Portada de la Obra "La Mujer Peruana a través de los Siglos: Serie historiada de estudios y observaciones" (1924) de la educadora chiclayana Elvira García y García. |
Es
conocido que la célebre dama chiclayana Elvira García y García Berth fue “una
destacada educadora y escritora, fundadora de los jardines para la infancia en 1902
y de la Academia de Enseñanza Superior de Mujeres en 1920”. A la ya conocida información anterior, el
presente artículo integra su profunda vocación de lucha por el reconocimiento
de los derechos de la mujer en un tiempo en que la intelectualidad dio mayor
importancia a este tema, hecho evidenciado en la frecuencia creciente de los
ensayos sociológicos sobre esta problemática. Desde la segunda década del
pasado siglo empieza a perfilarse una nueva imagen de la mujer con respecto a
sus capacidades laborales, condiciones para la educación y salubridad, esto
último a partir de los principios del higienismo de mediados del siglo XIX.
Según
Gladys Díaz, expresidenta de la Cámara Peruana del Libro “La sociedad peruana
de los siglos pasados se caracteriza por una mentalidad y conducta social
machista y patriarcal…La historia nos ha mostrado que no han sido valoradas ni escuchadas,
sino silenciadas y no reconocidas como líderes de opinión” (Díaz, 2009).
En
1924 se celebró en Lima la Conferencia Panamericana de Mujeres. La maestra
Chiclayana Elvira García y García Berth aprovechó la ocasión para presentar el
libro “La mujer peruana a través de los siglos: serie historiada de estudios y
observaciones”. La obra narra una serie de historias de mujeres, desde el
Tahuantinsuyo hasta inicios del siglo XX, mostrando en cada una el espíritu de
sacrificio, deseo de superación, resistencia y lucha contra corriente de la
mujer. La visión tradicional sobre la mujer percibida por García y García, según
la escritora española Inmaculada Lergo, era la de compañera y amiga de su
hermano o de su esposo; la de una persona socialmente frívola “a la sombra” sin
reconocimiento social… una persona a la que se conoce poco y se juzga
equivocadamente. Según García y García “Se le niegan sus derechos civiles y
políticos, temiendo que, en el ejercicio de ellos, descienda de ser la eterna
niña. Se limita su cultura intelectual, cortándole las alas muy temprano. Se
sostiene que, con la ciencia rudimentaria que bebe en aquellos centros culturales,
que la moda y las costumbres imponen, tiene suficiente, pensando que, es
peligroso dejarla marchar muy allá”.
El
escritor e historiador peruano Emilio Gutiérrez de Quintanilla, fundador de la
Academia Peruana de la Lengua, fue quien prologó la obra con ideas conservadoras
acorde a la corriente de inicios del siglo XX, así enuncia a la mujer como una
persona poco agresiva que se gloría en el sacrificio del deber cumplido;
reservada; reservada y alejada del feministo
(feminismo) que, según Gutiérrez “propende dejar en vacancia, la función
fisiológica, conservadora de la especie, para invadir órbitas absolutas y
permanentemente masculinas […]”. El prologuista emite una sentencia: “Ni a la
mujer, ni al hombre, le es lícito, dejar de ser los tipos armónicos, que hizo
la naturaleza y definirlos en la bella frase de Napoleón Bonaparte: La mujer es
poesía: el hombre es prosa. Nina Scott, investigadora de la Universidad de
Massachussets, refiere que la obra de García y García “es un compendio
fascinante de información biográfica sobre mujeres peruanas desde tiempos
precolombinos hasta la época de la escritora” (Scott, 1992).
Según
Gloria Bautista Gutiérrez, en sus “Voces femeninas de Hispanoamérica” (1996)
“En el siglo XX la mujer ya no era vista como un mero adorno. Tenía su propia
voz frente a la crítica que había empezado a valorar su calidad ideológica”.
La
segunda década del siglo XX es la de la participación decidida de mujeres es
pos de conseguir mejores derechos. Dicha lucha dista del feminismo y de la
actual ideología de género en gran medida. Flora Tristán argumentó “Reclamo
derechos para la mujer para que se tome en consideración su educación y porque
de la educación de la mujer depende la del hombre en general… “Más adelante,
estas palabras suyas sería de gran inspiración para Elvira García y García “Yo escribo para que ustedes sepan, para que
comprendan, grito para que me oigan, voy, adelante para mostrarles el camino”. A
la fecha, esta lucha no ha terminado.
1 comentario:
Maestro, valioso aporte a la cultura lambayecana. Sigue publicando información relevante de la historia de nuestro pueblo. Me gustaría información de la evolución de las calles de Chiclayo, desde su fundación hasta la actualidad.
También acerca de las tiendas y librerías de nuestra región. Me acuerdo mucho de la librería que existía en la calle Colón, al frente de la tienda de fotos japonesa, así como la librería Studium en Elías Aguirre.
Atte.
Nicolás
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