sábado, 26 de diciembre de 2009

Las Personas de Belén


El pesebre de Belén significa el fin de un tiempo y el inicio de otro. Es el fin de una larga espera, de la angustia que produce una súplica no contestada como prolongación del sufrimiento, de siglos de anuncio, de descripciones de lo que vendría, de expectativa por la acción redentora de un Soberano a favor de su pueblo humillado y oprimido. Es el comienzo de un reinado de paz y de amor que se inicia con un Niño que trae consigo esperanza eterna y salvación. El Dios creador y Todopoderoso se hacía carne en las purísimas entrañas de la Virgen María para librarnos y para inaugurar un nuevo estado de la historia de la humanidad. Conozcamos a los personajes de este maravilloso hecho:
1.- San José
San José es el esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Un hombre escogido por Dios, virtuoso y santo para que cuidara a la Virgen y a Jesús. Era descendiente de la familia real de David. "A San José le hizo Dios Señor y Príncipe de su casa...Ya que tuvo como esposa a la Inmaculada Virgen María, de quien por obra del Espíritu Santo nació Nuestro Señor Jesucristo, quien, entre los hombres, se dignó ser tenido como hijo de José, y a él estuvo sometido" (Pio IX, Decr. Patrocinio de San José, 8-XII-1870).
"Brillan en él, sobre todo, las virtudes de la vida oculta, en un grado proporcionado al de la gracia santificante: la virginidad, la humildad, la pobreza, la paciencia, la prudencia, la fidelidad, que no puede ser quebrantada por ningún peligro; la sencillez, la fe, esclarecida por los dones del Espíritu Santo; la confianza en Dios y la más perfecta caridad. Guardó el depósito que se le confiara con una fidelidad proporcionada al valor de este tesoro inestimable" (Garrigou-Lagrange, R., San José, Buenos Aires, 1947, p.301).

2.- Santa María
La Virgen María es la doncella escogida por Dios para ser la Madre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre nuestra. El nombre de María, que en hebreo es Miriam, significa: Doncella, Señora, Princesa. Dios envió el Arcángel San Gabriel a la Virgen, que vivía en Nazaret, cuidad de Galilea, para anunciarle que era la mujer escogida desde toda la eternidad para ser la Madre del futuro Redentor. Con toda la humildad y sumisión la Virgen dio su consentimiento para ser la Madre de Dios, diciéndole al Arcángel: He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra (S. Lucas 1, 38)
El Concilio Vaticano II menciona: "Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el titulo Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con súplicas en todos sus peligros y necesidades" (Const. Dogmática Lumen gentium, n.66).
3.- Jesús
Dios y hombre verdadero. Principe de Paz. De tal manera nos amó que su vida no escatimó. "Jesús nació en una gruta de Belén, dice la Escritura, porque no hubo lugar para ellos en el mesón. No me aparto de la verdad teológica, si te digo que Jesús está buscando todavía posada en tu corazón" (San Josemaría - Forja, 274).
"Cuando llegan las Navidades, me gusta contemplar las imágenes del Niño Jesús. Esas figuras que nos muestran al Señor que se anonada, me recuerdan que Dios nos llama, que el Omnipotente ha querido presentarse desvalido, que ha querido necesitar de los hombres. Desde la cuna de Belén, Cristo me dice y te dice que nos necesita, nos urge a una vida cristiana sin componendas, a una vida de entrega, de trabajo, de alegría" (San Josemaría - Es Cristo que pasa 18,1). Cuando se inicie el canto glorioso de los ángeles, cuando brille la estrella de tu firmamento, cuando los peregrinos lleguen a tu hogar, cuando tu familia dirija su mirada a Jesús, José y María; entonces recién comenzará la Navidad; es Dios mismo que renace en medio del mundo y en ti, para encontrar al perdido, curar al decaído, alimentar al hambriento, liberar al prisionero, reconstruir lo que se hizo mal, llevar la paz a los hermanos, gozar d la justicia y la paz en el corazón. Jesús no tuvo sitio en la posada. Tú tienes un corazón bien grande. Seguro que le ayudas a encontrar un rincón. ¡Feliz Navidad!

Algunas correcciones a tomar en cuenta

Tratemos hoy sobre algunos errores en la escritura o pronunciación de determinados términos que pude observar en algunos lugares importantes de nuestra ciudad y que, a mi parecer, deben ser corregidos.
Una de las más importantes avenidas de la ciudad es la Roque Sáenz Peña, nombrada así en honor al abogado y político argentino, héroe de nuestro país y combatiente voluntario del ejército peruano en la Guerra del Pacífico. Los chiclayanos, en un gran número, llaman a la avenida “San espeña” como si se tratara de un santo, ignorando su real origen. Saenz Peña terminó siendo presidente de argentina entre 1910 y 1914, mientras muchos de nuestros paisanos le cambiaron de nombre y apellido e ignoran su origen y valía.
Otra avenida importante es la Garcilaso de la Vega, llamada así en honor al cronista mestizo cuyo nombre cristiano de Bautismo fue Gómez Suárez de Figueroa, quien es reconocido como el “Primer mestizo biológico y espiritual de América”. En la esquina de dicha avenida con la calle siete de enero se puede ver un letrero que nombra la avenida como GARCILAZO DE LA VEGA (nótese la Z en lugar de la S). Este error ortográfico debería ser corregido de inmediato por el Gobierno municipal de Chiclayo en virtud del decoro, la cultura y el respeto a tan célebre hombre de letras.
En el frontis del cuartel de infantería militar del Ejército Peruano ubicado en el sector “La Garita” en la carretera al Distrito de Pimentel se puede leer el término SACSAHUAMAN, siendo la escritura correcta SACSAYHUAMAN, voz quechua que significa “halcón lleno” (Sacsay=lleno; Huamán=halcón) algunos textos refieren como significado "halcón que vuela". El termino quechua sacsay significa "lleno", "colmado", "satisfecho" (desde un punto de vista alimenticio). En quechua, la "y" es uno de los sufijos que marcan posesión. Aunque algunos textos (como "Historia de la reconquista Inca" de Edmundo Guillén) y páginas en Internet escriben la palabra tal como aparece en el frontis del cuartel considero que, al conocer el significado en quechua cuzqueño, las autoridades militares deben proceder a la corrección inmediata.
La avenida Augusto B. Leguía se encuentra en el límite entre los distritos de Chiclayo y José Leonardo Ortiz y debe su nombre al ex presidente peruano Augusto Bernardino Leguía, originario de la caleta de San José, Provincia de Lambayeque, que gobernó nuestro país entre 1919 y 1929 en el período conocido como el “Oncenio”. Muchos chiclayanos denominan a la avenida “Augusto Beleguía”, se ignora que la “B.” corresponde al nombre Bernardino y se le une con el apellido del ilustre lambayecano produciendo un nuevo término sin significado. Este “cambio de apellido” muestra también la poca importancia que se da en los diversos niveles educativos por la explicación debida respecto a los nombres de las personas y la denominación de los monumentos históricos en el país.

sábado, 12 de diciembre de 2009

"La Iglesia Catedral de Chiclayo"


La Revistas “Bodas de Oro”, publicada el año 2008 con ocasión del 50º aniversario de la Consagración de la Catedral de Chiclayo, y “Chiclayo Siglo XXI” de Don Francis Liza; aportan información histórica sobre la edificación de uno de los más prestigiosos símbolos de nuestro Patrimonio Cultural, que es digna de resaltar.
El Presidente Balta, deseoso de cumplir con la promesa hecha al pueblo de Chiclayo, envió a su hermano Don Ricardo Balta y Montero “para hacerles conocer los deseos del gobierno peruano de llevar a cabo la edificación de una obra pública que fuere de más urgente necesidad para sus habitantes”. Para tal efecto, Balta reunió a las principales autoridades políticas e invitó a la población en general a manifestarse sobre la decisión presidencial. “Los chiclayanos a los pocos minutos de la invocación, manifestaron en voz alta y con movimientos expresivos que sus deseos eran que el patriota gobernante les construyera un Templo católico y que fuera mejor que el de Lambayeque. El delegado del Presidente, ante la petición, respondió: ¡Pronto tendréis la Iglesia que pedís!”. El 30 de Diciembre de 1868 se firmó el Decreto Presidencial y el 03 de febrero de 1869 se hizo entrega de los planos del edificio al pueblo chiclayano.
Ubicada frente al parque principal de nuestra ciudad, su construcción nació del ingenio del ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel (1832-1923) siendo bautizada por su creador como “Rose Meridionale”; corresponde al estilo neoclásico y se caracteriza por su monumentalidad (a semejanza de las grandes obras de las arquitecturas Griega y Romana), las líneas rectas que dominan sobre las curvas, sus formas más sencillas y simétricas, la mayor racionalidad compositiva, sobriedad decorativa y orden. El diseño data de 1869, aunque su construcción se reinicia en 1928 cuando, por falta de fondos y luego de la gestión de las autoridades locales ante el Congreso de la República, se asignó una partida económica a la obra que se reanudó el 13 de febrero de 1928 y culminó en 1939. La portada es de dos cuerpos, sostenido el primero por columnas dóricas que se anteponen a los tres arcos de entrada. El segundo presenta capiteles corintios, en cuyos intercolumpios se aprecian balcones o miradores. A ambos lados de la fachada destacan campanarios rematados con cupulillas. En su interior, de tres cuerpos, destacan: la hermosa talla del Cristo Pobre, Los vitrales que, al interior, fueron confeccionados en Lima y corresponden a escenas marianas extraídas del catecismo. Hasta hace poco contuvo la imagen del “Señor de los Milagros” donada en 1917 por la señora Carmela Delgado de Aspíllaga y que fue pintada por Guillermo Samanez a fines del siglo XIX. El altar fue colocado por Monseñor Luís Sánchez Moreno. Cuenta con cuatro campanas: “Ave María”, “Asumpta”, “Mater Dei” y “Gratia Plena”. Al centro del frontis y en la parte mas alta se encuentra la imagen de “Santa María de los Valles de Chiclayo” en cuyo honor fue establecido nuestro pueblo a la llegada de los Padres franciscanos el siglo XVI. “Los franciscanos fueron férreos defensores de advocación mariana hasta que el papa Pío IX la definió como dogma en 1854. Esta espiritualidad franciscana moderna también fue precursora de la devoción a la Inmaculada Concepción” (Artículo: “Fuentes para la iconografía franciscana”). Recordemos la importancia de la iconografía y el valor semiótico de las imágenes religiosas en aquellos tiempos “porque los naturales no tienen más entendimiento que los ojos, les ponen a la vista los misterios, para que queden en la fe más firmes” (Vetancurt Crónica trat II : cap. 3 : 42)
“La iglesia catedral, por ser el lugar donde el Obispo tiene su cátedra, es el centro de la Diócesis, es como la iglesia madre para todas las demás iglesias y comunidades cristianas existentes” (Tomado del artículo “La Iglesia Catedral” de Monseñor Jesús Moliné - Revista “Vida en familia”).

sábado, 28 de noviembre de 2009

El Primer Colegio de Señoritas de Chiclayo (1869)


El Semanario "Taymi" publicado en Ferreñafe el año 1892 publica las "Cartas Descriptivas del Departamento de lambayeque" dirigidas por el señor Prefecto Dr. Emiliano Carvallo al Consul General del Perú en Amberes. Dicho documento fue calificado por José Facundo Antón como "El primer intento por presentar una visión conjunta de la historia lambayecana, mucho antes de las conocidas monigrafías de Bachman y Miranda, efectuadas recien en el siglo XX" (Revista "Utopía Norteña" UNPRG - 1997). De la abundante información, que iré brindando por partes para aligerar la lectura, hoy les entrego la siguiente referida al Primer Colegio de Señoritas de Chiclayo.

El año 1869, habiendo triunfado la Revolución del Coronel José Balta, el pueblo de Chiclayo con autorización del oficial, confisca la casona de propiedad del coronel chotano Manuel Becerra (enemigo del revolucionario) ubicada en la cuadra 9 de la actual calle San José y que hoy alberga al "Palacio de Justicia". Se decidió fundar en el lugar el primer colegio para señoritas de Chiclayo y se le dió el nombre de "Nuestra Señora de la Concepción".

Fue uno de los colegios municipales del Departamento y a decir del recordado NIXA: "Fue el primer colegio municipal que se organizó conuntamente con los padres de familia, aunque el local donde se había instalado no reunía las condiciones adecuadas".

Su primera Directora fue la Sra. Petronila grandal (1869 - 1896) y la segunda la Sra. Rosa Hulsen (1896 - 1924).

La institución funcionó como internado recibiendo a señoritas de Ferreñafe, jayanca, Olmos y Motupe. Se dictaron clases en 1º, 2º y 3º de instrucción media a manera de escuela normal; por tal motivo produjo las damas más cultas de nuestra sociedad e institutrices notables por sus virtudes personales y habilidades didácticas, que luego mostraron al desempeñarse como maestras en diversos colegios del departamento.

En 1924 las lluvias producidas por el "Fenómeno del Niño" destruyeron el local y el colegio dejó de funcionar. Al año siguiente, el Presidente Augusto Bernardino Leguía y Salcedo (1863 - 1932) ordenó construir en el lugar el "Tribunal Correccional" o "Palacio de la Corte".

Particularmente me resulta gratificante el excelente recuerdo dejado por dicha institución educativa. merecen el honor de ser resaltadas por la historia las insignes maestras Ana María Morante, Sara Bullón, Mercedes Ortigas y las Directoras Grandal y Hulsen.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Historia Resumida de Zaña


Invocando a Dios y a la Santísima Virgen, el día 29 de Noviembre de 1563, Don Baltazar Rodriguez, capitán de los Ejércitos de su Majestad Felipe II de España y vecino de la ciudad de Trujillo; funda la Villa de Santiago de Miraflores del Valle de Zaña de los "Reynos del Perú", tal como podemos leer en el Acta de la única ciudad lambayecana con fundación española. No significa esto que Zaña existiera tan solo a partir de aquella memorable fecha. El cerro Corbacho, Popán, Huaca del Pato y Huaca Rajada (Sipán) son testimonio de la cultura forjada en aquel pedazo de cielo desde tiempos prehispánicos. Los Caminos de Inca, el del chasqui (entre Chérrepe y Cajamarca) y el Real (entre Quito y Cajamarca) cruzaron el valle. A lo largo de su recorrido, los españoles se sorprendieron con la cerámica, tejidos e instrumentos musicales, entre otras manifestaciones de su arte. Se sabe que camino a Cajamarca, Pizarro divisó el valle y quedó impresionado por su riqueza natural, la fertilidad de su tierra y su posición estratégica como ingreso a la sierra norte. La mirada del conquistador anunciaba la importancia de su presencia en el proceso de nuestra historia.
Fue Don Diego López de Zúñiga, "Conde de Nieva", Virrey del Perú quien autorizó la fundación. Actueron como escribano Don Diego Hernández Coronado y como testigos Antonio Prado, Antonio Gómez, Pedro Ramos, Francisco de Escobar, Juan Gallego de Aguila, Baltazar Luc y el mismo Baltazar Rodríguez quien, después de revisar la zona y consultar con personas entendidas fundó la villa "Junto al río y junto al Camino Real" ordenando que en el lugar designado se hiciese la Plaza de la villa.

Desde enero de 1564 los indígenas del valle fueron repartidos en calidad de mitayos y tributarios entre los españoles; para ello se usaron de intermediarios a los caciques adeptos a quienes correspondió como premio un solar. Se constituyó el cabildo, construyeron casonas y templos como "San Francisco", "La Merced", "San Agustín", "San Juan de Dios", "Santa Ana" y "Santa Lucía".

La villa prosperó pues brindó a los trujillanos la oportunidad de ascender social y económicamente, dedicándose a las actividades agrícolas (caña de azúcar, trigales, molinos y trapiches) así como al comercio. Con la buena fortuna surgen los clanes y hacendados. Fueron dos las familias o clanes notables de aquella época: Los palma y Vera, propietarios de una casona con alfombras, muebles tapizados, espejos de marcos dorados, cuadros, divanes, vajilla y candelabros de plata, una capilla privada, esculturas y 27 pinturas al óleo; y los Nuñez de Arce propietarios de Calupe, Cayaltí, Pomalca, Samán, Collud, Nampán, Focodán, Lanope y Callanca.

Tal prosperidad motivó la llegada de esclavos negros africanos debido a la desaparición de los indígenas víctimas del maltrato. Eran marcados con hierro candente (carimba) se dedicarían a trabajar en trapiches, fábricas de jabón, chacras y servicios domésticos. Los llegados pertenecían a las etnias Bantú, Cazimba, Auzaze, Tembo, Camerún, Sudán, Mandés, Mandinga, malinka, Susú y Salima. Eran castigados y asesinados, según su "falta", en el Cerro "La Horca".

En 1606, el día 21 de marzo, Llega a Zaña la luz de Dios en la persona de Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, segundo Arzobispo de Lima. Lo hace en plena semana santa y se hospeda en casa del Padre Juan de Herrera Sarmiento. Santo Toribio se opuso siempre a todo tipo de abuso y exceso contra los indígenas y los negros. Su posterior muerte unos días después, constituye una de las primeras desgracias de zaña.

Poco tiempo después cambia el destino de la Villa. En 1680, Edwar Davis, temido pirata, en su nave "Tigre" repleta de marineros y cargada con 36 cañones; desembarca en Chérrepe y saquea Zaña durante siete días. El robo y el secuestro es la constante. Doña Mencia, joven aristócrata de la villa es secuestrada y se cobra la cantidad de 50 000 pesos como rescate. Los zañeron huyen a Lambayeque, Túcume, Illimo y Ferreñafe.

Luego el 15 de marzo de 1720 el pueblo sufre una terrible inundación por el desbordamiento de los ríos y acequias después de una lluvia de tres días seguidos. Esto arruinó por completo a la ciudad.

Decaída la ciudad, los españoles dejaron sus casonas al cuidado de los negros quienes celebraban por las noches "ritos paganos". Todos ellos, en un ruedo alumbrado por fogatas, músicos, cantantes y danzarines; al ritmo de palmas y tambores apreciaban a dos parejas al centro realizando una extraña coreografía de la cual nace el "Lundú". Según Luis Roca, otros ritmos zañeron son la "Saña", "Hablan los negros", "Sango" y "Baile tierra". La villa perdió prestancia, prosperidad y población. Nunca más sería la misma en importancia.

Ya en el siglo XIX, en 1874 el Subprefecto de Chiclayo Don José Arbulú indica que Zaña "al convertirse en distrito quedó con los siguientes límites: al norte con Chongoyape, al sur con Chepén, al este con Chota y al oeste con Reque" y lanzó la siguiente predicción "Zaña es un pueblo próximo a extinguirse". Antonio Raymondi había descrito a la villa, en 1868, como "un miserable villorrio en el cual se encontraban mezquinas casuchas".

En cuanto a su población. En 1862 fueron 2063 habitantes; en 1874 eran 2000 habitantes; en 1876 fueron 2759 y en 1896 fueron 2402 habitantes. Todas ellas cantidades muy lejanas a los casi 30 000 habitantes de la villa, entre fines del siglo XVII e inicios del XVIII, cuando era un corregimiento.

Nos ayudará a reconocer la importancia histórica de Zaña las siguientes palabras de Don Jorge Zevallos Quiñones "Tenía una vida económica muy notable en su desarrollo, favorecida por las sucesivas migraciones de labradores y nobles de la época; involucrando a aquel propicio ambiente la espontaneidad artística adherente en todo pedazo de tierra en donde se encuentra otra felicidad, tanto agreste como aristócrata. Tiene todo esto importancia decesiva y crítica en nuestra historia artística y costeña.

Nicomedes Santa Cruz y Brando Briones, entre otros destacados cantores populares, han hecho de zaña la musa de su inspiración. Con versos del segundo de ellos me despido:



Se bienvenido turista
a zaña hermosa ciudad
tierra de mucho pasado
y de mucha dignidad

Mi pueblo es dulce por fuera
no se si amargo por dentro
pero me siento contento
y ni reniego siquiera
se que de alguna manera
un día no muy lejano
agrupados como hermanos
esto se superará
somos concientes, realistas
y de mucha dignidad.







martes, 24 de noviembre de 2009

Breve historia de La Colonia China en Lambayeque


En 1935 la Colonia China era la más numerosa de todas las existentes en lambayeque. La "Revista Centenaria", publicada en dicho año con ocasión del primer centenario de la creación política de la Provincia de Chiclayo por la Empresa Editora Centenaria, da cuenta de la presencia de ciudadanos chinos desde 1860 en número de 1800. Las zonas más pobladas fueron Pátapo (264); Pucalá (50); Combo (50); Cayaltí (400); Tumán (390); Pomalca (400); Samán (30); y Capote (300). La mayoría vinieron contratados para labores agrícolas. El mestizaje entre los chinos y las mujeres peruanas dió como resultado a los "Tusan" (primera generación de nacidos en el Perú de padres chinos)

En 1864 se fundó la "Sociedad de Beneficencia China Chun Wa Huy Kung" de Chiclayo, siendo Don Puy Mau su primer presidente. Compran un local en la calle Vicente de la vega a 6500 soles obtenidos por cuotas voluntarias de los asociados. Contaban con dos amplios salones de recepción, departamentos para huéspedes, templo ("Guangong"), etc.

En 1886 en las instalaciones del actual Teatro Municipal ("Dos de Mayo") funcionó la primera compañía teatral china, integrada por once artistas venidos de Asia. Entre ellos "un injerto" natural de Pacasmayo que, mientras se educaba en China, al conocer que viajaba un conjunto artístico al perú, se enroló en el actuando con mucho éxito. El público bautizó a la compañía como "Tu tu chan" (derivado del sonido monótono de los instrumentos de la orquesta). Su verdadero nombre era "Pon You Ting".

La Colonia China contó con un moderno hospital ubicado en la esquina de la calle Siete de Enero y la avenida Pedro Ruiz en el antiguo barrio de "Chiclayo chiquito" que es hoy la zona donde se ubican el "Parque Obrero" y la Capilla de la Calle Leticia, cerca al Coliseo Cerrado. Dicho nosocomio tenía todas las comodidades, atendía a los ciudadanos chinos en condición de pobreza y costó a la "Sociedad de Beneficencia China" la cantidad de 7800 soles. Tenían los chinos un total de 67 pulperías en la ciudad de Chiclayo.

El local actual de la Colonia China ubicado en la cuadra 9 de la calle Vicente de la Vega, fue construído durante la gestión de César Koo y Enrique Chu Kuong, el año 1963. La moderna construcción fue apadrinada por Eduardo De La Piedra y Cecilia de De la Piedra.

Algunas de las familias chinas más reconocidas son los Li, Fong, Yep, Wong, Chu, Mau, Kong, Sam, Loo, Chung, Lau, entre otros.

lunes, 16 de noviembre de 2009

La Revolución de Don José Balta de 1868


Es bien sabido que el Coronel José Balta ingresó con 156 hombres, su estado mayor conformado, entre otros, por su cuñado Don Silvestre Gutierrez, y su secretario personal Don Ricardo Palma, a la ciudad de Chiclayo el 06 de Diciembre de 1867. Antes, había derrotado a las fuerzas del dictador Mariano Ignacio Prado en Trujillo, Otuzco y Cajamarca. Fue recibido en nuestra tierra con afecto notable, música, arcos triunfales, banderitas y serpentinas. El pueblo hizo suyo la causa de Balta y, al tiempo que la defendía, se jaraneaba al ritmo de congas (una especie de copla) con guitarra, arpa y cajón y letras alusivas a la causa revolucionaria y al coronel sublevado.

Un ejército del gobierno, encabezado por el Ministro de Guerra Don Pío Cornejo, llegó a Chiclayo y se enfrentó a un pueblo valiente que se defendía con bombas caseras, palos, machetes y fusiles de caza. En el punto mas grave del combate, Don Ricardo Palma se dirige al caudillo y pregunta sobre el desarrollo de las acciones; Balta responde "¿No oye usted la conga?". Mientras el pueblo cantara el espíritu se mantenía en alto. Tiempo mas tarde diría el tradicionalista "Quien no vió bailar la conga no ha visto cosa buena y sabrosa. Aquello era la resurrección de la carne, como dijo un arzobispo".

Una de las combatientes de Balta fue la negra Nevao quien resultó herida de bala en los combates finales en la noche del 6 de Enero y no pudo festejar el triunfo del coronel el 7 de Enero de 1868. La "Revista Centenaria" publicada en nuestra ciudad el año 1934 publicó el artículo titulado "Al pellejo negro no le entran balas de Don Bernal" que narra el encuentro entre la negra Nevao y el coronel Balta en circunstancias en que fue invitado a casa de la familia Perales, junto a su secretario y estado mayor.

Don Julián Perales y Don Manuel Maradiegue aportaron al caudillo una fuerte cantidad de dinero para pagar las deudas de la revolución que, dígase de paso, no eran pocas. Es en ese contexto en que se produce el encuentro entre la negra Nevao y "su coronel" quien se adelantó a ella y, abrazándola, le preguntó:

_ Negra, ¿Y la herida?

_ Mi amo, ya estoy buena. Al pellejo negro no le entran las balas de Don Bernal (En alusión a uno de los lugartenientes de Don Pío Cornejo).

Celebró la respuesta el coronel y tamando el paño serrano con que se tapaba la negra le puso, sin contar, varios puñados de plata.

El 11 de Enero de 1868, Balta dirige una proclama y su agradecimiento al pueblo de Chiclayo. El 12 de Enero se embarca desde la "Caleta de la Concepción de los valles de Chiclayo"(Pimentel) con destino a Lima.

Como presidente, Balta promovió la construcción de la Catedral, obsequió un manto de oro y plata a la Virgen Purísima y proyectó la creación del Departamento de Lambayeque con dos provincias(Chiclayo y lambayeque).

La calle "7 de Enero" nos brindará por siempre el recuerdo de un hombre y su revolución; del pueblo, su valentía y el ritmo de su conga; de la negra Nevao y su pellejo duro, donde no entran las balas.

viernes, 16 de octubre de 2009

Historia y Geografía Regional Lambayecana: Asignatura y Currículo de contenido Regional


¿Qué sentido tiene introducir la asignatura de Historia y Geografía Regional Lambayecana en el currículo escolar? A raíz de esta interrogante surgen otras: ¿Por qué se debe enseñar esta asignatura? ¿Qué contenidos hay que enseñar? ¿Cómo enseñarla? ¿Cuáles son los métodos y recursos adecuados para su enseñanza? ¿Qué respuesta debe dar a esta necesidad el Proyecto Educativo regional? Las respuestas nos proporcionarán el marco de referencia y los criterios para abordar pedagógicamente esta necesidad. Analicemos nuestra problemática:
A) La Historia y Geografía Regional Lambayecana, en el contexto inmediato, no es tratada a profundidad: El sistema educativo formal otorga un espacio irrelevante a la enseñanza de la Historia y Geografía Regional. Tal enseñanza se limita a los personajes, paisajes y fechas de fundación de las comunidades. La inclusión de esta asignatura en nuestros Planes de estudios contribuirá a la construcción de la identidad social y cultural permitiendo la interiorización de valores, costumbres y creencias consideradas como socialmente trascendentes.
B) La globalización de la comunicación aleja a las personas de las preocupaciones locales y cotidianas: La radio, televisión, diarios e Internet tienen una fuerte influencia en la divulgación de valores entre las personas de toda edad, especialmente entre los estudiantes. De ordinario, estos medios, proporcionan poca información sobre el desarrollo Regional, limitando su labor a la información general (Política, económica, policial, etc.) y dejando de lado la reflexión sobre el desarrollo de nuestra propia historia. La asignatura de Historia y Geografía Regional Lambayecana promueve la identidad cultural y el reconocimiento de lo propio, lo nuestro, lo que nos pertenece; ubicando a los estudiantes de manera diferente frente a la información proporcionada por los medios de comunicación masiva.
C) La enseñanza tradicional de la historia no promueve la curiosidad de los estudiantes por conocer e investigar sus raíces: Nuestro modelo educativo se ha centrado en la transmisión de información organizada para que los estudiantes la reproduzcan. Se ha preocupado por la memorización de datos, ideas, fechas, etc. Sin relacionar los datos entre ellos. Esta se ha convertido en la principal estrategia.
La asignatura de Historia y Geografía regional lambayecana promueve el empleo de una metodología de investigación histórica, participativa y de interacción didáctica; y, como consecuencia, estimula el análisis, la creatividad y la crítica como procesos de pensamiento necesarios para construir y reconstruir el conocimiento histórico.
En la obra “La enseñanza de las ciencias sociales” (1989 – Madrid, España) J. Domínguez nos dice: "enseñar los métodos de investigación histórica, equivale a enseñar el manejo de la información, a distinguir críticamente entre dato objetivo y juicio de valor, opinión y prejuicio, a extraer informaciones por inferencias, y a emitir juicios ponderados sobre asuntos o cuestiones discutibles".
D) la investigación de la historia y geografía local.
En general, los pueblos de nuestra región no cuentan con un sistema de conocimientos que den cuenta de su historia y geografía. Estos conocimientos son distintos a lo que la escuela transmite intencionalmente, consideran múltiples y profundas realidades, son dinámicos y forman parte del proceso constitutivo de nuestra identidad. Por su importancia, estos conocimientos, deben ser incluidos en el currículo escolar; pero exige un esfuerzo adicional de los maestros y estudiantes, quienes necesitan realizar una recuperación y sistematización para poder aprenderla.

viernes, 9 de octubre de 2009

La Prensa Escrita Lambayecana

En "Presencia Histórica de Lambayeque" (1985) Eric Mendoza Samillán incluye un artículo titulado "Periodismo Lambayecano" del recordado periodista José Arana Cuadra quien rememora a los protagonistas y los principales medios de información escrita que circularon a lo largo del pasado siglo XX. El vendedor de diarios Alejandro Lora es el primero al que recuerda. Sobre los diarios, semanarios y revistas, nos brinda una relación detallada de los mismos. Mi única labor fue ordenarlos cronológicamente. Espero sientan Uds. el mismo placer que yo al conocer la información alcanzada por Don José Arana.
En 1918 circuló "El país" y desde 1920 "El bién agrícola".


Entre los diarios de época que circularon en 1921 en Chiclayo, menciona: "El diablo cojuelo", "El diablo predicador", "La abeja" de Don Manuel Uchofen y Darío Garcés, "El martillo" de Don Rómulo Menchola, "El progreso" de Don Pedro José Soto, "El departamento" de Don fernando Luque, "El zeppelín" de Don Manuel Uchofen (hijo) y "La tarde" de Don Virgilio Pérez. También: "El juguetón", "Balnearios", "Palm beach", "Don Tiburcio" y "Doña Filo" de Don Elías Chunga.


En la década de los años 20, el Colegio Nacional de "San José" fue cuna de una entusiasta inquietud periodística, aportando publicaciones como: "El renacuajo", "Colónida y bronce", "La antorcha". Además, las publicaciones "El sol", "El moscón", "Ideal", "El veneno" y "Contraveneno" fueron redactados, entre otros, por José Eufemio Lora y Lora.



Luego surgen "Claridades" (1927) de Don Alejandro ortega, "Cultura" (1929) de Don Américo Manay, "Fiat lux" de Don Teodoro Cosmópolis y Don Fidel Arana, "Cronos" (1930) de Don Nicanor de la Fuente, "Caras y caritas" (1933) de Don Aurelio Salas, "Concordia" (1936) de Don José Arana, "Acción" (1936) de Don Ramón Larrea. "Oiga" (1939) de Don Tulio Campana y Don José Arana, "Momo" (1937) de Don José Felix Ríos, "Nor Perú" (1938) de Don Oscar Rivera, "Pienso, luego leo" (1939) de Don Alejandro Lora, "Fraternidad" (1939) de la Logia Mazónica, "Acción Católica" (1939) de Don Leonidas Febres.



En 1944 aparecen "El imparcial" de Don Humberto Chávez y "El Norte" de Don Manuel Tirado. A inicios de la década de 1950 aparecen "El país", "El tiempo" y "La Noche". En 1952 se publica por primera vez "La Industria" de Don Miguel Cerro. Luego surgen "El Ciclón", "Pungundún", "Región", "Huerequeque", "Huerequeque gráfico", "Avance" y "El Gráfico"



Luego: "Cosmos" (1953) de Don José Mejía Baca, "Nuestra tierra" (1958) redactado por Don Agustín Vallejos, "Al fin" (1960) de Don Alvaro Mesones, "Fotochic" (1960) de Don Manuel Herrera, "El Sanjosefino" (1965) redactado por Don Ciro Sagástegui, "Firruñap" (1965) de Don Héctor carmona circuló en Ferreñafe, "Acontecimientos" (1965) de Don Manuel Herrera y "Trapiche" de Don Hernán Acosta que circuló en Pucalá.



Solo me queda agregar a los actuales diarios "Correo", "El Norteño", "Expresión", "El Ciclón" y una diversidad de medios capitalinos que han hecho de Chiclayo su sede de distribución macrorregional: "La República", "El Comercio", "Perú21", "El Popular", entre otros.









jueves, 1 de octubre de 2009

La Prensa Escrita en la Historia del Perú


Los periódicos, revistas y, en general, los medios de información escrita son fuentes documentales cada vez más utilizadas por los investigadores y contribuyen al conocimiento de la historia más cercana, más próxima. La siguiente información nos permitirá tomar conciencia de este hecho.
En 1790 el “Mercurio Peruano de Historia, Literatura y Noticias Públicas” editado por la Sociedad Académica de Amantes del País se constituyó en pionero entre los medios de información escrita, le siguió el “Semanario Crítico” (1791) editado por el franciscano español Antonio Olavarrieta. A inicios del siglo XIX destacan “El satélite peruano” (1812), de Fernando López Aldana; “La Abeja Republicana” (1822-1823), de José Faustino Sánchez Carrión y el “Mercurio Peruano” (1827) de José María Pando y Felipe Pardo y Aliaga. La prensa peruana fue la tribuna elegida para el debate político y propició la opinión pública.

“Un año después de la independencia el debate ideológico y las disputas políticas produjeron periódicos con nombres tan singulares como: La Cotorra, El Azote a la Cotorra, El Brujo, El Loro, El Loquero, El Loco contra el Loquero, El Periquito, entre muchos otros. Ante la Guerra con Colombia en 1828, los patriotas piuranos publicaron el oportuno periódico El Bota-fuego. Demostrando que la lucha contra el poder siempre ha sido una tarea difícil, El azote de vitalicios, tiranos y malvados (1829) solo pudo publicar un número. En Arequipa, El zancudo preguntón (1829) y en Cuzco, El duende (1830) fueron espacios para criticar a las autoridades locales” (Marcel Velásquez Castro). Hacia fines del siglo XIX aparece el periodismo informativo que convive con el ideológico y político. Los cinco periódicos mas importantes del siglo XIX fueron El Comercio (1839), “La revista de Lima” (1859-1863 -1873), “El Nacional” (1865-1873), “El Correo del Perú” (1871-1878) y “El Perú ilustrado” (1887-1892).
El diario oficial “El Peruano” fue fundado en 1825 como “El peruano independiente” y, a la partida de Simón Bolívar, sufrió por diez años los siguientes cambios en su nombre: "La prensa peruana" (1828-1829), dirigido por José Joaquín Larriva; “El Conciliador” (1830-1834), dirigido por Felipe Pardo y Aliaga. También se llamó “El Redactor Peruano” (1834-1836 y luego en 1838), “La Gaceta de Gobierno” (1835); “El Eco del Protectorado” (1836-1839); “El Eco del Norte”(1837-1838) y “El registro oficial” (1851) después de lo cual asumiría el nombre que hoy conocemos.
A inicios del siglo XX destacan diarios como “La prensa” de Abraham Valdelomar y José Carlos Mariátegui, “El tiempo” de Pedro Ruiz Bravo, “Nuestra época” del mismo Mariátegui y “La Razón” de César Falcón.
Desde la segunda mitad del siglo XX hemos tenido publicaciones de ocasión, por haber surgido en tiempos de campañas electorales y otras que permanecieron y crecieron por su estructura y seriedad. Son muchas las del segundo grupo, los títulos pueden todavía leerse.
La prensa escrita es parte de nuestro patrimonio y, como tal, las instituciones vinculadas al desarrollo de tal actividad deben dar garantías para la conservación y accesibilidad del material escrito.

lunes, 7 de septiembre de 2009

De los tristes "La Chongoyapana"


El cholo norteño es jaranero y la jarana es alegre; aunque no calla el sufrimiento y lo describe desgarrado, lo canta y lo llora. El cholo del campo, aquel que deja su vida en un surco; el cholo del mar que asimila en su sangre las aguas verduscas y saladas; el cholo de a pie que a crecido cosmopolita como las ciudades que hoy dirige “Nace bailarín de marinera, arpista y bebedor de chicha. La picardía, la lisura, el ingenio criollo lo lleva en la sangre…expresan todo aquello que son capaces de sentir: placer o dolor, vida o muerte”.
“la Chongoyapana” es un “triste” norteño, “género musical que tiene su origen en los ritos funerarios prehispánicos y en la costumbre de cantar llorando de las mujeres “plañideras” que cantan evocando el lastimero recuerdo del difunto” (“Cumanana y triste: Tradición prehispánica Muchik” – José Maeda) cuya autoría corresponde al patapeño Don Arturo Shutt y Saco (letra) y al cura Ricardo Moreno Santín (música) el año 1895; siendo sus más famosas interpretaciones las del chongoyapano Don Ubaldo Fernández Mera (fallecido el 2006 a la edad de 90 años) y del monsefuano Don Nicolás Seclén voz principal del trío “Los Mochicas”.
Don José Mejía Baca, hermano de Juan, publica en 1937 “Aspectos criollos” y nos regala, entre otras tradiciones, el origen y significado de “La Chongoyapana” al cual deseo aproximarlos por ser un canto cholo, inspirado en las faldas del Racarumi.
Don Arturo Shutt y Saco, cuando joven, maestro de escuela en Chongoyape; se vio perdidamente enamorado de la bella Zoraida Leguía Velarde. Los encuentros diarios a las seis de la tarde, en la ventana la ventana del cuarto de Zoraida, rodeada de enredaderas que escondían el moho de los hierros no durarían para siempre. Ambos presienten que aquella dicha es precaria. Un día la ventana no se abrió. La tez de nácar , los ojos verdes y cabellos rubios de Zoraida no volverían a ser vistos por Don Arturo, quien desgarrado de dolor escribe “La Chongoyapana”, un canto que no más le pertenece, ahora es de muchos, pues describió por décadas y describe los más profundos dolores, los dolores cholos del hombre de esta tierra: “Desde hace tiempo que te enamoro, Chongoyapana; pero mi llanto, ni mis suspiros, tu pecho ablandan”.
Los tristes, son melodías conocidas en la costa norte. Entre otros, mi abuelo Don Leoncio Fernández Usquiano, tenía a "La Chongoyapana" como su canción favorita y la cantaba tras una o dos botellas de pisco. Ismael Bellina Fernández, mi primo, me reta y dice:"Hoy cuando sus hijos la escuchan ("La Chongoyapana") recuerdan al viejo. Cántale la canción a mi madre y verás que pasa". Otros tristes menos conocidos que “La Chongoyapana” son “La jardinera”, “La flor del café”, “Quien tiene a su madre viva”, “que milagro tan patente”, “Pájaro fatídico”, “Froilam Alama”, “Tomás zapata”, “Pablo Mío”, entro otros.
Acabo con la invitación: “¡Hagamos alto, canelita fina! Descansemos un rato sobre las piedras de racarumi y refugiémonos en el recuerdo, que en el peregrinar del sentimiento, a veces sirve de pascana. Cuando la noche aclare, asistiremos al idilio de noctívaga y romántica pareja. ¿Escuchas esa música tan triste y tan lejana? Es el rasgueo de nostálgica guitarra que canta los amores de “La Chongoyapana”

domingo, 6 de septiembre de 2009

Morir para vivir

Hoy, a los 41 años, estoy completamente seguro que la vida no lo es todo. Es tan solo “Un pequeño paréntesis en la eternidad”. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la muerte como la “Cesación o término de la vida”. Mientras tanto, todos sabemos que moriremos. Esta realidad parece a muchos injusta, temible o ilógica; a otros les resulta un término mórbido, aunque resulte imposible negarla y considerarla inevitable.
El poeta chileno Pablo Neruda nos dice en “Sólo la muerte”: “llega la muerte, como un zapato sin pie, como un traje sin hombre, llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo, llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta. Sin embargo sus pasos suenan y su vestido suena, callado como un árbol”. Y Lord Alfred Tennyson, poeta británico del siglo XIX: “Todas las cosas morirán. La primavera será tempestad; Oh vanidad! La muerte aguarda en el umbral. Mira, todos nuestros amigos abandonan el vino y la alegría… nos llaman, debemos ir”
Sé que algún día mi corazón dejará de latir, concluirán mis funciones físicas y así llegará el fin de mi cuerpo. Terminarán mis días en la tierra, de lo vivido quedará solo un epitafio, un recuerdo, a lo mejor algunas lágrimas. ¿Cuál es mi filosofía de vida? ¿Cuál es mi pensamiento, sobre la vida, de ordinario? Algunas veces digo: ¡Hoy viviré como el primer día de mi vida! Hoy quiero decir: ¡Viviré como si fuera el último día de mi vida! Hoy he decidido comenzar a prepararme para mi día final.
Santa Teresa de Ávila, en “Nada te turbe”, nos dijo como reverenciando a la eternidad: “Eleva tu pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, nada te turbe... A Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga, nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo? Es gloria vana; nada tiene de estable, todo se pasa. Aspira a lo celeste, que siempre dura; fiel y rico en promesas, Dios no se muda. Ámala cual merece bondad inmensa; pero no hay amor fino sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores quien a Dios tiene. Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios tu tesoro nada te falta. Id, pues, bienes del mundo; id dichas vanas; aunque todo lo pierda, sólo Dios basta”.
¿Cómo he de vivir para bien morir? La respuesta está en Dios. A su luz todo cambia: mis valores, metas, relaciones, actividades… lo más importante, en apariencia, es ahora ridículo, insignificante o trivial. Mientras más cerca estés de Dios, más pequeñas te parecerán las cosas.
La vida en la tierra es la preparación o el ensayo de la vida verdadera; la antesala de la eternidad. Es como la parte visible de un iceberg, el resto es la eternidad, lo que no vemos, lo que esta escondido, pero existe. Acá viviremos cincuenta, ochenta o cien años. La eternidad es para siempre. ¡No quiero morir sin Dios! Por eso “Todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo”.
“La vida humana nos brinda muchas opciones, pero la eterna solo dos: cielo o infierno. Mi relación con Dios en la tierra determinará mi relación con El en la eternidad”
El fin del célebre libro “Las crónicas de Narnia” dice en su parte final y bien podríamos aplicarlo para nosotros mismos: “Para nosotros, este es el fin de todas las historias, más para ellos fue el comienzo de la verdadera historia. La vida de ellos en este mundo ha sido solo el título, la portada; y ahora comenzarán el primer capítulo de su vida verdadera”

martes, 11 de agosto de 2009

La Pedagogía de Jesús


Todos los que hemos recibido la bendición de llamarnos maestros y, como tales, dedicarnos a la labor de formar y enseñar deberíamos considerar indispensable para el desarrollo de nuestra vocación la observación cuidadosa de los métodos y procedimientos que Jesús empleó en su labor de “Rabí” (maestro).
Visualizar a Jesús enseñando, es un “ejercicio” que no debe perder su atractivo. Cada vez que nos acercamos a la persona de Jesús descubrimos una multitud de nuevos tesoros que modifican nuestra perspectiva sobre el proceso de formar a otros mediante la enseñanza. Visualicémoslo enseñando en una sinagoga, o en el sermón de la montaña y, luego notemos las, a mi entender, características más importantes de la pedagogía de Jesús:
1.- La escuela de Jesús era su propia vida
La gran debilidad de la enseñanza es enfocarse solo en los contenidos. Es mucho el tiempo de estudio y preparación de material; pero es poco el tiempo dedicado al elemento principal de nuestra labor: la vida misma del maestro, su coherencia, su testimonio.
La razón por la que Jesús impactó tan profundamente en sus discípulos es la calidad de su vida. Enseñó lo que vivió, eso lo hizo distinto. No le bastó enseñar la teoría de los temas que abordaba, sino que su enseñanza estuvo impregnada de su apego y compromiso con la verdad. Luego, sus discípulos afirmaron que enseñaban los hechos que habían visto y oído, lo que habían contemplado y palpado con sus manos. Es decir, hablaron de la clase de persona que era el Maestro con el que habían convivido y después, como añadidura, de los conceptos que de El recibieron.
Cuando nuestra enseñanza se basa solamente en el conocimiento de la teoría de los temas, enseñamos sin compromiso y sin autoridad, nuestra vida se separa de la vida de nuestros estudiantes, se muestra fría y distante y esa despreocupación contradice la eficacia de las verdades que deseamos otros incorporen a su vida.
Nuestros estudiantes percibirán cuándo nuestra enseñanza está respaldada por la vida de su maestro. Ellos nos escuchan de una manera diferente cuando nuestros apuntes y nuestra vida comunican exactamente el mismo mensaje.
2.- Preguntar y Repetir
Son dos los estímulos que aporta la pedagogía de Jesús al aprendizaje: Preguntar y repetir.
Casi siempre, Jesús, inició sus tertulias con una pregunta, de esta manera, obligó a los discípulos a reflexionar sobre el asunto, en lugar de darles directamente la respuesta. Un maestro no debe comunicar a sus estudiantes una verdad que puede ser descubierta por ellos mismos. El buen uso de las preguntas les ayudará en esta tarea. La tendencia es a olvidar rápidamente las enseñanzas recibidas, pero a conservar permanentemente las verdades personalmente descubiertas.
Usó la técnica de repetir una y otra vez de muchas maneras una misma verdad para que quedara grabada en la mente de los suyos. Por ejemplo: para explicar el reino de los cielos utilizó trece parábolas distintas. Este método audiovisual permitió a la gente identificar el Reino al ver las redes y los peces, al ver las semillas y los frutos.
El buen maestro debe conocer el contexto particular de sus estudiantes, de modo que sus enseñanzas resulten relevantes a la realidad que cada uno.
3.- Enseñanzas claras y prácticas
Los principios enunciados de manera teórica deben invadir la vida cotidiana de los estudiantes, lo otro sería quedar atrapados en generalidades ya conocidas. Por ejemplo todos sabemos que es necesario cuidar el medio ambiente, lo que falta saber es cómo cuidarlo; para ello el maestro debe comenzar con su ejemplo frente a sus estudiantes.
Jesús buscaba que sus enseñanzas fueran claras y prácticas. Echó mano de elementos de la vida cotidiana de sus oyentes para explicar las verdades eternas: una moneda perdida, una perla preciosa, una semilla de mostaza, la levadura, las ovejas o el aceite para las lámparas.
El buen maestro debe conocer el contexto particular de sus estudiantes. Las luchas, los desafíos, las aspiraciones y los temores que enfrentan en su vida, serán las monedas, las perlas, las semillas, la levadura, las ovejas y el aceite de sus lámparas; de esa manera nuestras enseñanzas resultarán relevantes a su realidad. La enseñanza, para ser significativa, debe impactar el desarrollo de sus vidas.
4.- Respetó las etapas del desarrollo
Un maestro que limita su labor a la enseñanza no logrará impactar la vida de sus estudiantes. Así como Jesús, el maestro sabe que existen tiempos particulares y, por sus características, ascendentes. Pasamos de la empatía inicial y la sobriedad de nuestra pedagogía a incrementar el proceso con nuestro compromiso y vínculo afectivo. No fabricamos máquinas, mucho menos objetos en serie. Es inherente a nuestra condición humana crear y fortalecer dicho vínculo como el tiempo decisivo para lograr hacer de nuestra escuela una comunidad de vida y no solo una comunidad de trabajo.
Un punto débil en nuestra pedagogía es exponer a nuestros estudiantes a verdades para las que ellos aún no están listos. Los educadores nos abocamos a contestar preguntas que las personas no se están planteando, y por esto caemos en la irrelevancia. Hablarle a un grupo de jóvenes solteros sobre el matrimonio nunca provocará el mismo resultado que al hablarles sobre la amistad. Hablar a los novios sobre la amistad nunca provocará el mismo resultado que hablarles sobre el matrimonio. Por dar una enseñanza a destiempo derrochamos desperdiciamos el tiempo y derrochamos los esfuerzos propios y los de nuestros estudiantes
5.- El aprendizaje es un proceso
El maestro nunca da por sentado que su enseñanza fue claramente comprendida por todos. Las personas filtran lo que enseñamos a través de las particularidades de su propia cultura y experiencia personal, por lo que le dan una interpretación a la verdad que no siempre es acertada o completa. Solamente por medio de diálogos posteriores, casi siempre personalizados, lograremos que obtengan una comprensión clara de la enseñanza. Estas pláticas personalizadas son una ventaja, pues permiten adaptar la enseñanza a la situación particular de cada uno. No es lo mismo enseñar a una persona sana que a una enferma, a un niño bien alimentado que a uno desnutrido; en ese momento posterior lograremos realizar los ajustes necesarios a las enseñanzas generales para que sean aplicables en un contexto particular.
6.- Aprovechar las oportunidades
El currículo de las enseñanzas de Jesús lo iba determinando el maestro de maestros según las experiencias particulares de los suyos, muchas veces en el curso de un día.
El maestro no se debe sentir atado a sus apuntes ni se exige cumplir a como de lugar con la totalidad del programa. Permanece atento a las inquietudes de sus estudiantes y detiene sus actividades programadas para aprovechar situaciones idóneas que le permitan enseñar algún principio útil para su vida.

Debemos dejar espacio para que sea el Espíritu del Maestro el que dirija nuestra enseñanza, y no nosotros mismos.
Para terminar, Jesús es fuente inagotable de amor y sabiduría. Me animo y les animo a buscar más del magisterio de Jesús que pueda ser aplicable a nuestra propia pedagogía. Visualicémoslo enseñando a miles, a doce o a uno; siempre con la misma entrega. Lo que descubras en EL te servirá a ti mismo.

jueves, 6 de agosto de 2009

Para ser mejores maestros


Ser un buen maestro no solo es fundamental para alcanzar el desarrollo cognitivo y el de las múltiples inteligencias de los estudiantes, sino también para conseguir su bienestar espiritual. Si un estudiante mantiene una adecuada valoración del testimonio profesional y personal de su maestro, es más sencillo que desarrolle una estrecha relación con Dios.
Muchos no han tenido un buen ejemplo. En las aulas algunos maestros están como ausentes. Otros son fríos y severos. ¿Cómo romper con este círculo vicioso y ser maestros camino entre nuestros estudiantes y Dios?

1.- Busquemos al modelo perfecto del amor.
Dios es el modelo perfecto de amor para los maestros. Jesús nunca dudó del amor de su Padre. Aquel vínculo de confianza, entrega y comunicación debe buscarse siempre entre un maestro y sus estudiantes. Inspirados en Dios debemos ser sabios para aprobar, corregir, aconsejar y encaminar. Si el amor de Dios es la fuerza que nos permite vivir inspirará nuestra pedagogía, nuestra palabra, nuestros métodos, nuestra vida.
2.- Vivir como “Libros abiertos”
Esto es vivir en la verdad. El conocido músico Cliff Burton en “To live is To die” nos dice: “Cuando un hombre miente mata a una parte del mundo. Éstas son las muertes pálidas a las que los hombres mal llaman 'sus vidas'. No puedo soportar seguir siendo testigo de todo esto. ¿No puede elReino de los cielos llevarse a casa?”
Vivir en la verdad consiste en llevar el Reino de los cielos a la escuela. También implica tratar con respeto y dignidad a los estudiantes, así les enseñamos a tratar con el mismo respeto y dignidad a los demás. La manera de actuar del maestro influye siempre en sus estudiantes. Dos palabras son claves para crear un ambiente de apego a la verdad o de “Libros abiertos”: felicidad y perdón.
El maestro debe promover un ambiente de felicidad mediante la dedicación a todas pero a cada una de las vidas puestas, por voluntad de Dios, en sus manos de alfarero o formador. Cada estudiante es único y necesita no solo de los conocimientos de su maestro, sino de un norte y objetivos para su vida. El maestro le puede ayudar a encontrarlos, con respeto, con apego a la verdad y sin manipulaciones.
El ambiente de perdón se promueve también con el ejemplo. El maestro perdona y pide perdón. La felicidad y el perdón fortalecen la unidad de toda comunidad humana, una de ellas es la escuela.
3.- Preocupación por la espiritualidad
Un maestro responsable, con principios y valores cristianos, vela por las necesidades espirituales de sus estudiantes. Es responsabilidad de los maestros fortalecer su conducta de fe, animarles cada día a tener una relación intima con Dios. Orar juntos, meditar en el ejemplo de Jesús, promover la práctica de nuestros valores cristianos en la escuela y en su casa. Que los estudiantes vean que su maestro ama y honra a Dios con su vida. Los maestros tenemos que demostrar que valoramos las cuestiones espirituales; de lo contrario, los estudiantes lo notarán enseguida.
4.- Disciplina y correción
“En su acepción más común la disciplina es la capacidad de enfocar los propios esfuerzos en conseguir un fin, si bien etimológicamente, disciplina hace referencia a la instrucción dada a un discípulo, acepción que preserva el sentido de la palabra original en latín (instrucción) cuya raíz “discere” significa aprender. Su sentido es amoldar el carácter y el comportamiento de un individuo para conseguir una eficiencia máxima en alguna labor. Así se habla de disciplina militar a la seguida por las fuerzas armadas o disciplina escolar a la que se aplicaría en las escuelas para conseguir un mejor aprendizaje”.
Los estudiantes necesitan que se los corrija con amor. La disciplina es fundamental para que se conviertan en personas de bien. Algunos maestros parecen creer que la disciplina implica un trato severo, que incluye amenazas, insultos y humillaciones. Sin embargo, nunca se debe relacionar la disciplina con la crueldad. Por supuesto, en ocasiones tal vez haya que imponer alguna sanción, pero esta debe ser aplicada con paz y en un ambiente de diálogo veraz, perdón, tolerancia y comprensión.
Maestro, tu escuela será un evangelio viviente en cuyas aulas es sembrada la semilla del amor de Dios que permita cosechar salvación. Si alguna vez creímos que no es posible, que es demasiado tarde o que a pesar de los esfuerzos realizados nos resulta casi imposible lograrlo, no nos sintamos mal, Dios es especialista en las razones imposibles ante los ojos de los hombres. Ora por mí que yo lo haré por ti. En Dios si es posible.

jueves, 30 de julio de 2009

Una Tradición Religiosa: "La Historia de los Curas Casimiro y Castrillo"



Hay recuerdos y costumbres que adornan la identidad católica de nuestros pueblos. En cada lugar las distintas fechas religiosas suelen vivirse de distintas maneras. En mi niñez, viví algunas: Padrinos lanzando monedas al aire después de la ceremonia en honor del ahijado para cumplir con el “capillo” y evitarse el canto aquel de: “Padrino pata de candado si no tienes monedas ¿Para qué tienes ahijado?" ; Niños llorando en plena misa mientras las “mayores” o ancianitas murmuran: “A ese niño el diablo le esta mordiendo la oreja”. Pero, si una cosa es la costumbre, otra es el recuerdo de hechos imborrables en algunas comunidades como el siguiente que a continuación paso a narrar:
En 1944 a túcume acudía desde Lambayeque un sacerdote dominico de buen corazón y amoroso trato, el Padre Casimiro, con la misión de impartir los sacramentos y atender a la feligresía. La principal festividad religiosa del pueblo en honor a la “Virgen Purísima” estaba, como hasta hoy, a cargo de la hermandad que, hace 65 años, tenía menos adeptos que opositores quienes referían manejos poco claros de las cuentas y desorganización de los dirigentes. Aquellos, hicieron circular por el pueblo el rumor de que el Padre Casimiro se había enterado de sus maldades y pediría a Trujillo autorización para el cambio de autoridades de la hermandad.
Los afectados por el rumor urdieron un plan y llamaron al Padre Casimiro a Túcume so pretexto de atender a un moribundo en el centro poblado Nancolam. El Padre acudió al llamado de ayudar a “bien morir”, sin saber de la mentira, y cuando ingresaba en su auto color blanco la turba, entre insultos y jaloneos, lo amenazó y pedió explicaciones sin que el Padre comprendiera lo que ocurría.
Como pudo, arrancó el auto y llegó hasta el local del teléfono público. En el lugar, más triste que asustado, el padre Casimiro con ayuda de tres fieles (Carmen Julia Vélez, Martina Soraluz y doña Herminia Asalde) llamaron al subprefecto quien envió un camión con policías que rescataron al ministro de Dios.
Ahora, la atención de la feligresía estaría a cargo del Padre Castrillo, párroco de Lambayeque, dominico de carácter fuerte, español sin pelos en la lengua, directo y, según refieren, valiente para aceptar atender a un pueblo como Túcume de medio siglo XX para abajo.
Por algún otro rumor, que hoy todos dan por olvidado, pero que “sospechan” fue la cola del primero; parte de la población enardecida quiso sacarlo fuera del pueblo. Padre Castrillo corrió y, como pudo, se refugió en el local del teléfono con ayuda de aquellas buenas mujeres que apoyaron también a Padre Casimiro. Ellas, para motivar el apuro del subprefecto, le engañaron que en Túcume darían muerte al Padre Castrillo. Al llegar la policía pidió al Padre informes sobre las personas que participaron en la revuelta. Todas ellas, al ser identificadas, le decían: “¿Yo padrecito? ¡No padrecito! Yo no le hice nada” a lo que el Padre replicó: “¡Callad, moriréis arrastrados como la serpiente!” Hasta hoy se dice que la mayoría de aquellas personas fallecieron, con el tiempo, víctimas de terribles enfermedades o desgracias.
Pero a las tres mujeres fieles el pueblo les dedicó un canto que hasta hoy las más ancianas entonan:
“Pobrecita Carmen Julia
que al teléfono corría
a engañar al subprefecto
que Castrillo era muerto.
Tres mujeres son las que hablan
Carmen Julia, Martina y Herminia
engañando al subprefecto
que castrillo era muerto”

Por varios años a Túcume no llegaron sacerdotes y la gente dice ¡Ese fue el castigo! Como verán la fe de un pueblo es como una planta: debe ser cultivada con esmero y cariño, así crece y fructifica. Hoy Túcume manifiesta valores de espiritualidad y compromiso solidario propios de una fe creciente y que se fortalece día a día. Estemos seguros que a los Sacerdotes que acudan a esa hermosa tierra se les dará siempre muy buen trato (Por siacaso, por favor, oremos por eso).

viernes, 24 de julio de 2009

José Francisco de San Martín y Matorras: "El Generalísimo de las Armas"


Me parece pertinente culminar la secuencia sobre “La Independencia del Perú” refiriéndome a la insigne figura de Don José Francisco de San Martín y Matorras, “Fundador de la libertad del Perú” y “Generalísimo de las Armas” (de acuerdo a las recompensas y honores otorgados por el Primer Congreso Peruano en 1822 presidido por Francisco Javier de Luna Pizarro). No bastan los datos biográficos. Trataré de acercarlos a la personalidad del “Generalísimo” mediante el conocimiento de algunos de sus escritos.
José Francisco de San Martín y Matorras, hijo de Juan de San Martín y de Gregoria Matorras, nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778. En 1781, su familia se traslada a Buenos Aires y en 1784 a España, donde José Francisco realizó sus estudios elementales para luego, en 1789, incorporarse como cadete al Regimiento de Infantería de Murcia a la edad de once años. Serviría en el ejército del Rey en Europa y África. Allí iniciaría una carrera militar que lo llevaría a convertirse en uno de los más importantes libertadores de América. Sobre su experiencia diría: “Yo servía en el ejército español en 1811. Veinte años de honrados servicios me habían atraído alguna consideración, sin embargo de ser americano; supe de la revolución de mi país, y al abandonar mi fortuna y mis esperanzas, sólo sentía no tener más que sacrificar al deseo de contribuir a la libertad de mi patria; llegué a Buenos Aires a principios de 1812 y desde entonces me consagré a la causa de América: sus enemigos podrán decir si mis servicios han sido útiles”.
En 1812, retornó a su patria con el deseo de colaborar en la lucha por la Independencia. Tres años después, se encargó de la gobernación de la provincia de Mendoza donde formó el ejército que liberó a Chile en 1817 y programa la Expedición libertadora de Perú. Diría: “No aspiro a la fama de conquistador del Perú. ¿Qué haría yo en Lima si sus habitantes me fuesen contrarios? No quiero dar un paso más allá de donde vaya la opinión pública. La opinión pública es un nuevo resorte introducido en los asuntos de estos países: los españoles, incapaces de dirigirla, la han comprimido. Ha llegado el día en que va a manifestar su fuerza y su importancia”.
Lograda la independencia peruana, se embarca a Guayaquil para entrevistarse con Bolívar y ponerse a sus órdenes en la consolidación de independencia americana, según se desprende de las misivas cruzadas entre ellos. San Martín en carta a Bolívar con fecha 29 de agosto de 1822, refiere: “Los resultados de nuestra entrevista no han sido los que me prometía para la pronta terminación de la guerra. Desgraciadamente yo estoy íntimamente convencido o que no ha creído sincero mi ofrecimiento de servir bajo sus órdenes, con las fuerzas de mi mando, o que mi persona le es embarazosa”. Es firme pero prudente: “He hablado a usted, general, con franqueza, pero los sentimientos que expresa esta carta quedarán sepultados en el más profundo silencio; si llegasen a traslucirse, los enemigos de nuestra libertad podrían prevalecerse para perjudicarla, y los intrigantes y ambiciosos para soplar la discordia”.
San Martín está dolido por la actitud de Bolívar pero, aun así, da muestras de una gran humildad: “Para mí hubiese sido el colmo de la felicidad terminar la guerra de la independencia bajo las órdenes de un general a quien América debe su libertad. El destino lo dispone de otro modo y es preciso conformarse”. Trata de comprender y, al despedirse de Bolívar dice: “Con el comandante Delgado, dador de ésta, remito a usted una escopeta y un par de pistolas juntamente con el caballo de paso que le ofrecí en Guayaquil. Admita usted, general, esta memoria del primero de sus admiradores. Con estos sentimientos y con los de desearle únicamente sea usted quien tenga la gloria de terminar la guerra de la independencia de la América del Sur, se repite su afectísimo servidor”.
Tras gobernar el Perú entre 1821 y 1823, regresó a Chile camino a Argentina, desde donde partió al exilio en Europa. Tras su estadía en Inglaterra, Escocia, Bruselas y diversos lugares de Francia, y de un complicado viaje al Río de la Plata (1829), en 1834 decidió radicarse definitivamente en Grand Bourg, cerca de París, donde murió el 17 de Agosto de 1850 en Francia.
Antes de morir legó el texto conocido como “Máximas a Mercedes Tomasa” (su hija) en que le invoca a humanizar el carácter, amar la verdad, inspirar confianza y amistad, dar a los pobres, ser honrada, saber guardar secretos, respetar las creencias, tratar dulcemente a los pobres y viejos y hablar poco.
Sus restos mortales fueron repatriados a Buenos Aires en 1880 según su voluntad expresada en su testamento “Sí deseo que mi corazón sea depositado en el cementerio de Buenos Aires”.

jueves, 16 de julio de 2009

La Independencia del Perú



1.- La vida limeña meses y días antes.

Para comprender el hecho histórico de la Independencia del Perú es necesario tener información acerca de sus tres tiempos fundamentales: antes, durante y después. En esta primera entrega trataré de responder a la pregunta ¿cómo se vivía en la ciudad de los Reyes pocos meses y días antes de la declaración, proclamación y jura de la independencia? Para lo cual detallaré algunas características de la vida limeña basándome en el trabajo del historiador peruano Arnaldo Mera Ávalos de la Pontificia Universidad católica del Perú, titulado “Cuando la Patria llegó a la capital: El miedo ante el advenimiento de la independencia” (1985).
La ciudad de Lima se había convertido en un refugio de criollos del Virreinato del Río de la Plata y de otros llegados de distintas partes de América. Tales personas vinieron junto a las “malas noticias de caos, pobreza y desorden en las zonas liberadas a causa de la independencia”. Se nota un grave temor al cambio, un miedo comprensible a lo desconocido.
La gente temía a la Patria, simbolizada por el Ejército libertador, los aristócratas limeños temían perder sus propiedades y quebrar su unidad familiar. Las mujeres eran realistas y, aunque no pudieron firmar ningún documento, mantuvieron un fuerte vínculo con su confesor. Sus confesores eran sacerdotes españoles. Los esclavos dependían de la suerte de sus amos y los indios de Lima, acomodados al sistema, servían en su mayoría en el ejército realista.
El clima era el de una guerra civil. Faltaban alimentos y trigo, y había carestía de harinas debido al bloqueo armado del inglés Lord Thomas Cochrane que apoyó la causa libertadora. Muchas familias (alrededor de 350) se refugiaron en los conventos y en el Castillo del Callao (mal llamado Real Felipe). Además, Lima amurallada era rodeada por las tropas del General realista José de Canterac desde La Molina, San Borja, Limatambo y Bellavista. La acción de Canterac destinada a mostrar el poderío del ejército español creó entre los limeños un clima de mayor inseguridad por el temor a los enfrentamientos con las tropas patriotas.
La plebe de la ciudad dependía de las decisiones de la aristocracia. Era, en realidad, acomodaticia, es decir, estaba con el momento. No existía el concepto de ciudadano. Un ejemplo: Poco tiempo antes, la plebe de Lima, había escuchado la Jura de la Constitución de Cádiz en las Plazas y la avivaron, en especial cuando los oradores del acto lanzaron algunas monedas.
Los esclavos no eran todos de la misma condición. El esclavo negro de la élite (carroceros, cocineros, mayordomos) vestía mejor que muchos blancos pobres. Su vida dependía de lo que pasaba con su amo. Se mantuvieron junto a ellos hasta que San Martín ofrece libertad a los negros que se pasen al bando libertador. Por eso en Lima se temía al ejército libertador, a las “Tropas” desordenadas proclives al pillaje y al saqueo y a los desertores del ejército realista.
El ejército realista estaba intacto, aunque eventualmente se daban algunas deserciones. Habían abandonado Lima para dirigirse al Cuzco luego del cerco de Lord Thomas Cochrane. Estaba conformado por indios de todo el territorio.
Debo aclarar que, si bien es cierto, aunque hubo limeños notables que apoyaron la causa de la emancipación, fue más notoria la actitud a favor de la fidelidad a la corona española por parte de la aristocracia. Las características generales mencionadas líneas arriba nos pueden dar una luz para reconstruir mentalmente la realidad vivida en la ciudad capital del Perú que fue también centro de nuestro proceso emancipador.

2.- Declaración, Proclamación y Jura.

Se trata de tres actos jurídicos distintos que ocurrieron entre los meses de julio y Agosto de 1821 en la Ciudad de Lima.
Luego de ocupar Lima, el general José Francisco de San Martín y Matorras, envió un oficio al Cabildo de la ciudad, en cuyo texto comunicaba la necesidad de declarar la independencia. El ayuntamiento habría reconocido la voluntad general que respaldaba dicha alternativa, respondiendo con el texto de un acta donde acuerda la declaración de independencia el 15 de julio de 1821. Dicha Acta, redactada por Don Manuel Pérez Tudela, fue la respuesta formal del cabildo de Lima. En ella se establece que la voluntad general esta decidida por la independencia del Perú y por el rechazo de la dominación española y cualquiera otra extranjera. La decisión fue tomada por los miembros del cabildo de Lima en presencia del Arzobispo de la iglesia de Lima Francisco Javier de Zárate, los prelados de los conventos religiosos, los títulos de Castilla y otros vecinos.
La proclamación de la independencia se realizó el día 28 de Julio de 1821 (se eligió ese día por ser sábado) desde cuatro plazas públicas según la costumbre de la época. El hecho fue comunicado a la población de Lima mediante la publicación de un bando en toda la ciudad en el que se indicó que se proclamaría la independencia en “los lugares públicos en que en otro tiempo se os anunciaba la continuación de vuestras tristes y pesadas cadenas”. Debo indicar que de la misma forma, en el pasado, se habían proclamado las noticias importantes llegadas desde España. La Proclamación la hizo el propio San Martín desde las Plazas de Armas, La Merced. Santa Ana y de la Santa Inquisición (actual Plaza Bolívar). El General patriota Tomás Guido, en una carta dirigida a su esposa en la que narraba la proclamación de la independencia que presenció, manifiesta: “No he visto en América un concurso ni más lucido ni más numeroso. Las aclamaciones eran un eco continuado de todo el pueblo... Yo fui uno de los que pasearon ese día el estandarte del Perú independiente... Jamás podría premio alguno ser más lisonjero para mí, que ver enarbolado el estandarte de la libertad en el centro de la ciudad más importante de esta parte de América, cumpliendo el objeto de nuestros trabajos en la campaña.”
A partir del 29 del mencionado mes se realizó la juramentación por el pueblo organizado en sus diversas instituciones. La jura era una tradición virreinal. Cada vez que se entronizaba un nuevo monarca la población procedía a jurarle fidelidad en un gesto de sometimiento. Por ello San martín se apresuró a pedir el compromiso de la población, las instituciones y gremios de la capital. La jura se realizó en el Cabildo Eclesiástico, en la Congregación de San Felipe Neri, en la Sacristía de la Catedral, en el Colegio de Abogados, en el Convento de San Francisco, en la Universidad de San Marcos, en el Ramo de Correos, en la Casa de Moneda y en diversos barrios de Lima y el Callao. Posteriormente, debieron hacer lo propio, y ante sus respectivos párrocos, los pueblos de los departamentos libres. En el caso de Lima, era fundamental que las instituciones establecidas en la capital y que recibieron la convocatoria acataran el mandato de San Martín en tanto Jefe del Ejército Libertador, quien notificó mediante oficio de 23 de julio, que dichas instituciones se hicieran presentes el domingo 29 en la catedral a fin de asistir al Te Deum y la Misa de acción de gracias y que, posteriormente, en cada local institucional, procedieran al acto del Juramento. La fórmula usada para la Jura de la independencia fue la siguiente: “¿Juráis por Dios y la Patria sostener y defender con vuestra opinión, persona y propiedades la Independencia del Perú, del Gobierno Español, y de cualquier otra dominación extranjera? Si así lo hiciereis, Dios os ayude, y, si no, Él y la Patria os lo demanden."

3.- El significado de la gesta emancipadora en la actualidad
Una sonrisa única, un uniforme radiante, muchas banderas flameando, escarapelas... No necesito más para anidar otra vez una esperanza fiel y sencilla: El Perú es grande y procuraré ser digno de llamarme hijo de la Patria. Quizá, solamente me deje llevar por la emotividad de estos días, por los recuerdos de grandes hazañas y logros casi imposibles de una nación que besa el cielo con su fe y pisa firmemente la tierra con su trabajo; pero hoy agradecí a Dios por haber sido educado en el amor a lo nuestro, en el aprecio por su tradición que, como firme base de su presente, alimenta las ansias de un futuro distinto, de una historia renovada, escrita a pulso por cada peruano de a pié, por cada hombre y mujer, que al repetir el término PERÚ pueda decir con alegría ¡Es mi Patria!El niño de la sonrisa única, el de la escarapela y la esperanza tiene derecho a aprender a amar a su Patria. Se lo ganó, con el natural y decisivo hecho de haber nacido en este suelo. Ese niño, que hace un instante pasó desfilando ante mí con gallardo paso, mirada fija y rostro templado, goza del derecho a ser educado en tal amor. No interesa dónde ni como nació, o si tiene más o menos que otro, interesa mucho que es peruano y su derecho a ser y pertenecer se lo ha ganado como una gracia especial. El niño de la marcialidad y la esperanza necesita amor y orden, requiere ejemplo, voluntad de educar y sueños, muchos sueños. Hay que amar a la Patria para ganarse el derecho de tener un futuro en ella y en ese amor se guía, se afirman y se multiplican virtudes. Amo a mi Patria: Ella me brindó su suelo, su historia, su idioma, su identidad multirracial, sus mártires y el derecho a luchar por un futuro acá.Es este nuestro humilde modo de pagarle lo mucho que le debemos. Aquí estamos, poniendo en libertad nuestros anhelos, alegrándonos de los colores rojo y blanco, los colores de la Patria: ¡Arriba los corazones!... porque ese niño de la sonrisa única necesita que se le eduque en el mismo amor en que nosotros o muchos de nosotros hemos sido educados; ya no se puede, ni se debe vivir más en la ignorancia ni en la desidia; porque el futuro de nuestro país necesita de seres que lo amen con compromiso, si hoy no le enseñamos a amarla, cercenaremos tal derecho. Es preciso amar a la Patria para fortalecerla y exaltarla, de nuestro amor brota su futuro y de ese retoño florecerá el porvenir de nuestros hijos y nuestros nietos, que sabrán renunciar o aprender a amarla gracias a nuestro ejemplo. En nosotros está forjarlo. Hoy pongo en tus manos este mensaje con los colores de la Patria, con un blanco y rojo ilusionado, con afecto y felicidad. De ti dependerá multiplicarlos en este julio y para siempre. Otra sonrisa única, otro uniforme radiante, otra escarapela, otra esperanza. Perú: tengo tanto para darte. ¡Hoy comenzaré!


sábado, 11 de julio de 2009

Historia Regional Lambayecana: Una necesidad de cara al futuro


La Región de Lambayeque, con un dinamismo histórico impresionante desde hace 10 mil años, ha ido gestando con la creatividad y el esfuerzo de sus hombres y mujeres la realidad compleja y pluricultural que hoy vivimos. Sin embargo, en los últimos años, el convivir bajo el influjo de una cultura oficial centralista y cosmopolita, propia de las grandes ciudades como Chiclayo, nos hace perder poco a poco la memoria colectiva y los valores que nos identifican como pueblo. Lo moderno se aparta de nuestra cultura nacida en el interior de las comunidades. En algunos casos la ignora y margina, en otros la estiliza y acomoda de acuerdo a su refinado gusto por lo exótico.
Según Walter Alva (“Sharuko” – Hombres de Bronce) “No somos ahora ni indígenas ni occidentales, somos un pueblo mestizo que necesita reivindicar su pasado nativo, ponerlo a la misma altura de la contribución del mundo occidental y forjar una cultura nacional a partir de lo local”.
Por definición, la historia es el pasado, presente y futuro posible de la actividad humana; es una disciplina de investigación que nos acerca a los procesos sociales del pasado para garantizar su mejor reconstrucción, análisis, síntesis y utilidad; es el conjunto de huellas cotidianas que deja el hombre en su paso por el tiempo y que son recordadas; es el conjunto de representaciones de la memoria colectiva que moldea la identidad de los pueblos interpretados en forma escrita (fuentes secundarias y terciarias) y verbal (fuentes primarias).
Actualmente se necesita hacer la historia escrita reflejando el desarrollo integral de las comunidades a través de la identificación de los individuos con su entorno inmediato, utilizando como elemento fundamental la investigación colectiva del pasado de ese ambiente. El resultado se ha denominado Historia Regional (Historia Matria según el historiador mexicano Luís Gonzáles y Gonzáles) por ser la historia del espacio afectivo más próximo donde el individuo nace, vive y muere. Podemos clasificar la historia según su ámbito espacial o geográfico. Así, la historia de nuestro país es la historia nacional, pero al acercarnos a espacios geográficos internos la historia puede ser regional y local.
La Historia Regional Lambayecana es aquella que nos remite al pasado de nuestras localidades distritos, provincias, caseríos, anexos, parroquias, barrios, urbanizaciones, etc; ofreciéndonos un panorama de las motivaciones individuales y colectivas. Un rasgo característico de esta historia es que se sirve de fuentes orales de las comunidades, lo cual le da un gran valor afectivo pues se vale de las experiencias subjetivas de sus habitantes. Son las narraciones, historias contadas de generación en generación, fantásticas y reales, las que dan a luz los más importantes datos de la historia espacialmente cercana. Sobre la oralidad, Eduardo Arcila Farías, historiador venezolano, “Recuerdo e historia son una misma cosa, aunque no absolutamente idénticas, pues la historia existe por sí misma, independientemente del recuerdo, en cambio el recuerdo no se concibe sino como historia”.
El conocimiento de estas experiencias fortalece la identidad de la comunidad, la integración de sus miembros y las acciones que buscan su desarrollo.
Son muchas las personas que hacen esfuerzos denodados pero desarticulados para dar forma al cuerpo de nuestra memoria colectiva. El Proyecto educativo Regional es otro esfuerzo institucional que incluye esta necesidad y que, sin embargo, pierde fuerza con el tiempo por ineficiencia y falta de perseverancia. Los clubes de historia y turismo significan el aporte de experiencias que permiten la relación Hombre – naturaleza y cubren, mayormente, el conocimiento paisajístico y geográfico de nuestra realidad. Solo dos instituciones escolares dictan la asignatura de Historia Regional Lambayecana (Colegio de aplicación de UNPRG y Colegio Mixto “Independencia de Chiclayo) y en las Universidades son muy pocos los trabajos que aporten información sobre el tema. Hacer Historia Regional es una necesidad humana de estos tiempos. El hombre presente siente necesidad de penetrar en ese mundo del pasado, constantemente se dirige a el buscando un poco de luz y lo interroga como queriendo obtener respuestas que le permitan iluminar su porvenir. Sin un pleno conocimiento de su pasado histórico, la Región de Lambayeque permanecerá desarraigada y de espaldas a tradiciones, costumbres y actos de los hombres y mujeres de nuestras más recónditas zonas geográficas y también de los lugares más cercanos. De seguir actuando de manera tan despreocupada, dichos recuerdos están condenados a perecer con el tiempo.

domingo, 28 de junio de 2009

La mujer en la historia (I Parte): Prehistoria y Edad Antigua


A manera de introducción

El presente es un estudio de trabajos diversos sobre la presencia de la mujer a la largo de la historia de la humanidad. Se divide en cuatro partes. Hoy alcanzo la primera.

Es mi propósito brindar una guía para la comprensión del rol femenino hasta nuestros tiempos. Es imposible comprender desde nuestro pensamiento las consideraciones que sobre la mujer se hicieron en tiempos anteriores. Dichas consideraciones corresponden a sistemas de pensamiento casi inexistentes o inaplicables en la actualidad.
El recordado poeta uruguayo Mario Benedetti, integrante de la generación del 45, ilumina el inicio del presente trabajo. Es justo decir que la iniciativa de investigar y escribir, de manera breve pero clara (al menos ese es mi deseo) sobre el rol de la mujer a lo largo de la historia nace con la lectura de “La mujer que camina” poema cuyo texto brindo a continuación con el deseo que disfruten el vínculo entrañable entre historia y literatura.



“La mujer que camina delante de su sombra.

Aquella a quien precede la luz como las aves

a las celebraciones del solsticio.
La que nada ha guardado para sí

salvo su juventudy la piedra engarzada de las lágrimas.
Aquella que ha extendido su pelo sobre el árbol

que florece en otoño, la que es dócil

a las insinuaciones de sus hojas.
La mujer cuyas manos son las manos de un niño.
La que es visible ahora en el silencio,

la que ofrece sus ojos

al animal oscuro que mira mansamente.
La que ha estado conmigo en el principio,

la mujer que ha trazado

la forma de las cosas con el agua que oculta”.



Los estudios sobre el rol de la mujer en la historia son, en su mayoría, recientes. Su inclusión actual, es una muestra más de la evolución del lugar de la mujer en la sociedad.
1.- La mujer en la prehistoria
A decir de Margarita Sánchez Romero, investigadora del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Granada (España) las mujeres son las grandes olvidadas de las sociedades prehistóricas. Después de un largo análisis del registro arqueológico (Objetos prehistóricos y contextos en que aparecen) que le permitió la publicación de trabajo “Las mujeres y la paz. Génesis y evolución de conceptualizaciones, símbolos y prácticas” puede determinar el rol de la mujer en la prehistoria que resume en las siguientes características:
a) Dedicadas históricamente a las tareas de mantenimiento (preparación del alimento, preservación de adecuadas condiciones de higiene y salud, cuidado de los miembros del grupo y socialización de individuos infantiles).
b) La vinculación de las mujeres con las crías humanas que requieren una atención constante al menos durante los primeros años de vida fue determinante en sus funciones de mantenimiento. La alimentación de los individuos infantiles mediante la lactancia era un recurso fundamental y esto no significó relegarla a una condición de desigualdad o subordinación.
c) Muchas imágenes del pasado las muestran plenamente integradas en cuestiones rituales y religiosas. No existen datos que lleven a pensar que las mujeres no cazaban o que no intervinieron en determinadas producciones, como la de piedra tallada o la metalurgia. Los ajuares funerarios enfatizan más las diferencias en estatus social y en la realización de determinados trabajos, que en la existencia de desigualdades entre mujeres y hombres.
d) Los restos masculinos encontrados en excavaciones de localidades españolas como las de Monachil, la Motilla del Azuer, en Daimiel; Peñalosa, en el poblado jiennense de Baños de la Encina o Castellón Alto, en la localidad de Galera, Granada; muestran un mayor desarrollo muscular en la parte inferior del cuerpo de los individuos masculinos, probablemente debido a que recorrían largas distancias. Sin embargo, las mujeres hacían un esfuerzo mayor con la parte superior, debido a actividades como la molienda del cereal o el acarreo de objetos.
Además, debo indicar que la arqueóloga María Ángeles Quirol, maestra de la Universidad Complutense de Madrid (España) en su obra “La mujer en el origen del hombre” (Madrid – 2000) intenta demostrar el importante papel que jugó la mujer en las primeras economías (productoras y depredadoras) en la que las mujeres se dedicaban fundamentalmente a la recolección. En algunos grupos pretecnológicos de África y Oceanía pudo determinar que mientras el hombre se dedicaba a la caza, el 90% de sustento provenía de la recolección vegetal realizada por las mujeres.
El Doctor Pepe Rodrigues de la Universidad de Barcelona (España) autor de “Dios nació mujer” (Barcelona – 1999) que “La mujer y el concepto de Dios han sido fundamentales para el progreso de la sociedad humana. Los conocimientos arqueológicos, históricos y etnográficos actuales indican que la mujer prehistórica no estuvo sometida al varón sino que, por el contrario, las comunidades de nuestros antepasados dependieron de su triple función como procreadora, organizadora y productora. Desde que comenzamos a evolucionar como homínido hasta el inicio de la era agrícola, el desarrollo de las estructuras psicosociales y adelantos técnicos que posibilitaron la civilización fue obra de mujeres. Hace unos 30 000 años no existía el concepto de Dios, pero tomó vida y forma al tiempo que los humanos desarrollamos el pensamiento lógico-verbal. Las pruebas arqueológicas muestran que el primer “Dios” generador - controlador fue concebido y reconocido como mujer durante más de 20 000 años y que no hubo más divinidad que la femenina hasta que, entre el 6 000 y 3 000 a.C., por necesidades socioeconómicas, apareció el concepto de Dios varón”
2.- La mujer en la Edad Antigua
Recordemos a la poetisa Julia Prilutzky, ucraniana y nacionalizada argentina, representante de la generación poética de los 40 (como matizando lo escrito) y evitemos caer en la modorra de las lecturas largas y sin sentido. En el poema “esta bien, seré dulce” aporta versos que bien podemos ligar a la concepción propia de la mujer en la Edad antigua. Dice así:



“Está bien. Seré dulce y obediente

o lo pareceré. Te da lo mismo

Necesita, de pronto, tu egoísmo

que yo me quede así, sumisamente,
Sin sufrir, sin dolor, sin aliciente,

sin pasiones al borde del abismo,

sin mucha fe ni un gran escepticismo,

sin recordar la esclusa ni el torrente.

Necesitas las llamas sin el fuego,

que el fuego del amor no sea un juego

y que esté el rayo aquí, sin la tormenta.

Quieres que espere así, sin esperarte,

que te adore también sin adorarte

y estar clavado en mi, sin que te sienta”.



Marcio Porcio Catón “El viejo” (195 a.C.) político, escritor y militar romano, en el contexto de la petición de derogación de la lex Oppia, que pretendió quitar el lujo a las mujeres (joyas, vestidos de colores, carros, etc.) dijo sobre la mujer “Extemplo simul pares esse coeperint, superiores erunt” (Tan pronto como hayan empezado a ser iguales serán superiores).
El investigador Juan Carlos Tello Lázaro de la Universidad “Pablo de Olavide” de Sevilla (España) en su trabajo “Sobre la situación de la mujer en la antigüedad clásica” presenta algunos aportes sobre el tema que resumo en los siguientes términos:
a) Las mujeres griegas y romanas jamás poseyeron capacidad política, no eran miembros de la polis o de la civitas en sentido pleno. En Roma, no existían legalmente. Era el pater familias, con ciudadanía plena, el propietario absoluto con derecho sobre la vida y muerte de sus hijos y gran sacerdote según los principios de su religión.
b) La mujer griega se limita a un rol reproductor mientras el hombre educa. La mujer romana procera y educa; a diferencia de la griega, la romana no esta encerrada en el gineceo participa de banquetes, colabora en la crianza, aconseja al marido, entra y sale de la casa. Esto permitió a la mujer romana acceso a la cultura.
c) La mujer estaba sometida a la potestas (padre) manus (esposo) o tutela. Esto parte del pensamiento griego que la consideraba un ser inferior que actúa por pasiones y no por razón. Sócrates (inferioridad por naturaleza) Platón (subordinación al varón) y Aristóteles (pasividad de la mujer en la reproducción y necesidad de tutela) son los referentes. En Roma, Séneca comparte el pensamiento aristotélico y Tibulo se refiere a ellas como “raza cruel y sexo sin lealtad de espíritu cambiante”.
d) La literatura griega muestra la impotentia muliebris, o "endeblez moral femenina" que la muestra como ser de maldad innata que la empuja a actuar por medio de artimañas y engaños. Esto se ve en los poemas “Odisea”, “Teogonía” o “Yambo de las mujeres”.
e) La condición jurídica de la mujer en el derecho romano cambió a la par que las costumbres y los tiempos, tal como podemos apreciar en los dos siguientes documentos. En el primero, un discurso de catón (Ex gelio), destacamos la desigualdad de trato en el derecho primitivo; Catón decía: Cuando un hombre se divorcia es juez para su mujer en lugar del censor, tiene el poder que parece, si algo ha sido hecho perversa o vergonzosamente por su mujer sea castigada, si bebe vino, si con otro hombre hace algo reprobable, sea condenada. Sobre el derecho a matarla esta escrito: “Si hubieras sorprendido a tu esposa en adulterio, podrías matarla sin necesidad de juicio; pero si tu cometieras adulterio o fueras arrastrado a cometerlo, aquella no podría atreverse a tocarte con un dedo, ni es justo que lo haga”.En el segundo, de Séneca, apreciamos cómo la mujer toma las riendas de su destino hasta límites inaceptables para la moral de finales de la república. Séneca dice: “¿Hay ya vergüenza alguna de cometer adulterio, una vez que se ha llegado al extremo de que ninguna mujer tenga marido sino para excitar al adultero? La castidad hoy en día es prueba de pusilanimidad. ¿Qué mujer encontrarás tan miserable y consumida que se contente con un par de adúlteros, y que no les divida las horas del día? Y no basta un día para todos, si no se ha hecho conducir en litera con uno, y ha pasado la noche con otro. Es vulgar y anticuada la que no sabe que el matrimonio es vivir con un adúltero”.