La Región de Lambayeque, con un dinamismo histórico impresionante desde hace 10 mil años, ha ido gestando con la creatividad y el esfuerzo de sus hombres y mujeres la realidad compleja y pluricultural que hoy vivimos. Sin embargo, en los últimos años, el convivir bajo el influjo de una cultura oficial centralista y cosmopolita, propia de las grandes ciudades como Chiclayo, nos hace perder poco a poco la memoria colectiva y los valores que nos identifican como pueblo. Lo moderno se aparta de nuestra cultura nacida en el interior de las comunidades. En algunos casos la ignora y margina, en otros la estiliza y acomoda de acuerdo a su refinado gusto por lo exótico.
Según Walter Alva (“Sharuko” – Hombres de Bronce) “No somos ahora ni indígenas ni occidentales, somos un pueblo mestizo que necesita reivindicar su pasado nativo, ponerlo a la misma altura de la contribución del mundo occidental y forjar una cultura nacional a partir de lo local”.
Por definición, la historia es el pasado, presente y futuro posible de la actividad humana; es una disciplina de investigación que nos acerca a los procesos sociales del pasado para garantizar su mejor reconstrucción, análisis, síntesis y utilidad; es el conjunto de huellas cotidianas que deja el hombre en su paso por el tiempo y que son recordadas; es el conjunto de representaciones de la memoria colectiva que moldea la identidad de los pueblos interpretados en forma escrita (fuentes secundarias y terciarias) y verbal (fuentes primarias).
Actualmente se necesita hacer la historia escrita reflejando el desarrollo integral de las comunidades a través de la identificación de los individuos con su entorno inmediato, utilizando como elemento fundamental la investigación colectiva del pasado de ese ambiente. El resultado se ha denominado Historia Regional (Historia Matria según el historiador mexicano Luís Gonzáles y Gonzáles) por ser la historia del espacio afectivo más próximo donde el individuo nace, vive y muere. Podemos clasificar la historia según su ámbito espacial o geográfico. Así, la historia de nuestro país es la historia nacional, pero al acercarnos a espacios geográficos internos la historia puede ser regional y local.
La Historia Regional Lambayecana es aquella que nos remite al pasado de nuestras localidades distritos, provincias, caseríos, anexos, parroquias, barrios, urbanizaciones, etc; ofreciéndonos un panorama de las motivaciones individuales y colectivas. Un rasgo característico de esta historia es que se sirve de fuentes orales de las comunidades, lo cual le da un gran valor afectivo pues se vale de las experiencias subjetivas de sus habitantes. Son las narraciones, historias contadas de generación en generación, fantásticas y reales, las que dan a luz los más importantes datos de la historia espacialmente cercana. Sobre la oralidad, Eduardo Arcila Farías, historiador venezolano, “Recuerdo e historia son una misma cosa, aunque no absolutamente idénticas, pues la historia existe por sí misma, independientemente del recuerdo, en cambio el recuerdo no se concibe sino como historia”.
El conocimiento de estas experiencias fortalece la identidad de la comunidad, la integración de sus miembros y las acciones que buscan su desarrollo.
Son muchas las personas que hacen esfuerzos denodados pero desarticulados para dar forma al cuerpo de nuestra memoria colectiva. El Proyecto educativo Regional es otro esfuerzo institucional que incluye esta necesidad y que, sin embargo, pierde fuerza con el tiempo por ineficiencia y falta de perseverancia. Los clubes de historia y turismo significan el aporte de experiencias que permiten la relación Hombre – naturaleza y cubren, mayormente, el conocimiento paisajístico y geográfico de nuestra realidad. Solo dos instituciones escolares dictan la asignatura de Historia Regional Lambayecana (Colegio de aplicación de UNPRG y Colegio Mixto “Independencia de Chiclayo) y en las Universidades son muy pocos los trabajos que aporten información sobre el tema. Hacer Historia Regional es una necesidad humana de estos tiempos. El hombre presente siente necesidad de penetrar en ese mundo del pasado, constantemente se dirige a el buscando un poco de luz y lo interroga como queriendo obtener respuestas que le permitan iluminar su porvenir. Sin un pleno conocimiento de su pasado histórico, la Región de Lambayeque permanecerá desarraigada y de espaldas a tradiciones, costumbres y actos de los hombres y mujeres de nuestras más recónditas zonas geográficas y también de los lugares más cercanos. De seguir actuando de manera tan despreocupada, dichos recuerdos están condenados a perecer con el tiempo.
Según Walter Alva (“Sharuko” – Hombres de Bronce) “No somos ahora ni indígenas ni occidentales, somos un pueblo mestizo que necesita reivindicar su pasado nativo, ponerlo a la misma altura de la contribución del mundo occidental y forjar una cultura nacional a partir de lo local”.
Por definición, la historia es el pasado, presente y futuro posible de la actividad humana; es una disciplina de investigación que nos acerca a los procesos sociales del pasado para garantizar su mejor reconstrucción, análisis, síntesis y utilidad; es el conjunto de huellas cotidianas que deja el hombre en su paso por el tiempo y que son recordadas; es el conjunto de representaciones de la memoria colectiva que moldea la identidad de los pueblos interpretados en forma escrita (fuentes secundarias y terciarias) y verbal (fuentes primarias).
Actualmente se necesita hacer la historia escrita reflejando el desarrollo integral de las comunidades a través de la identificación de los individuos con su entorno inmediato, utilizando como elemento fundamental la investigación colectiva del pasado de ese ambiente. El resultado se ha denominado Historia Regional (Historia Matria según el historiador mexicano Luís Gonzáles y Gonzáles) por ser la historia del espacio afectivo más próximo donde el individuo nace, vive y muere. Podemos clasificar la historia según su ámbito espacial o geográfico. Así, la historia de nuestro país es la historia nacional, pero al acercarnos a espacios geográficos internos la historia puede ser regional y local.
La Historia Regional Lambayecana es aquella que nos remite al pasado de nuestras localidades distritos, provincias, caseríos, anexos, parroquias, barrios, urbanizaciones, etc; ofreciéndonos un panorama de las motivaciones individuales y colectivas. Un rasgo característico de esta historia es que se sirve de fuentes orales de las comunidades, lo cual le da un gran valor afectivo pues se vale de las experiencias subjetivas de sus habitantes. Son las narraciones, historias contadas de generación en generación, fantásticas y reales, las que dan a luz los más importantes datos de la historia espacialmente cercana. Sobre la oralidad, Eduardo Arcila Farías, historiador venezolano, “Recuerdo e historia son una misma cosa, aunque no absolutamente idénticas, pues la historia existe por sí misma, independientemente del recuerdo, en cambio el recuerdo no se concibe sino como historia”.
El conocimiento de estas experiencias fortalece la identidad de la comunidad, la integración de sus miembros y las acciones que buscan su desarrollo.
Son muchas las personas que hacen esfuerzos denodados pero desarticulados para dar forma al cuerpo de nuestra memoria colectiva. El Proyecto educativo Regional es otro esfuerzo institucional que incluye esta necesidad y que, sin embargo, pierde fuerza con el tiempo por ineficiencia y falta de perseverancia. Los clubes de historia y turismo significan el aporte de experiencias que permiten la relación Hombre – naturaleza y cubren, mayormente, el conocimiento paisajístico y geográfico de nuestra realidad. Solo dos instituciones escolares dictan la asignatura de Historia Regional Lambayecana (Colegio de aplicación de UNPRG y Colegio Mixto “Independencia de Chiclayo) y en las Universidades son muy pocos los trabajos que aporten información sobre el tema. Hacer Historia Regional es una necesidad humana de estos tiempos. El hombre presente siente necesidad de penetrar en ese mundo del pasado, constantemente se dirige a el buscando un poco de luz y lo interroga como queriendo obtener respuestas que le permitan iluminar su porvenir. Sin un pleno conocimiento de su pasado histórico, la Región de Lambayeque permanecerá desarraigada y de espaldas a tradiciones, costumbres y actos de los hombres y mujeres de nuestras más recónditas zonas geográficas y también de los lugares más cercanos. De seguir actuando de manera tan despreocupada, dichos recuerdos están condenados a perecer con el tiempo.
1 comentario:
Me permito una sugerencia, podría ponerle etiquetas a sus entradas? porfa, así sería más fácil localizar el tema que investigamos. Bueno, ahora espero sus sugerencias, le dejo el link de algunos de los blogs que estoy trabajando en el cole (meta cumplida, claro que en vez de un blog tengo 6).
http://ccss-4s-adeu.blogspot.com/
http://his5sec.blogspot.com/
http://bvccsscontenido.blogspot.com/
http://amakara-histori.blogspot.com/
Publicar un comentario