Por: Carolina Pareja y Martín Cabrejos Fernández
El virreinato del Perú
constituido en 1542, después del sometimiento del Imperio Inca; abarcó Perú,
Ecuador, Bolivia, Colombia, parte de Argentina y Chile. Francisco de Toledo, virrey del Perú, logra encauzar la situación y
establecer un marco administrativo estable, que duraría todo el período
colonial. La capital fue la ciudad de Lima, «Ciudad de los Reyes», mientras que el puerto del Callao, monopolizaba todo el comercio
marítimo americano. Durante el siglo XVIII, de acuerdo a Fisher (2000) los
principales, virreyes, fueron: Gabriel de
Avilés y del Fierro (1801-1806), José Fernando de Abascal y Souza (1806-1816) , Joaquín de
Pezuela y Sánchez Muños de Velasco , (1816-1821), José de
La serna y Hinojosa (1821-1824).
El siglo XVIII estuvo lleno
de reformas: La corona de España pasa de dinastía austriaca a borbónica,
Francia tuvo una fuerte influencia en la Península. Las reformas borbónicas, se
comprenden como un sistema metropolitano del rey Carlos III, para poder organizar
nuevamente las colonias donde se facilita el tránsito a la modernidad. Además
de acuerdo a Fisher (2000), el Perú borbónico comenzó alrededor de 1750, y
aunque concluyó formalmente en 1824, varios de sus rasgos perduraron hasta
1850. Al final del primer gobierno de Castilla el Perú republicano comenzó a
tomar su forma definitiva, en esencia tanto como en teoría.
Sabemos que la sociedad colonial fue clasista,
racista y esclavista. Notoriamente estratificada por el origen racial y la
posición en el ámbito económico. Jurídicamente la sociedad colonial estaba
dividida en dos repúblicas:
La República de Españoles es de origen europeo y la
clase dominante. Constituido en tres estratos: La nobleza donde se encontraba
la Peninsular (Burocracia) y la Indiana, los cuales son descendientes de los
primeros invasores. Ambos poseen títulos de Nobleza. En la clase media se
encuentra la Burguesía comercial, intelectuales peninsulares y criollos de
relativa solvencia económica; Finalmente el Bajo Pueblo, donde se encuentran
los españoles y criollos. La República de indios es el sector dominado,
considerados vasallos del Rey y jurídicamente considerados como menores de
edad. Después los indios comunes, sector explotado, y a su vez la clase
productora y tributaria. Ambas estaban separadas con leyes diferentes, pero se
emparentaron por medio del proceso de mestizaje biológico y cultural producido
durante la colonia. A pesar que la corona defendió las diferencias
sociales de raza, el mestizaje racial se dio. Finalmente las clases marginales:
los Mestizos, cruce entre el español y la india; Los Negros, reducidos a una
vida de esclavitud. Según Morales
(2010), “El orden es la jerarquía frente a la igualdad, que es sinónimo de
desorden”
La economía hispanoamericana, durante el periodo
borbónico, dio cambios sustanciales en el intercambio comercial entre Europa y
América, mucho más en la intensidad de la distribución. Al igual que en los
siglos XVI y XVII, en el XVIII América continuó siendo fuente de metales
preciosos, principalmente de plata, esenciales para el funcionamiento del
capitalismo moderno y financiar el comercio europeo con otras regiones del
mundo, como el Lejano Oriente. La producción de plata peruana se mantuvo
constante, en unos diez millones de pesos anuales, mientras que la Nueva España
se multiplicó, llegando a unos 25 millones de pesos. Debido a este progreso económico y la influencia de Francia la sociedad limeña
se involucró en su aspecto novedoso: La moda.
Según Alva (2009) “Es a través de los testamentos que
se da a conocer que las cantidades de prendas utilizadas en esta época y que se
utilizan prendas más caras y lujosas. Se puede decir que en el mercado limeño
existía una demanda más amplia por las telas importadas; Eventualmente en los
tejidos de seda franceses se ganaron una reputación de máxima calidad y “de
allí que dentro de los productos rematados por la expedición Martinet, en 1719,
durante el gobierno del virrey príncipe de Santo Buono, destacarán nítidamente:
bretañas (439 037,034 pesos), ruan (396 796,622 pesos), cambray (58 840,188
pesos), encajes (54 699,545), paño (46 703,292 pesos), tafetán (54 463,834
pesos), seda (29 426,125 pesos), raso (13 141,126 pesos).”
El rol de la fortuna, la economía y el poder fueron
siendo más importantes cada vez en el aspecto social durante ese periodo, por
ende según Alva (2009), “Fue necesario un mayor despliegue de lujo y poder por
parte de la población, Lima fue sin duda una de las capitales más refinadas de
Hispanoamérica colonial”.
La dinastía borbónica tendrá peso en este cambio.
Durante el siglo XVIII el rey Felipe utilizaba color negro, símbolo de
elegancia, mientras que en Francia se utilizaban ya los colores brillantes y
esto llegaría a España, es así como se notó la influencia del cambio borbónico
en la moda limeña. Según O’Phelan (2007) “Con la dinastía borbón se introducen
los denominados «trajes de corte», conformados, en el caso del atuendo
femenino, por la saya del siglo anterior —falda con pliegues acolchados que
ahora podía llevarse hasta media pierna o prolongarse hasta los tobillos— a lo
que se agrega la camisa o jubón, pero modificándose algunas de sus
características: las mangas se llevan a medio brazo (aunque se les aplican
encajes y blondas en un afán por cubrir la piel), el escote se vuelve
redondeado dejando al descubierto el cuello y el pecho, favoreciendo estos
diseños el uso de gargantillas, collares, brazaletes (…) , Con esto, podemos
inferir que las joyas llegan a ser tan importantes, como el vestido, ya que son estas las que demuestran el
estatus económico de la mujer que lo lleva».
Las esclavas tenían que vestir bien, incluso en el
tema de las joyas, porque eso daba la apariencia de tener suficiente dinero,
como para vestir bien a sus sirvientes. Así como lo señala Alva (2009), el lujo
en las vestimentas fue uno de los principales medios de la sociedad limeña del
siglo XVIII ya que con esto, se manifestó el honor y estatus. Este manifiesto fue principalmente por las
mujeres, ya que fueron las que expusieron esta tendencia.
El vestido, ha sido un elemento de distinción y
cumplió un papel importante dentro de Hispanoamérica en el siglo XVIII, esto influyo mucho en la consideración
social, mucho más un dentro del periodo colonial, esto incluía la venta de
telas, y según O’Phelan es así como el papel de la mujeres como consumidoras se
consolida en el siglo XVIII. Sin embargo la moda francesa influye de manera
radical en la colonia limeña, incluso existe la necesidad de las mujeres vuelvan al tradicional modelo
de austeridad, diseñado para ellas. Existe un tipo de derroche y empezó a ser
criticado, este lujo fue condenado ya que implicaba vanidad y ostentación; Se
dio mucha más crítica a la mujer debido al papel que ella estaba dejando de
cumplir, el de una mujer conservadora, y dedicada totalmente a la familia. Este cambió también se vio reflejado y
criticado debido al poco recato exhibido que presentaban las mujeres en su
vestir: pronunciados escotes y la reducción de mangas.
Conclusión
Habiendo analizado la información de diversas fuentes, se concluye que la vestimenta y los objetos personales de la mujer durante el
siglo XVIII, en la ciudad de Lima tomaron un papel fundamental en cuando la
relación de estos objetos con el estatus económico, debido a la importancia del
honor y las apariencias durante la época colonial. También la importancia de
las reformas borbónicas y la influencia que estas tuvieron en el periodo y esto
hizo que los hábitos de consumo en las mujeres aumentarán en el sentido que se
consume más telas importadas desde Francia. Finalmente que mientras más se daba
a conocer la fortuna de la persona, mucho más se podía ver reflejado el estatus
económico de la persona, el cual era sumamente importante en esta época.
Referencias:
O’Phelan S. G. (2007) La moda francesa y el terremoto de Lima de 1746 en Bulletin de
l’Institut Français d’Études Andines. Lima: Perú. Ed. Instituto Francés de Estudios Andinos.
Ferradas L. (2009) “Los Objetos de mi Afecto: La
Importancia del Vestuario y Trastes Mujeriles en el Mundo Femenino en Lima de
Fines del Siglo XVIII”.(Tesis de maestría, Pontificia Universidad Católica del
Perú). Recuperado de
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/76/FERRADAS_ALVA_LISSETTE_OBJETOS_DE_MI_AFECTO.pdf?sequence=1
Fisher J. (2000) EL PERÚ BORBÓNICO 1750 – 1824 [Versión de IEP Ediciones] Recuperado de
http://archivo.iep.pe/textos/DDT/peruborbonico.pdf
Morales Cerón, C. (2010)
“Teoría política y fundamentos del poder real en el Virreinato del Perú”
(siglos XVI-XIX) Lima: Perú. Ed. Universidad Nacional Mayor de San Marcos
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