sábado, 27 de septiembre de 2008

El pan nuestro de cada día

Eladio Cabañero, poeta español y uno de los más importantes representantes de la generación de los cincuenta, inicia su hermoso poema “El pan” con la siguiente indicación: “Puesto sobre la mesa el pan premia y bendice”; luego agrega en la primera estrofa:


Poned el pan sobre la mesa
Contentaos y quedaos mirándolo
Para tocar el pan hay que apurar
Nuestro poco de amor y esperanza
.


De todos los alimentos que componen nuestra dieta, el pan es el más emblemático. Se anhela en las mesas más humildes y abundantes. Lo desean hombres y mujeres de toda raza y nación de generación en generación; quienes lo han convertido en un alimento intemporal y global.
Es un alimento con significado pues se incluye en relatos históricos y legendarios que lo contienen para explicar, en muchos casos, el origen, la evolución o la respuesta a circunstancias apremiantes de muchos pueblos de la tierra. Entonces, conocer la historia sobre el origen y la evolución del pan nos acerca a la comprensión misma de nuestras costumbres y tradiciones. Conocer sobre la historia del pan es, también, conocer algo más sobre nosotros mismos.
Se sabe que los egipcios fueron los primeros en elaborarlo hace 6000 a.C. al descubrir de manera casual la fermentación, aunque muchos atribuyen sus orígenes también al pueblo babilónico. En ambos lugares se han encontrado hornos cronológicamente contemporáneos.
El trigo es el elemento esencial, en la mayoría de pueblos, para la elaboración del pan. La palabra “Trigo” proviene del vocablo latino Triticum, que significa “Quebrado”, “Triturado” o “Trillado”.

Ved que el pan es rugoso y recogido
Y tiene los colores mas humildes
Y puede compararse a todas las virtudes
Y hasta a los cabellos blancos y piadosos de un anciano


Los egipcios molían el grano de trigo con dos piedras cilíndricas llamadas Rabi, agregaban agua con lo cual formaban la masa. La masa era colocada en moldes de tierra antes de ser cocinada. El Hori, así llamaban al exquisito pan suave que lograban gracias a la fermentación, era un manjar consumido únicamente entre los faraones. Finalmente los egipcios lograron más de 60 clases distintas de pan, muchos de ellos amasados también con leche o miel. Entre ellos tenemos el de centeno, trigo negro, avena, etc.
En Mesopotamia y Asiria se elaboraban galletas cocidas que se consumían con cebolla. Se sabe que “Los griegos elaboraban galletas de pasta sin levadura”.
Los hebreos consumían el pan ácimo que resulta de la mezcla de harina de trigo, cebada ó maíz con agua y sal. Este fue el tipo de pan que consumía el pueblo judío en su huída de los egipcios y lo llamaban Matzá. Hoy la tradición católica nos invita a comer la hostia que es “Un tipo de pan ácimo en forma de oblea” el cual, consagrado por intervención del sacerdote en el acto de la transustanciación “Admirable y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo” según el Concilio de Trento en 1547, nos concede el alimento que nos lleva a la Vida Eterna, alimento verdadero y sin igual.


Poned el pan sobre la mesa
Junto al vaso con agua
Ponedlo con solemne esmero sobre la mesa
Por ese sitio donde el sol dora el mantel, hilo a hilo
Y decid a los vuestros que se sienten
A rezar el padrenuestro
De la comida en paz.

La expansión del consumo de pan se logró a través de las conquistas territoriales del Imperio Romano aunque en Roma tal consumo correspondía a los miembros de la aristocracia. Solo en la Península Ibérica el pan había sido anteriormente introducido por los celtíberos que eran una de las tribus celtas de dicha península y que tuvieron el control de la región hasta la conquista romana. En pueblos como India se consume, desde aquellos tiempos, panes ácimos conocidos como Roti, Chapati y Phulka.
Durante la Edad Media los problemas climáticos sumados a la crisis rural y demográfica originan un descenso del cultivo de cereales que ocasiona una terrible hambruna complicada por la peste. En este tiempo el pan se elaboraba solo en los monasterios. Posteriormente, con el paso del tiempo, el consumo masivo de pan se normaliza pasando a ser responsabilidad del gremio de panaderos.


Ay, también, los mendigos
Con las manos extendidas a nuestra caridad
Que es lo mejor de ellos y de nosotros
Mujeres que tienen muchos pobre hijos pobres
Que los ojos les brillan mucho y los pómulos les escuecen
Que los cabellos se les enredan de bajar y subir hijos del suelo
Y porque lo criminales y los renegados
Aman el pan y a sus madres
Y porque los suicidas nunca cruzan los trigos
Y porque casi nadie lo mira sin llorar
A la hora de tener que confesar las culpas.


En el continente asiático se consume hasta hoy el pan ácimo con denominaciones como Mochi, Pita. En Asia existen también los panes Paratha y Puris que son elaborados con aceite. En Centroamérica se consumen las Arepas y las Pupusas.
El nuestro país se consume el pan de forma masiva y lo encontramos en variedades según la región geográfica en la que sean elaborados: El pan grande y dulce de Chachapoyas, el pan costeño más seco y pequeño, el pan del oriente similar al costeño pero de color más oscuro.
Deseo referirme a una variedad llamada “Tantawawa” cuyo término proviene de las voces aymaras Tanta que significa pan y wawa que significa niño. Se consume en la sierra central del Perú y, en la fiesta de todos los santos, se añade al consumo de Achacáis (figuras de personas morenas ancianas), Caballos, Coronas, Escalera y otras variedades.



Poned el pan sobre la mesa
Junto al vaso de agua
En ese momento los que amamos pueden llegar
Pueden llegar empujando las puertas y quedarse maravillados
Porque el pan es el mejor recibimiento
Cuando los que queremos llegan a nuestra casa.


Señor, el pan nuestro de cada día dánoslo hoy y perdona por no valorarlo o compartirlo como debiéramos hacerlo.

jueves, 25 de septiembre de 2008

¿Otro perro peruano?


El 22 de Junio de 1502, Felipe el Hermoso yerno de los Reyes católicos de España, se sorprendió al ver dos cosas muy nuevas para él traídas de América: “Un papagayo verde más grande que un monito, hablando lo que es increíble” y “Un perro completamente negro que alargaba su hocico según la forma de una negra”; esto según información del escritos peruano Guillermo Gallardo.
Las características dadas al animal nos hacen pensar que aquello que vio Felipe el Hermoso fue un perro peruano sin pelo, tai tai o biringo, considerado hasta hoy como única raza canina originaria del Perú. Sin embargo detalles adicionales sobre la zona de la cual fue tomado el animal del relato inicial nos acercan a una nueva versión que hoy propongo y comparto con ustedes.
En la costa sur del Perú, en el Distrito de “El algarrobal”, Provincia de Ilo, cuenca del Río Osmore; se desarrolló la “Cultura Chiribaya”, en el tiempo conocido como intermedio tardío, siendo un pueblo con un estilo de vida poco complejo y sin marcadas diferencias sociales a no ser la de un estamento alto y otro bajo.
En este lugar la antropóloga Sonia Guillén encontró en 1993 un “Cementerio” con aproximadamente 40 cuerpos de perros muy bien conservados (momificados) con los órganos internos intactos, notándose en el interior los alimentos sin digerir con algunos parásitos. Cada perro estaba en su propia tumba, envuelto en hermosos telares y rodeado de ofrendas como pescado y concha de spondylus. Esta costumbre es vista únicamente en el antiguo Egipto. El descubrimiento se dio a conocer oficialmente diez años después a la comunidad científica nacional e internacional.
Este perro, a diferencia del biringo, ha sido descrito como un animal “Tierno, chiquito y lanudo” por la propia investigadora, quien dio le dio el nombre con el cual es reconocido por los arqueólogos hoy en día: “Perro pastor de Chiribaya”. Se trata, entonces, de otra variedad de perro nativo, distinta al biringo carente de pelo. Al perro pastor Chiribaya lanudo se le ha llamado de manera despectiva por muchos años “Perro chusco peruano”.
Sus características son: Cuerpo más largo que alto, color de pelaje amarillo o rojizo, manchas oscuras sobre el lomo y la cabeza, orejas recortadas y caídas, patas musculosas que permitían al animal moverse en la arena con menos esfuerzo.
¿Qué hacía tan especial a este animal que le merecía aquel trato delicado después de su muerte? Posiblemente este animal recibía la consideración de un fiel amigo y compañero de trabajo. Los Chiribaya tenían una gran cantidad de llamas con pelaje más largo de lo normal. Necesitaron perros para el pastoreo, por eso, habiendo cumplido una vida productiva, estos animales recibían un trato excelente. A diferencia de otras culturas estos animales no eran sacrificados ni servían de alimento sino que eran cuidadosamente enterrados.
Sabemos de la intensa actividad ganadera de los Chiribaya gracias a los telares y petroglifos que dejaron para la posteridad. Esto, además, nos ayuda a entender que la ganadería de camélidos no fue una actividad exclusiva de la sierra sino que también se realizó de manera intensiva en algunas zonas de la costa.
Actualmente se realizan estudios de ADN y, seguramente, muy pronto estaremos ante el hecho del reconocimiento de la segunda variedad de perro nativo peruano reconocido a nivel mundial.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Sobre el nombre y las calles e Chiclayo


  • 1.- El nombre
    Entre las versiones más interesantes sobre el nombre de nuestra ciudad es oportuno destacar las siguientes:
    · Pudo deberse a un indio aborigen llamado “chiclayoc” o “chiclayep” que hacía acarreo de
    yeso entre las primigenias ciudades de Zaña, Lambayeque y Mórrope.
    · Otra versión sostiene que por aquellas épocas, cuando la ciudad se encontraba en plena formación, se daba en abundancia un
    fruto de color verde llamado “chiclayep” o “chiclayop”, que en lengua mochica significa «verde que cuelga». En la actualidad en los pueblos de la sierra cajamarquina a la calabaza se la conoce con el nombre de chiclayo; se cree, por tanto, que la ciudad toma su nombre de ese fruto.
    · Otra denominación indica que es una palabra traducida del
    Muchik y deriva de «Cheqta» que significa «la mitad» y «Yoc» que significa «propiedad de» o «terreno del medio de propiedad común».
    · Otros indican que en lengua mochica hay palabras semejantes a Chiclayo, por ejemplo, “Chiclayap” o “Chekliayok”, que quiere decir «lugar donde hay ramas verdes.
    Walter Sáenz Lizarzaburu calificó a “Santa María de la Concepción de los Valles de Chiclayo” como “un gran puerto interior” donde se realizaban operaciones comerciales, mediante el trueque de productos de la sierra y la costa. Un mercado este de gran movimiento. Se sabe que Francisco Pizarro lo entregó como encomienda a Blas de Atienza en 1536. Unos años más tarde siendo corregidor Juan Bautista Nano procedió a la donación del terreno que recibieron los franciscanos para una iglesia y convento en 1585. Durante el virreinato los productos mejor negociados en Chiclayo fueron el tabaco, algodón y azúcar.
    2.- Las calles
    Algunos creen que cuando se fundó Lambayeque ya existía Chiclayo, lo cierto es que muy pronto Chiclayo adquirió un movimiento e importancia mayor que la generosa y benemérita ciudad siendo llamada o reconocida, en su tiempo, como “La perla del norte del Perú”. “Sus calles más antiguas se trazaron en una forma desordenada, anárquica y en eso reside su gracia”.
    Elías Aguirre fue la Calle Real.
    Luís Gonzáles fue la calle San Sebastián.
    Manuel María Izaga fue la Calle San Isidro
    Miguel Grau fue la Calle Nueva. Larco Herrera ó “La morgue”.
    Vicente de la Vega fue la Calle San Pedro.
    Juan Cuglievan fue la Calle Santo Domingo.
    Alfredo Lapoint fue la Calle Teatro.
    Lora y Cordero fue la Calle Santa Catalina.
    No se ha podido enderezar su disposición, de manera que su recorrido desafiante a los reclamos de la modernidad mantiene vivo el recuerdo de su romana proyección. Además, en ellas, muchas de las construcciones antiguas mantienen “Capillas” con vigas de algarrobo pintadas de yeso contribuyendo a reconocer el pasado en nuestro presente. Existen todavía viejas casitas que, con patios abiertos, ventanas de rejas y banderitas blancas adornadas de verduras frescas, nos hacen pensar cada lunes en un “Domingo chiquito” como en tiempos casi perdidos.

martes, 16 de septiembre de 2008

El perro peruano o biringo



Flor de María Pachas en su narración “El perro de la luna” nos dice: “Desde tiempos lejanos, cuando el desierto cubría intensamente toda la tierra y la lluvia ausentaba su presencia para la estación venidera, aparecía por encanto de magia el perro biringo…”
Al perro peruano se le llama también “Biringo”, “Calato”, “Lampiño”, “Chino”, “Tai tai”, “Pila”, “Pelón” o “Yagua”. Es la única raza canina oriunda de nuestro país y su presencia se da a notar desde hace aproximadamente 300 a.c; tiempo en que Algunas culturas pre incas (Chavín, Salinar, Vicus, Mochica, Sicán, Chimú y Chancay) inmortalizaron a esta especie animal en sus manifestaciones culturales como mitos, leyendas, ceramios, esculturas, textiles, artesanías, etc.
Es un animal de ojos medianos negros o castaños. Hocico largo y nariz con pilosidades. Orejas anchas en la base y angostas en la punta. Cuello musculoso, flexible y largo; en algunos manchado. Cola corta con punta cubierta de pelos. Patas con músculos elásticos. Su piel puede ser negra, negro azulada y marrón.
Iván Reyna Ramos nos indica en su estudio “El perro sin pelo del Perú” que el animal carece de pelos debido a que el folículo piloso no se desarrolla como en cualquier otra raza canina, otorgándole desde entonces una inconfundible y particular característica. Hace referencia a la investigación del doctor Pedro Weiss, fundador de la Universidad Cayetano Heredia y estudioso de canes, quien sostiene que el perro sin pelo peruano no es una raza zoológica sino una variedad teratológica; es decir, un ser "mutante", y que la falta de pelo es una característica genética denominada Síndrome de Hipoplasia Ectotérmica, un síntoma que significa "totalmente calvo".
En los restos encontrados en el complejo arqueológico de Túcume, en el pasado sede de tres culturas (Lambayeque, Chimú e Inca) se han distinguido tres variedades de perro peruano sin pelo. Fue, a la vez, un animal doméstico y uno de los principales recursos de carne para la dieta de los antiguos lambayecanos.
Fue un animal de primer orden para los principales del antiguo Perú. Cuando en 1987 se descubrió la “Tumba del Señor de Sipán” (Cultura Mochica) se pudo ver que, además de sus concubinas y sirvientes, en medio de la caja mortuoria se encontraban los restos de su perro biringo.
María Reiche, célebre estudiosa de la tradición Nazca, llegó a pensar que una de las majestuosas líneas de las pampas de Nazca correspondían a un perro peruano son pelo. Tal afirmación la hizo en su obra “Contribuciones a la geometría y astronomía en el antiguo Perú”.
Durante el tiempo incaico este animal participaba de las ceremonias en honor de la divinidad lunar y en casos excepcionales era sacrificado. Además los perros sin pelo de color negro fueron considerados como “Guías de las almas” en su viaje al más allá.
Los españoles llevaron a Europa varios ejemplares como “Curiosidades”. Un manuscrito original e inédito, que se conserva en Madrid, contiene anotaciones de Francisco de Hernández donde cuenta que "En la Nueva Galicia existe una casta de perros sin pelo, de cuero liso pintado, de forma de perdigueros, aunque son algo mayores y tienen el modo de ladrar distinto a los demás, de los cuales el príncipe Carlos nuestro señor tiene uno".


Para que esta raza sea aceptada como autóctona del Perú, el Ing. de origen italiano, Ermanno Maniero, acompañado de los peruanos Enrique Ureña y Hugo Quevedo, en representación del Perú y miembros del Kennel Club Peruano, se presentaron ante la Asamblea General de la Federación Cinológica Internacional, en la cual el Ing. Maniero realizó una extraordinaria defensa sobre el "perro sin pelo del Perú", armando un largo y reñido debate hasta que por fin el 12 de junio de 1985, en Ámsterdam, Holanda, fue registrada con el número 310 en la nomenclatura de razas correspondiente al Grupo V de la FCI, en la sección de perros primitivos; y recién el 30 de mayo de 1994 fue aprobado el estándar con el nombre oficial de "Perro sin pelo del Perú".
El perro peruano sin pelo es “Un ejemplar elegante, esbelto, veloz, despierto, atento y celoso guardián; de carácter noble y afectuoso con sus amos; reservados con las personas extrañas de la casa; su dentadura casi siempre es incompleta; y su sentido auditivo está muy desarrollado. Es un perro muy veloz que llega alcanzar los 60 km por hora y puede llegar a saltar más de 2 metros de altura”.

lunes, 15 de septiembre de 2008

"Tambo Real": Una huella del pasado en el presente.

http://www.youtube.com/watch?v=2LvpGItS0BM


Como parte del proyecto “Corazón de algarrobo” que pretende vincular a los estudiantes con los valores de su tierra y de su historia, iniciamos la aventura de realizar un viaje de estudios y trabajo de campo a la zona arqueológica de “Tambo real”. La distancia desde Chiclayo, las incomodidades, el esfuerzo, los riesgos y sacrificios bien valen la pena ante el paisaje del lugar y la enorme riqueza, aún inexplorada, de sus restos y vestigios que no hacen mas que confirmar la grandeza de nuestra gente y los incontables recursos de nuestra cultura.
El presente es a la vez un informe y un llamado de atención sobre “Tambo Real”, sus bondades y los peligros que afronta.

1.- Ubicación de la zona arqueológica


La zona arqueógica de “Tambo real” se encuentra ubicada en las faldas del cerro del mismo nombre en el distrito de Pítipo (65 msnm) provincia de Ferreñafe, muy cerca de los anexos “Tres puentes” y “La zaranda” y de los lugares conocidos por los pobladores con los nombres de “La curva” y “La calera”. Presenta un relieve llano o plano en el que alternan valles y pampas, interrumpidas por algunas estribaciones andinas o montañas de muy poca elevación. El clima, propio de la chala, es cálido y semi-tropical, con una temperatura media de 24ºc.

2.- Flora y fauna de Tambo real

Se aprecia especies de flora propias de los Montes ribereños como carrizo, caña brava, pájaro bobo, molle, hierba santa, junco, sauce, overo, espino; otras especies arbóreas como sapote, bichayo, palo santo y palo verde; y especies cultivables como arroz, maíz, lenteja y camote; Además del algarrobo (especie de zonas áridas) y variedad de árboles frutales.
En cuanto a la fauna notamos ganado caprino, aves de corral como gallinas, patos, pavos y pollos; huerequeque y garza blanca. Cuculí, gorrión, chiroque, peche, chisco, chilala y perico. También lagartijas, ardillas de cola gris y roedores.

3.- Traslado a la zona arqueológica

Para arribar al lugar arqueológico en mención, desde la ciudad de Chiclayo, se hace un recorrido de 50 kilómetros aproximadamente, tomando la carretera que conduce a Ferreñafe y luego aquella que se dirige a la localidad Pítipo y Batan grande.
Pasando el anexo “La zaranda”, desde el lugar conocido como “El puente”, hay un camino rural que antiguamente conducía a las cooperativas agrarias (Pátapo, Pucalá, etc) y, por un desvío, llegamos hasta la propiedad de la familia Muñoz. En el lugar don Alberto Muñoz, poblador de la zona, nos espera presto a colaborar con nuestra visita de estudio y observación en calidad de guía. El tiempo utilizado desde Chiclayo hasta la propiedad de la familia Muñoz es de una hora en vehículo y desde dicho lugar hasta la zona arqueológica propiamente dicha se realiza una caminata por el bosque seco de aproximadamente 90 minutos entre ida y vuelta.
Breve descripción de la zona arqueológica

4.- El complejo arqueológico de “Tambo Real”
comprende un área de 8 Km cuadrados, aproximadamente, en la cual encierra a las huacas “El muerto”, “Ovejos”, “Paredones” y “Salitral” (Nombres otorgados por los pobladores de la zona).
Se observa, también, restos del camino del inca, tambos, muros de piedra canteada y espacios de vigilancia. Muy probablemente el conquistador español Francisco Pizarro y sus soldados pasaron por esta zona guiados por los cañaris con destino a Caxamalca en busca del inca Atahualpa.
Abunda dispersa gran cantidad de cerámica fragmentaria que pertenecen a los estilos moche y Lambayeque (abundan los colores negro, ocre, crema, etc) con detalles de motivos zoomorfos e ídolos grotescos (entre otros) y vestigios que muestran la existencia de comunidades desde fines del periodo formativo lambayecano hasta el siglo XVI en tiempos de la conquista española.
Se aprecian moldes, batanes y restos de cerámica utilitaria. Desperdigados en el suelo pueden verse aún restos de huesos y chaquiras.
Las huacas han sufrido un serio daño producto de las lluvias y la falta de actividades de conservación y puesta en valor. Se han convertido en zonas violadas o en proceso de excavación ilegal o huaquerismo que significa el robo o apoderamiento ilícito de los recursos de nuestro patrimonio cultural. Estos, son actos en contra de nuestra identidad y de la nación misma que deber ser detenidos a la brevedad posible, especialmente con respuestas acertadas por parte del estado y la empresa privada implementando políticas de conservación y puesta en valor. Alberto Muñoz comenta que existen también petroglifos y piedras con oquedades muy cerca de la huaca salitral.
Tambo real muestra la grandeza histórica de nuestro amado Perú y, especialmente, las bondades de la región de Lambayeque. Dicha zona no puede pasar desapercibida y merece el reconocimiento de las autoridades estatales con el Instituto nacional de cultura como baluarte. Sirva el presente informe para poner en conocimiento a la comunidad del peligro que corre la zona arqueológica visitada, en la cual los hechos delictivos contra el patrimonio son cada vez más frecuentes.
Desde nuestro humilde lugra de trabajo lucharemos día a día por mostrar bondades culturales como las de “Tambo real” en el firme propósito de forjar nuestra identidad cultural, a través de una educación que vincule la teoría y la práctica, el conocimiento mediante la experimentación en el mismo lugar de los hechos y un profundo sentimiento de amor a la patria, a su gente y a sus recursos... ¡Llegó la hora de descubrir el presente de nuestro pasado!

domingo, 14 de septiembre de 2008

La educación de la carpintería


Educar es extraer lo mejor de los demás. Es cierto, es mostrar la verdad o, al menos, el camino que lleva hacia ella. La educación es la actividad humana para iluminar. El educador es llamado a ser cada día más humano. En un contexto en el que la información y el conocimiento son cada vez más cercanos, el educador debe asumir el reto de acercarse al prójimo para enseñarle a vivir y, de paso, mostrarle la necesidad del conocimiento para evangelizar a la cultura y, por tanto, la urgencia de ser una persona instruida.
¿Son nuestros métodos los más adecuados? Pienso que la aplicación adecuada de ciertas reglas puede facilitarnos obtener mejores resultados en nuestra tarea educativa. Los maestros cristianos volvemos la mirada a nuestro señor Jesucristo y su pedagogía y distinguimos como adecuaba sus enseñanzas al particular contexto y cultura de la comunidad de personas que le seguían.
Seguramente la idea de “Escuela” que tenía Jesús fue la de su propia familia; así como su idea de “Maestro” fue la de su padre terreno san José quien como carpintero experto modeló y mostró a Jesús, aprendiz de carpintería, cada uno de los pasos para trabajar con madera, entrenándolo e indicándole la forma de hacer las cosas. Con toda seguridad San José disminuyó progresivamente su ayuda hasta lograr que Jesús haga por sí mismo los muebles que desee. Al final de la labor, San José proporcionó una ayuda cada vez menor permitiendo el desarrollo de un “Estilo personal” en los trabajos de Jesús.
Siguiendo el modelo del párrafo anterior, la pedagogía de Jesús nos muestra tres conceptos que son necesarios recordar en nuestra propia práctica:
· Modelado.
· Entrenamiento.
· Disminución de ayuda.
Modelar significa enseñar con integridad y seriedad brindando un mensaje sano e intachable. Esta tarea implica que el maestro se asegure de describir claramente las ideas empleando técnicas visuales, auditivas, táctiles o cinestésicas. Todo modelado necesita de una planificación cuidadosa de las experiencias significativas.
El entrenamiento sirve para iniciar y desarrollar las habilidades y destrezas básicas del estudiante, formarse en la capacidad de planificar y elaborar estrategias, descubrir las posibilidades personales de éxito y desarrollar en la práctica el placer de vivir para construir y recrear. Es indispensable que el maestro modele y transfiera al estudiante las formas de actuar para realizar la tarea permitiendo que la practique y ejecute con su guía y ayuda.
Con la disminución gradual de la ayuda los alumnos obtienen sugerencias y apoyo por parte del maestro cuando ellos lo requieren, disminuyendo conforme los alumnos adquieren mayor habilidad para realizar la tarea. Entonces, el maestro ya no es un simple transmisor de conocimientos, sino más bien un apoyo que transmite a sus estudiantes sus propias habilidades y experiencias. Este modelo, como en los tiempos de Jesús, debe ser aplicado en contextos reales donde los contenidos a aprender se usen en las situaciones mas comunes y ordinarias de la vida social.
Existen principios que facilitan la educación de nuestros semejantes. A continuación describiré tres de estos principios y sus aplicaciones en el ámbito educativo. Estos principios tienen como base las teorías cognitiva y sociocultural de la educación, que buscan respuestas a las formas en que las personas aprenden y estudian así como los factores que influyen en su aprendizaje.
El contexto socio cultural
Son importantes los factores sociales y culturales, especialmente, en el aprendizaje de los niños pues, cuando un niño aprende, toma de lo que hay en su contexto. Por eso, el aprendizaje es un proceso individual pero también social, donde la interacción con otras personas le permiten apropiarse de los conocimientos que están afuera, en su entorno. Conocimientos de los que participa y es testigo. Un conocimiento puede ser más significativo para un individuo si es observado y está relacionado a situaciones de su vida cotidiana. Es importante que los estudiantes puedan participar de experiencias educativas donde los contenidos sean explícitos y tengan significado para ellos.
Es importante que el educador tenga un amplio conocimiento del contexto y la cultura en la que se encuentran sus estudiantes. Asimismo, es importante que tanto el educador como el alumno participen conjuntamente de la ejecución de la tarea, lo que nos permite exponer el siguiente principio.
Participación compartida
Entendiendo el aprendizaje como un proceso social pienso que es importante plantear el papel del maestro como instructor experto y el del estudiante como aprendiz. Pueden muchos no estar de acuerdo pero la práctica diaria me enseña que el papel de autoridad del maestro no puede ser suplido, así como la necesidad del alumno de ser guiado o liderado por él.
El maestro debe permitir que sus alumnos participen y se involucren en la situación de aprendizaje, dando como resultado el compartir de experiencias en el cual tanto el maestro como los estudiantes colaboran de manera conjunta.
En necesario replantear el papel del educador y el de los estudiantes, pasando de una situación de aprendizaje donde el maestro expone diciendo lo que debe hacerse y el alumno escucha y reacciona, a una situación en la cual el alumno participa construyendo su conocimiento y el maestro fomenta esa construcción y guía el aprendizaje.
Aprendizaje situado
Anteriormente expuse la importancia de transmitir conocimientos que tengan un significado para los alumnos y permitir que ellos participen de este aprendizaje. Esto sólo puede lograrse aprendiendo el conocimiento en las situaciones reales donde se realiza. Empleando escenarios parecidos a los que usa la sociedad y cultura que rodean a los estudiantes. De esta manera, el aprendizaje se sitúa en un contexto que tiene relación a lo que los alumnos experimentan en su vida cotidiana. Así, conocimientos difíciles para los alumnos como los números, las ciencias, la historia, la geografía, la escritura y la lectura, pueden ser probablemente más fáciles de aprender si se enseñan en contextos como son el comercio, la agricultura, la pesca, la ganadería, la construcción, etc
Como maestro estoy convencido que la enseñanza va mas allá del aula de clases. Creo que realmente mi vida impacta de una manera u otra en los estudiantes que Dios ha puesto en mi camino como persona y profesional. Como Jesús, el buen maestro por excelencia, quien compartió su vida con los discípulos y mostró un estilo de vida diferente; mi vida como educador debe también ser un modelo. No es que me proponga ser modelo, pues mi tarea es educar. Es que mis estudiantes me ven como yo vivo, hablo, pienso y expreso mi fe. Posiblemente decidan tomar lo mejor de mí. Los frutos del Espíritu, la paciencia, la bondad o la piedad, no se enseñan. Pero sí se pueden "vivir" ante los estudiantes, de modo que ellos "aprendan" del ejemplo. Las actitudes de un maestro frente a los problemas y las circunstancias difíciles hablarán más fuerte que cualquier lección que pueda enseñar.

sábado, 6 de septiembre de 2008

"No solo el negro come gato"

Un viejo texto popular atribuido a los negros del sur del Perú dice a la letra: “Oye mulato/ ¿Quién se comió mi gato?/ Dicen que fue Calón un negro ñato/ ni siquiera me ha dejao el pellejo pal tambó/ oye mulato ¿Quién se comió mi gato?
Sin duda alguna el consumo de carne de gato es tan tradicional como oculto en la casi totalidad del territorio patrio, de manera que se mantiene como parte del gusto escondido y de las recetas solapadas de la gastronomía peruana.
No es raro que sea un gusto difundido entre las personas de piel negra desde tiempos de la colonia. Una muestra de tal consumo se presenta en la fiesta de “Santa Ifigenia”, patrona de los negros peruanos, en San Luís de Cañete, donde también se celebra cada año el “Festival del curruñau”. Consideremos que los esclavos negros debían alimentarse de las sobras de las comidas de sus amos españoles. Aprendieron a limpiar y preparar las vísceras (anticuchos, pancita, etc); pero aprovecharon la rápida multiplicación de los felinos que habían sido traídos de España para terminar con la proliferación de ratones llegados al callao junto con los barcos mercantes españoles (según refiere Ricardo palma) para convertirlos en parte de su dieta.
Los españoles también comían carne de gato. La primera receta escrita de la que se tiene referencia es de mediados del siglo XV. Ruperto de Nola (Cocinero mayor del rey Fernando) en su "Libro de Guisados, manjares y potajes" incluye la receta "Gato como se quiere comer". Si bien esta receta fue eliminada en ediciones posteriores, aún se conservan ejemplares de las ediciones de 1525 y 1529.
En “Consideraciones sobre todos los evangelios” de Fray Hernando de Santiago, escrito en Valladolid el año 1606 el autor dice: "Los avarientos, del gato nada estiman tanto como la piel; la carne no la come sino algún pobrete desdichado; pero los pellejos toman para guardar en ellos sus doblones" dando lugar a expresiones como "pelagatos" para referirse a quien no tiene bienes y “comegatos” para el que se ve precisado a consumir tal carne como consecuencia de su pobreza.
Sin embargo no solo los negros comen carne de gato. En Pomabamba (Ancash) se come el gato tanto como el cuy. A los pobladores que lo hacen se les llama Mishi kankas que significa “Devoradores de gato”
En Huari (Lima) la elevada demanda de la carne de gato ha producido la escasez de este animal lo cual preocupa a los pobladores por cuanto los platos a base de gato forman parte del espíritu festivo del pueblo, como los dulces y el licor de chirimoya. Al gato se le alimenta, en Huari, con leche, queso y pan; de vez en cuando se le da un ratón. En Chincha, según Cristian Gómez estudioso de la gastronomía peruana, se come el mejor “Seco de gato del Perú”. En Machu Picchu (Cuzco) los turistas consumían, sin saberlo, guisado de gato en el restaurante de Entur Perú.
Como un dato anecdótico refiero que, a pedido de la presidenta de la asociación de amigos de los animales del Perú, el año 2007 el señor Pedro Bautista Saravia, alcalde de cañete pidió a la asociación de arte y cultura negra del Perú no realizar una “Gatada” programada durante el festival del curruñau. La asociación respondió que no se trataba de un crimen sino de una costumbre que es parte de la identidad peruana.
En fin, la carne de gato es de consumo popular. A muchos les parece un hecho repugnante pero es una verdad histórica que en nuestro país se come gato desde hace varios siglos y los así como creo que los españoles enseñaron a los negros también sostengo que los negros enseñaron a los indios.