El visitador Gregorio Gonzáles de Cuenca hace referencia en sus documentos al nombre del pueblo que hoy llamamos "Túcume" como “Túqueme” recogiendo la versión de Pedro Cieza de León en “Crónica del Perú” (1553 - Primera parte) con información obtenida en su recorrido por el Perú desde 1548. El término “Túqueme” es distinto del utilizado por el cronista Garcilaso de la vega que, en “Comentarios Reales”, menciona que Huayna Cápac “redujo diez valles de la costa que holgaban mucho ser vasallos del inca y obedecer sus leyes y guardar su religión” de dichos valles merecen nuestra atención: Zaña, Collque, Cintu, Tucmi, Sayanca, Mutupi, Puchiu y Sullana.
El Dr. Carlos Arrizabalaga, Profesor de Lingüística de la Universidad de Piura e investigador de la toponimia norperuana, en su trabajo “El Nombre de Sullana” nos da algunos alcances sobre la denominación hecha por Garcilaso de los diez valles principales de la costa norte del Perú. Nos dice:
• La lista dada por garcilaso es la misma que cincuenta años antes había dado Cieza de león (1553) de los valles por donde pasa el “Camino Real de los Incas”.
• Garcilaso quechuiza sistemáticamente todos los topónimos consignados partiendo de la falsa presunción de que los españoles se equivocaban al escribir los nombres de las cosas del Perú pues desconocían mayormente la lengua quechua, y los que la conocían la habían aprendido en la costa, donde no se hablaba el quechua cuzqueño. Fray Domingo de Santo Tomás (“Gramática o arte de la lengua general de los indios del Perú”- Valladolid, 1560) principal informante de Cieza de león, denomina a los dialectos costeños del quechua “corrupciones”.
• Desconocía garcilaso que los términos (topónimos) mencionados por Cieza de León no son quechuas en su mayoría, sino mochicas y tallanes.
• Cuando Cieza escribe “Collique” (que significa en lengua yunga “pozo en la arena para almacenar comida”), Garcilaso cree que se trata de una deformación de “collque” (que significa en quechua “plata” o “moneda”). Cambia “Xayanca” por Sayanca. Sayay significa “permanecer en pie” en yunga, pero trata de explicarlo etimológicamente desde “jayay” que significa “llamar” en quechua.
• El investigador César Espinoza Galarza sostiene que el actual término Túcume, proviene del término yunga “tok” que significa hogar; no del quechua “tuku” que significa lechuza (1) .
• Garcilaso no registra el nombre real de esos valles, sino que busca la “verdadera forma” con que debían pronunciarse, es decir en quechua cuzqueño. En esta tarea Garcilaso no se libró de cometer algunas equivocaciones, como ha demostrado en reiteradas ocasiones el quechuista Rodolfo Cerrón Palomino.
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(1) Tomado de "El Nombre de Sullana" del Dr. Carlos Arrizabalaga, linguista de la Universidad de Piura, investigador de la toponimia de la costa norte del Perú.
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