sábado, 23 de agosto de 2008

Cholos de Corazón


El cholo es un mestizo que tiene en sus venas sangre europea e india. Vale decir, si mi lambayecano corazón es de algarrobo, entremezclada con la sabia efervescente del madero, corre por mis venas sangre de nobles peruanos; de señores moche, de guerreros chimú. Corre por mis venas sangre de interesado español y de conquistador osado. Soy medio europeo, soy medio indígena. Mi sangre no es pura. Pertenezco a una casta. Estoy orgulloso de ser cholo, pero no me dejo cholear o tratar con menosprecio por nadie.Alguna versión de Garcilaso de la Vega dice que la palabra cholo deriva de la voz aymara Chulu que significa chusco, y que era el término empleado por los españoles para identificar a los hijos de los mestizos. En las islas de Barlovento el término Cholo se empleaba para llamar a los perros de la gente natural y pobre.Como verán el origen del término está ligado a la necesidad de menospreciar y lesionar la dignidad del indio, pero terminó por convertirse en un término que inspira vigor, lucha, sacrificio, entrega, orgullo y deseos de superación. El cholo, según Jorge Lazo, más que un grupo racial es un rasgo social, un ser que no envidia ni se siente disminuido. El cholo es culto, pues culta es la persona caritativa, altruista y tierna; culta es la persona que respeta la justicia y siente y practica la solidaridad social. Es por el cholo que a Chiclayo se le llama Capital de la Amistad, porque una de las características de la verdadera amistad es tenerse fe mutuamente. El cholo es un hombre de fe.Los cholazos de tomo y lomo, aquellos que llegan más alto, los que nos dirigen y lideran, los inteligentes de pelo trinchudo, aquellos que comparten historias de estudio a la luz de una vela o de triunfo después de vencidas pobrezas, pueden dar fe de lo antes dicho. El buen cholo llega lejos, llega alto, no se deja vencer fácilmente. Ser cholo es un verdadero estilo de vida. Confieso con orgullo que mi condición de cholo me hace sentir singular. Miro mi entorno y puedo generalizar mi condición salvo contadas excepciones de inmigrantes e hijos de inmigrantes que conservan en grupos cerrados sus propias costumbres, tradiciones y uniones matrimoniales. El pueblo cholo conserva virtudes que muchos desconocen. Es un pueblo que compró con sacrificio su presente y siembra con esfuerzo la semilla del futuro. Los mejores hijos del pueblo son cholos y son ellos los agentes de nuestra historia. Quienes quisieron vengarse de otros como yo creando el término al cual me refiero cometieron un error para sus fines. Sembraron la semilla de una cultura, dieron a los nuestros un motivo más para sentirnos orgullosos. Es bueno ser cholo, pero es mejor vivir como cholo y desear serlo siempre sin dejarse cholear.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Profee Martin que buen articulo me gusto mucho, su alumno Bruno Yeckle.