jueves, 21 de enero de 2010

El Video Histórico y su uso Educativo


Los maestros en general y los de Historia en particular debemos considerar el video tanto como un excelente recurso didáctico y como una fuente de información que propicia el conocimiento de los diversos hechos o realidades históricas.
Marc Ferró, divulgador del video como medio de docencia y fuente de la historia, en “Cine e Historia” (Barcelona – 1980), se preguntaba en uno de sus textos “¿Será que el historiador considera las películas como documento indeseable? Poco falta para que el cine ya sea centenario pero aún se ve relegado a la ignorancia y ni siquiera figura entre aquellas fuentes de las que hoy se prescinde. No entra para nada en el universo mental del historiador”
Al respecto, Tomás Valero Martínez (2006) en “Cine e Historia: Una propuesta didáctica”, establece las categorías posibles para una definición del video histórico: “Las películas de reconstrucción histórica: basadas en personajes y hechos documentados históricamente. Las biográficas: películas que recrean o narran la vida de personajes históricos relevantes y la relación con su entorno. Las películas de época: donde el referente histórico es anecdótico. Ficción histórica: películas cuyo argumento es inventado pero posee una verdad histórica en su fondo. Además, incluye las películas sobre mitos, las etnográficas y las que proceden de adaptaciones literarias y teatrales”. Mientras Caparrós - Lera (2006) propone una clasificación en tres categorías: “Películas de valor histórico o sociológico: realizadas sin la intención expresa de “hacer Historia”, son más de carácter social. Permiten percibir y entender una sociedad en un determinado momento. Películas de género histórico: evocan pasajes de la historia o se basan en personajes históricos para narrar acontecimientos del pasado aunque su tratamiento no sea muy preciso. Películas de intencionalidad histórica: aquellas realizadas expresamente con la intención de hacer historia, reconstruido con bastante rigor desde la visión de su realizador”.
Hay otra categoría, que deseo incluir por su importancia particular, el documental histórico que es “la construcción de un discurso audiovisual, mediante el cual se reelabora creativamente la realidad histórica que se ha investigado utilizando materiales de archivo, imágenes reales, documentos escritos, testimonios interpretados y organizados por medio de la operación narrativa del relato y del montaje o edición”. Debe combinar una investigación histórica rigurosa con procedimientos originales para tratar el material histórico.
¿Cómo debe ser utilizado el video por los maestros de historia? A continuación alcanzo una propuesta: seleccionarlo preguntándose: ¿qué videos uso?, ¿cómo aplicarlos en clase?, ¿con qué propósitos?, ¿a quiénes van dirigidos? teniendo presente que la finalidad será siempre satisfacer las necesidades del alumno. Se debe disponer de los recursos para la proyección del material y administrar el tiempo disponible. Se debe elaborar una ficha de observación con los datos generales de la película (título, año, género, etc), acompañada del resumen o sinopsis argumental. La valoración crítica del video se realiza en tres niveles: el autor (el director, su obra, motivaciones, ideología), el contexto histórico que la película evoca (cronología y hechos históricos de la época), contexto de realización (político, socio-cultural, económico y cinematográfico). El resultado del análisis permite reconocer los errores históricos significativos que se detectan en el video, también determina el uso que se le dará al material y los objetivos pedagógicos que se pretende obtener con su aplicación en clase. La última fase corresponde a los procedimientos que los alumnos deben efectuar antes, durante y después de la proyección para la valoración del video en cuanto a las actitudes que se espera desarrollen con la presentación.

Bendecir

Es necesario bendecir...

En muchas culturas, bendecir es parte de su tradición. Una antigua bendición árabe para los viajeros dice: "Vayan seguros y con bien. Paz. Alegría. Valentía." En la tradición judía, antes de que los niños puedan caminar, sus padres los bendicen en cualquier día sagrado. Una antigua tradición celta dice "Que tu cuerpo sea bendecido. Que te des cuenta de que tu cuerpo es un bello y fiel amigo de tu alma. Y que estés en paz y alegría y reconozcas que tus sentidos son umbrales sagrados."
En latín, la palabra bendición se dice “benedicere”. Significa literalmente: Hablar (dictio) bien (bene), es decir, hablar bien de alguien. Eso me llama la atención. Bendecir a una persona es la afirmación más poderosa que le podemos ofrecer. Es más que una palabra de aprecio. Es mucho más que resaltar sus talentos o buenas acciones; es más que enfocarme en el prójimo. Bendecir es afirmar, decir sí a la necesidad suya y mía de vivir en el amor. Cuando bendecimos el cielo se acerca a la tierra.
Sí, La bendición es una señal del amor. El tiempo de bendecir es hoy. Sin bendiciones el futuro es vacío. Únicamente podemos bendecir a los demás, cuando hemos aprendido a bendecirnos a nosotros mismos.
Me doy cuenta de una realidad, de la misma boca salen las bendiciones y las maldiciones. Las bendiciones fortalecen y atraen el bien; ayudan a las personas a lograr su potencial y saberse queridas, les permiten personas conocer su fuerza interior. Las maldiciones destruyen. Hacen mucho daño y dejan profundas heridas espirituales. Las maldiciones ridiculizan, minimizan, rechazan al prójimo, limitan nuestro potencial y aceleran los comportamientos negativos y autodestructivos. Una bendición atrae otra bendición, una maldición atrae otra maldición.
Jesús habló a la higuera, al mar y a las montañas. Yo, en su Nombre, puedo bendecir mi casa, sus paredes, las ventanas y cimientos. Mis bendiciones pueden dar forma a mi casa para que luego mi hogar de forma a sus miembros. Puedo bendecir a quien no veo ni conozco, a mis compañeros de trabajo, la naturaleza y las obras del ser humano puestas al servicio de los demás. Puedo bendecir los sistemas de ideas, la filosofía, la historia; puedo bendecir a las personas que piensan igual o distinto que yo, a quienes me aprecian y a quienes no. Todo depende de mí. Es mía la determinación: abrir mi boca para decir solo cosas buenas, palabras llenas del amor y de la aceptación de Dios a través de mi vida. La bendición esta tan cerca como nuestras manos y nuestra boca. Bendicen una palabra, una caricia, un beso, un abrazo.

Hoy andamos estamos muy ocupados para escuchar las bendiciones. Tal vez estamos recibiendo una bendición y no nos damos cuenta. Baja el ritmo y nota las bendiciones que te envían todos los días. Descanse un poco en los brazos de Jesús. Detente. Escucha. Pon atención. Recibe con alegría las palabras y gestos que bendicen. Luego agradece, valora a los demás y valora lo que ellos nos dan con su amistad y amor. Bendícelos con una palabra de agradecimiento.

Que Dios te bendiga y se hagan realidad todos tus buenos deseos.