculio un aeropuerto (campo de aterrizaje) en Bellavista de 1000 metros de largo, 104 metros de ancho y con línea telefónica permanente.

En febrero de 1936, la Revista Aviación de Lima realizó una larga entrevista al destacado aviador civil. La entrevista biográfica (como principal característica) aporta información de primera fuente sobre la vida y afición de Pardo y Miguel. El aviador afirmó que su afición por la aviación civil surge en Pátapo el año 1931 a bordo de la nave de un piloto de la empresa PANAGRA (Calvin Rousse) con quien realizó sus primeros vuelos acompañado, hasta el 26 de agosto de 1932 en que obtuvo su brevete después de formarse en la Escuela de aviación Jorge Chávez de Lima y realizó su primer vuelo en solitario. Reconoció el impulso que la aviación civil dio a sus negocios y el haber influido en otros pilotos y compañías, como la Faucett, para llegar a Chiclayo y algunos otros lugares aunque ello implicara una inversión económica personal.

Reportaje de la Revista Aviación de Lima en 1937



En febrero de 1937, mientras realizaba un vuelo a Iquitos en compañía de su esposa y un fotógrafo, sufrió un accidente debido a una falla en el tren de aterrizaje del cual pudo salir bien librado junto a los ocupantes de la nave (que sufrió graves desperfectos) gracias a su pericia, temple y experiencia como piloto de aviación. Fue tal la pericia mostrada por Pardo y Miguel, que la revista especializada “Aviación” de Lima dedicó en sus páginas un reportaje y entrevista al piloto.

Reportaje de la Revista Variedades de Lima en 1937


Según el periódico “La Patria” de Chiclayo del 23 de mayo de 1937; el29 de abril del mismo año, el Sr. Genaro Escajadillo en representación del pueblo de Monsefú premió al aviador y hacendado con una Cruz de oro en reconocimiento a sus continuos viajes de exploración al Oriente peruano. Según el medio, “el señor Pardo y Miguel vivamente emocionado agradeció tal distinción hecha a su persona por el pueblo de Monsefú. Es así como los pueblos comprensivos de sus deberes saben premiar las grandes acciones como las practicadas por el señor Pardo y Miguel cuya contribución en beneficio de la nacionalidad le han hecho grandemente meritorio y digno del aplauso general”.

Otra faceta de Pardo y Miguel fue la de administrador de Pátapo. En 1931. el periódico “El Trabajador” de Chiclayo del 30 de mayo de 1931, informó de un Juicio del hacendado Juan Pardo y Miguel contra los directores del periódico por difamación al divulgar información aparentemente falsa sobre maltratos a trabajadores de la hacienda. El "delito" no fue comprobado y los redactores del periódico fueron expulsados.

En la monografía de Pátapo de Abigail Díaz Poma, sobre Pardo y Miguel, se refiere “Durante el conflicto con Ecuador, sirvió en la reserva de la aviación cumpliendo valiosa labor. Fue condecorado con la Orden del Sol. También ha recibido condecoración del Vaticano y del Gobierno de España. Murió Juan Pardo y Miguel, a la edad de 64 años, el 18 de junio de 1954, en una pavorosa tragedia de aviación en Bolivia, mientras se dirigía como delegado del Perú al Primer Congreso de Aeronáutica, que debía realizarse en Sao Paulo, Brasil”.

 

 

 

sábado, 2 de diciembre de 2023

El encallamiento y salvamento del vapor “Limarí”

 



El 07 de junio de 1919, a las 5.30 am encalló frente a las costas de la Caleta, actual distrito, de “Santa Rosa” (por aquel tiempo, jurisdicción de Puerto Eten) el vapor “Limari” de propiedad de la C.S.A.V (Compañía sudamericana de vapores) de Chile. Traía a bordo carga y varios cajones de dinero en efectivo. Según los informes, la causa del encallamiento fue un error por falta de pericia del piloto de la nave. Tras el encallamiento del vapor “Limarí”, según el diario El País de Chiclayo del 30 de enero de 1920, una compañía de seguros compró el cargamento de sus bodegas y procedió a desembarcarlo. En el proceso contribuyeron pobladores de Santa Rosa contratados para tal fin. Antes de eso, parte de los enseres de la nave fueron saqueados. El vapor “Limarí” no era ajeno en nuestras cosas. Medios de información de Lima, Chiclayo y otras ciudades del país, consignan publicidad constante de la compañía propietaria del vapor y de la embarcación como parte de la línea de Valparaíso a Panamá “con escala en Coquimbo, Antofagasta, Iquique, Arica, Mollendo, Callao, Salaverry, Pacasmayo, Eten, Paita y Panamá”.



La Revista Variedades de Lima, en una de sus ediciones de junio de 1919, refiere el hecho en los siguientes términos “una nota sensacional de los últimos días ha sido el encallamiento del vapor chileno Limarí frente a la caleta de Santa Rosa, siendo auxiliado oportunamente por el barco peruano Mantaro (que regresaba de Panamá con dirección al puerto del Callao) y por los remolcadores de la firma comercial, también peruana, de la Vda. De Piedra e hijos, de Eten”. En otra de sus ediciones, el 27 de diciembre de 1919, señala “… la posición en que quedó el barco y la falta de elementos necesarios para el salvamento hicieron que poco a poco fuera perdiéndose por el embate de las olas. Felizmente, ahora, se trata de salvar la nave y para el efecto se han llevado todos los elementos indispensables para esta obra. El barco permanece encallado frente a la caleta de Santa Rosa, cerca de Eten, y ha podido hacérsele recobrar su posición primitiva. Quizás dentro de poco tiempo podrá ser reflotado el buque y puesto en servicio activo. Las familias de Puerto Eten (Santa Rosa y otros lugares cercanos) aprovechando estas circunstancias acostumbran llevar a cabo paseos dominicales al barco naufragado, dada la poca distancia que lo separa de la playa. Estos paseos son muy pintorescos…”.



Las referencias al encallamiento y las metáforas y curiosidades surgidas a raíz de este hecho se han prolongado en el tiempo. El imaginario popular lo ha referido hacer comentarios y comparaciones diversas. Por ejemplo, el periódico “Ahora” de Chiclayo del 26 de agosto de 1934, presenta una crónica sobre el distrito de Santa Rosa denominando a la antigua caleta como “Reina de los chiclayanos” y refiriendo el incidente del “Limarí” con mucho sarcasmo para hacer burla del señor Mariano Pagador (candidato y político de aquel entonces) poniendo en su boca las siguientes palabras “cuando yo sea senador haré que se eche a pique un barco mensualmente, pero un barco más grande que el Limarí”. Otra metáfora de corte político la publicó en semanario “El diablo predicador” de Chiclayo del 21 de junio de 1919 (a 14 días del hundimiento) señalando “ROMPE CABEZAS - ¿saben ustedes en qué se parece el actual gobierno al vapor Limarí? Porque tiene que encallar indefectiblemente el 16 de agosto”.



Los antiguos santarroseños refieren que el hundimiento del vapor ocurrió debido al estado de embriaguez de sus tripulantes; que entre los enseres antiguos de muchas familias del distrito existen muebles saqueados de la embarcación; que muchos varones de la caleta participaron en el rescate de los pasajeros y que la embarcación siniestrada fue visitada en muchas oportunidades por pobladores y curiosos de muchas ciudades del Perú.

 

 

Desórdenes religiosos: La expulsión de curas franceses en Chiclayo, 1919.

 

Parque principal de Chiclayo, año 1919.

A propósito de la llegada de sacerdotes franceses a Chiclayo en 1913, el Periódico chiclayano "La Abeja" del 08 de junio de 1913, publica la nota titulada "¡Alerta!, Sacerdotes extranjeros como párrocos de Chiclayo" en la que sale en defensa de los sacerdotes peruanos salientes; Villavicencio y Torres. Culpan al Obispo de Trujillo (Manuel Santiago Medina y Bañón) y reclaman acción a las autoridades "Como lo hizo el Dr. Leguía y Martínez cuando fue Prefecto de Piura, que no dejó ejercer el ministerio a los Redentoristas" (Ver: "Disturbios en Chiclayo" de Miguel Díaz T.) Desde el 18 de abril de 1919, se producen disturbios en la ciudad debido a los "cambios" ejercidos por tres sacerdotes franceses respecto a costumbres y tradiciones católicas de la ciudad. Los hechos concluyen con la muerte de tres manifestantes y la huida, por el Puerto de Eten, de los sacerdotes Cipriano Casimir, León Bon y Dionisio Jonneretop. El 28 de abril de 1919, Se abre, de oficio, un juicio por lesiones y maltratos en perjuicio de los sacerdotes franceses como víctimas en los disturbios en Chiclayo en viernes santo. Fue juez del crimen Don Augusto Llontop. Ya, desde el inicio, el año 1919 se mostró convulsionado en lo político con una mayoría (entre la población) proleguiísta, antipardista y antiaspillaguista; y por la exigencia de la población del cumplimiento del decreto de exhumación y homenaje a los restos de los próceres de la Independencia de Lambayeque.


Inicio de los deslucidos oficios de Semana Santa de 1919 en Chiclayo

La Revista Variedades de Lima, fechada en 10 de mayo de 1919, afirma "Los desórdenes religiosos en Chiclayo. Ha sido tema de vivos comentarios los desórdenes religiosos ocurridos en la ciudad de Chiclayo hace una quincena, más o menos, y de resultas de los cuales han tenido que abandonar esa ciudad los curas franceses a quienes se había confiado los servicios parroquiales. Los desórdenes, que culminaron en un conflicto entre la tropa y el pueblo en el que hubo dos muertos y muchos heridos, se debieron a que la autoridad secundó a los curas franceses en su propósito de impedir la salida de una procesión nocturna de Semana Santa. La idea en sí es excelente, pues toda fiesta religiosa nocturna debe abolirse, pero parece que se tropezó ante la fe y el apego a la tradición inquebrantables de las clases populares de Chiclayo y hay que notar también que la autoridad estuvo muy precipitada ante el temor de que la procesión degenerara en manifestación antigobiernista, como se afirmaba".

Disturbios en Chiclayo, 1919

                                                         Manifestaciones cerca del Parque principal


El 31 de mayo de 1919, el periódico satírico “El diablo predicador” de Chiclayo, publica una sátira sin autor tras la expulsión de los curas franceses en Chiclayo. La sátira narra los hechos en parte: “Plegaria de una Beata. Canción triste de moda - ¡Que triste vida nos vamos pasando/ las ovejitas de este redil/ desde aquel día de viernes santo/ en que perdimos a Casimir// Era un curita de los que hay pocos/ con más virtudes que Jesucristo/ ¡Que lo regrese, pedimos locos/ hoy de rodillas a taita obispo// El pobrecito que es muy buenmozo/ el, nos amaba con amor santo/ y nos quería con sumo gozo/ que era el encanto de mis encantos/ el, nos sabía corresponder/ y era el consuelo de mi sufrir/ ¡cuándo, curita, te podré ver!/ ¡Curita mío, mi Casimir!// triste es la vida sin los curitas/ que les contaba la vida ajena/ con mi carita de alma contrita/ me siento triste como alma en pena/ Padre Dionisio, Padre León Bor/ pasamos tristes el mes de mayo/ consuelen pronto mi corazón/ regresen pronto, pronto a Chiclayo// Soy pajarillo que vivo triste/ de rama en rama, vivo llorando/ ¡Oh que tremendo! Cura, te fuiste/ en cruel angustia yo me he quedado/ ya no resisto tanto sufrir/ que se ha secado mi corazón/ ¡Mi padre amado, mi Casimir! / ¡Padre Dionisio, Padre León Bon! // Padres franceses, padres jesuitas/ no nos olviden ¡Ay no, por Dios! / no olviden nunca a sus ovejitas/ vengan prontito, vengan veloz/ Señor Obispo, su señoría/ a vos pedimos de corazón/ que venga pronto mi Casimir/ a consolarme de esta aflicción// Vengan prontito de cualquier modo/ vengan prontito con sumo gozo/ y los herejes muérdanse el codo/ con mi Cipriano, que está buenmozo/ que no resisto tanto sufrir/ que se ha secado mi corazón/ ¡Mi padre amado, mi Casimir! / ¡Padre Dionisio, Padre León Bon! // ”

 

viernes, 1 de diciembre de 2023

Compañías circenses en Chiclayo durante la primera mitad del siglo XX

 



Los ciudadanos de la ciudad de Chiclayo y, en general, de diversas ciudades del departamento de Lambayeque se han deleitado con elementos del arte circense en mayor proporción en tiempos republicanos. La prensa departamental da cuenta de dichas presentaciones desde fines del siglo XIX a inicios del siglo XX. A continuación, una síntesis:

A la ciudad de Chiclayo, en mayo de 1891 según el periódico El Republicano del 5 de mayo de dicho año, llegó el Circo Quiroz. Realizó 8 funciones muy exitosas y presentó números artísticos de equitación, malabarismo, contorsionistas y trapecistas. Según la prensa “el circo Quiroz es uno de los mejores circos que tendrá en todas partes que ser bastante aplaudido y cosechar muy buenos duros, dejando como ha dejado entre nosotros gratísimos recuerdos”.



En la ciudad de Chiclayo, se presentó en diversas oportunidades del Circo Cavallini. La primera fue en 1904 en las ciudades de Chiclayo y Lambayeque, según informó el periódico La Ley de Lambayeque del 14 de octubre del mismo año. Luego, en una edición del mes de febrero del año 1909, el periódico La Protesta Libre, cubre una nueva presentación del Circo Cavallini “ante numeroso público… quedando bien en sus trabajos tanto los artistas como los animales…”. Una última y exitosa visita de este circo a nuestra ciudad se produjo en diciembre del año 1913.

Entre el 1 y el 3 de diciembre de 1907, según el diario El Progreso en sus ediciones del 02 y 03 de diciembre, estuvo en Chiclayo el CIRCO NELSON. No se contó con la acogida de público y la prensa destacó "errores" de las presentaciones que tuvo por efecto el embarque del circo por Eten a otro destino.



En abril de 1920, según el periódico El Departamento del 23 de abril de dicho año, se presentó en Chiclayo el Gran Circo Norteamericano Shipp Feltus, reconocido a nivel internacional, llegó a nuestra ciudad concitando la atención de toda la población. Según su apoderado, Sr. Ricardo Fernández, “(se trató) del mejor circo de América latina y su paso por esta ciudad constituye un suceso notable”. Entre otros artistas se presentaron los norteamericanos Edwar Shipp, Roy Feltus, Alfred de Seck, Virginia Shipp, Charles Stewart, entre otros.

En Chiclayo, en la edición del 11 de octubre de 1930 del diario Crítica, se anuncia la presentación en el cine y teatro Olimpo de Chiclayo de la compañía G. Salcedo con su fascinante acto de Ventrílocuo. Ya días anteriores, en el mismo escenario, se presentaron La Porteñita, compañía de variedades y el reconocido humorista de aquel tiempo Rit Peter junto a Antonio López de Castilla.



El periódico La Voz del Chiclayo del 06 de mayo de 1934, anuncia la presentación en la ciudad del Circo de los hermanos Razzore, que vino después de una larga temporada en Lima “con un vasto y competente elenco…”. Según Miguel Díaz Torres, “El circo Razzore, fundado en Brasil por un italiano, en el siglo XIX recorrió toda América. Tuvo un trágico final. El barco que los traía de Cuba a Colombia se hunde en 1948 muriendo muchos de sus artistas y los animales amaestrado como leones y monos”.



El diario El Tiempo de Chiclayo del 28 de agosto de 1951, anunció la presentación en la ciudad del Gran Circo Hispano, con sus atracciones: los demonios del aire, los hermanos Dercia y los Hamamora (grupo que representó la realidad del mundo oriental).

sábado, 23 de septiembre de 2023

Historia de la construcción del edificio del desaparecido Banco de Fomento Agrario del Perú sucursal Chiclayo

 

                      Imagen del Proyecto Ganador del Edificio del Banco de Fomento Agropecuario sede Chiclayo

Uno de los edificios emblemáticos de la ciudad de Chiclayo es la antigua sede del Banco de Fomento Agropecuario, denominado luego Banco Agrario, ubicado en las esquinas de las avenidas Balta y Bolognesi de esta ciudad. El edificio de modernas características atrajo la admiración de quienes, como yo, lo vimos inmenso durante la década de 1970, tiempo de nuestra niñez. ¿Cómo se produjo su construcción? ¿Quiénes son los autores de dicho proyecto? Aunque la Monografía de Lambayeque del Sr. Ricardo Miranda del año 1959 aportó valiosa información al respecto, el presente artículo se basa en la información de la Revista El Arquitecto Peruano N.º 249-250-251 de 1958.

En enero de 1958, el antiguo Banco de Fomento Agropecuario, por iniciativa del arquitecto Ramón Remolina (además, funcionario del banco) convocó en la ciudad de Lima a un concurso arquitectónico de anteproyectos para el edificio de su agencia en Chiclayo. Al concurso se presentaron catorce postores estando el jurado calificador integrado por los destacados arquitectos Manuel Valega Sayán, Roberto Wekeham y Ernesto Paredes. A solicitud de la institución organizadora se incorporó a los ingenieros Ramón Remolina (en representación de la Sociedad de ingenieros) y Pedro Arellanos, en representación de la entidad financiera. Las propuestas presentadas fueron expuestas y, luego, evaluadas, se decidió declarar ganador al trabajo codificado como “E – 13 – E” por ajustarse a las condiciones requeridas en la convocatoria y proponer una solución armónica entre las funciones de la planta y las elevaciones.

El trabajo ganador de los 10 mil soles otorgados al primer puesto, de los arquitectos, Marcelo Elejalde Vargas, Otto Polack y Manuel Ungaro, destacó por el buen aprovechamiento del terreno, correcta zonificación y distribución interior que cumplían las exigencias del banco para el cumplimiento de sus funciones, adecuada solución para la protección solar, buen sentido constructivo y carácter arquitectónico adecuado.



El cierre y premiación del concurso se realizó en la sede de la Sociedad de arquitectos de Lima donde se dieron discursos y halagos a la obra de los ganadores. La obra es considerada como emblemática del denominado movimiento moderno de la arquitectura peruana.

Actualmente, el edificio, es sede de una de las Escuelas Profesionales de la Universidad nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque.