martes, 26 de abril de 2016

Pimentel: El puerto, el muelle y la locomotora

Locomotora de Pimentel

En “Monografía General de Lambayeque” de Ricardo Miranda se lee que en 1911 el Puerto de Pimentel lucía prácticamente abandonado. La estiba y desestiba de mercancías se hacía por el Muelle de Eten que tenía las facilidades de la Vía férrea y, sin embargo, resultaba insuficiente para las necesidades del comercio y la industria en la región.
Don Salvador Gutiérrez Pestana reunió el 22 de setiembre de 1911 a un grupo de comerciantes e industriales lambayecanos con quienes proyectó la rehabilitación del Puerto de Pimentel. No descansaron hasta lograr que mediante Resolución Suprema del 22 de marzo de 1912 el gobierno autorice a la “Sociedad Agrícola Pomalca” “tender una línea férrea de trocha angosta, entre la hacienda Pomalca y el Puerto de Pimentel, y para la construcción de un muelle con la facultad de establecer ramales ferroviarios que se estimen convenientes”.
Estación del Ferrocarril años 20 en Pimentel

El 19 de febrero de 1913 se constituyó la “Compañía del ferrocarril y Muelle de Pimentel” a la que fueron transferidos los derechos que correspondían a la “Sociedad Agrícola Pomalca”. La construcción del Muelle y el Ferrocarril se inician en 1914 y recién en 1920 la línea férrea llega hasta la hacienda Pomalca y estuvieron a cargo del ingeniero alemán Bernardo pellny.
 Según información de “Galería de Lambayecanos Ilustres” (1966), publicación del Instituto Experimental de Educación Primaria N° 17 (p.13) “Un suceso fue la llegada a Chiclayo de la primera locomotora a Pimentel. Constituyó un acontecimiento de resonancia local la llegada a Chiclayo de la primera locomotora de la Compañía del Ferrocarril y Muelle de Pimentel, el día lunes 28 de setiembre de 1914. El acontecimiento se produjo a las cinco de la tarde. Inmenso gentío aplaudió la entrada con algaradas coheteriles. El convoy estaba totalmente adornado con banderas y flores. Era alcalde del Concejo Provincial de Chiclayo el Sr. Manuel María Izaga y Lora, quien habló luego de brindar la primera copa de champán. Siguió en el uso de la palabra el Prefecto Mayor César Bustamante. Luego, el gerente de la Empresa del Ferrocarril, Sr. Herman O. Gorbitz, felicitando al ingeniero constructor de la obra, Sr. Bernardo Pellny. También hablaron el Dr. Angel Gustavo Cornejo, el Dr. Juan Ugaz y el Ingeniero Pellny; quien terminó su peroración vivando al Perú y al Departamento de Lambayeque”. La primera locomotora fue una máquina Koppel tipo 2-8-0.
Locomotora de Pimentel en estación de Pomalca

Los capitales fueron netamente lambayecanos. Los accionistas mayoritarios de la compañía fueron: Hacienda Pomalca (36%) Viuda de Piedra e Hijos (31%) Sociedad Agrícola Pucalá (26%). Entre los accionistas minoritarios destacan: Juan Cuglievan, Rodolfo Montenegro, Eduardo de la Piedra, Eleodoro Romero, Juan de la Piedra y la Cia. Testamentaria Waldispuhl. Los primeros gerentes de la Compañía del Muelle y Ferrocarril de Pimentel fueron Bernardo Pellny, Germán Klinge, Raúl Hinojosa y Julio Gervasi (hasta 1960). Para 1958 los miembros del Directorio de la compañía fueron Nicolás Cuglievan, Eduardo de la Piedra, Ricardo de la Piedra, Víctor Maúrtua y Julio Gervasi. El muelle tiene 529 m de longitud y la línea férrea 58 Km., en un recorrido que incluye Pimentel – Chiclayo – Pomalca – Rinconazo – Saltur – Pucalá y Pampa Grande. La compañía contó con 13 locomotoras, 06 coches para pasajeros y 247 carros de carga y equipaje. En 1958 se movían casi 500 mil toneladas métricas de mercancías, lo cual demuestra el progreso logrado en los campos del comercio, industria y agricultura.

Es Pimentel un espacio de ensueño del cual no se ha escrito a cabalidad. En “Canto Lírico” de Juan Parra del Riego, publicado en el Diario “La Tarde” de Chiclayo el 15 de mayo de 1915 se lee "Salud… por Pimentel/que pinta un idílico y vago paisaje/junto al mar que envuélvelo en su tenue encaje/de espuma, sonoro como un cascabel...."

1 comentario:

Alberto dijo...

El ferrocarril Pucalá-Pimentel y muelle de Pimentel fueron una gran obra, de capitales nacionales completamente.

La producción de las haciendas azucareras de Lambayeque dieron como resultado la necesidad de tener un puerto servido por un ferrocarril que llevara toda esa producción hasta el muelle para su exportación.

Por ello, la "Sociedad Anónima Compañía del Ferrocarril y Muelle de Pimentel" construyó el muelle y ferrocarril, que se pusieron en funcionamiento en Septiembre de 1914.
Durante la construcción, Hermán Gorbitz fue el Gerente de la Compañía y el ingeniero alemán Bernardo Pellny fue el constructor de tan magnífica obra.

Pimentel cobró mucho realce con el muelle y ferrocarril, pero el descenso de la industria azucarera por la mala administración de las Cooperativas Agrarias de Producción después de haber sido expropiadas, llevaron a la disminución de la principal carga a exportar y el muelle y uso del ferrocarril fueron siendo dejados de lado, hasta dejar de funcionar totalmente.

Pimentel es un puerto apacible y tranquilo, aún siguen allí muchas de las familias originarias, se sigue recordando sus antiguas costumbres, fiestas religiosas y populares, platos típicos, pero por ser el más largo del país y por su particular trazo, el muelle es para Pimentel su mejor carta de presentación ante el país y el mundo, ya que resalta desde lo lejos, a cada lado de la extensa playa, al norte y sur.

Afortunadamente, el muelle fue remodelado y actualmente es parte del atractivo turístico del puerto, ya que puede ser recorrido totalmente por los visitantes y tiene adecuadamente ubicados, ordenadamente, a los expendedores de souveniers y comida del lugar.

Para quienes vivimos allí y debimos salir ya hace varios años, siempre nos quedará el recuerdo de todo lo que vivimos cuando casi todas las familias nos conocíamos o por lo menos sabíamos quienes eran todas, cuando nos veíamos a diario en los buses durante los viajes de ida y vuelta, mañana y tarde, al trabajo, al colegio, a realizar alguna gestión pública en Chiclayo o a cualquier otra actividad e incluso a alguna función de vermouth a algún cine. El jugar fútbol también nos era común, ya sea en la playa o en alguna de las diversas canchas que podíamos elegir.

Otro entretenimiento nocturno era presenciar las películas de "El Gordo y el Flaco", que eran proyectadas como parte de la publicidad de alguna empresa, los sábados por la noche en a un costado de la plaza principal. Cabe resaltar que en la plaza principal estaba el mercado de abastos, con la particularidad de que sus paredes exteriores eran de listones de madera verticales, separados entre si. Esto le daba al mercado una gran ventilación y este por dentro era bastante ordenado, ni había venta de productos sobre el suelo.

Los domingos de misa a primera hora nos permitía ir a la cancha abierta donde apreciábamos desde temprano por la tarde, los encuentros de fútbol de la liga del puerto.
Y dentro de los deportes, se puede nombrar a dos exponentes porteños, como Irene Asalde en nuestro seleccionado nacional de voleyball y a Percy Vílches como exponente de fútbol al destacar en el ámbito internacional alineando por el Universitario de Deportes de Lima.
Y últimamente, pero no menos importante, es grato recordar a tantos buenos amigos que allí quedaron, como Efraín Farfán, Alfredo Dávila o Pedro Mendoza.

Saludos y gracias por leer este mensaje.