lunes, 5 de octubre de 2015

Los Pardo en Tumán


     El matrimonio formado por don Manuel Justo Pardo y Lavalle y doña Mariana Barreda y Osma se produjo en Lima el 17 de julio de 1859. Fueron sus hijos: Felipe (1860), Manuel (1861), Juan (1862), José (1864), María (1865), Ana (1868), Luis (1869), Enrique (1870), Rosa Mercedes Genara (1871), Carmen, Victoria (1876) y Manuel Adalberto (1877) Pardo y Barreda. Manuel Pardo invirtió su capital en la exportación de guano, contratación de trabajadores chinos y otras empresas dedicadas al comercio internacional. Además en la construcción de ferrocarriles y en la exportación de azúcar. Don Manuel Pardo y Lavalle, había amasado su fortuna al haber sido gerente de la Compañía de Consignación del Guano para la Gran Bretaña, director del Banco del Perú, presidente de la Compañía de Seguros La Paternal y director de la Compañía Sur-Americana de Seguros Marítimos e Incendios. Además su esposa, Mariana Barreda y Osma, pertenecía una familia muy adinerada.

     Según Bazán (2013) “En 1872, Pardo compró la Hacienda azucarera Tumán”. Además, Ulric Unke (2010) indica “Pardo compró la hacienda azucarera Tumán de Diego Buenaño por 404 000 pesos… la compra, hecha a nombre de su esposa, la financió con un préstamo de 300 000 pesos del Banco de Crédito Hipotecario, y con un préstamo de 125 000 pesos extendido por la casa comercial de Carlos Delgado” Entonces, no es correcto, como afirmara Jorge Basadre, que Felipe Barreda y Aguilar comprara la hacienda Tumán y se la diera a su hija Mariana Barreda de Pardo como un regalo. Fue el matrimonio Pardo quien compró Tumán.

     A partir de 1873, Tumán representó las dos terceras partes del capital conjunto del matrimonio Pardo Barreda. Según Unke “Los Pardo no compraron la hacienda Tumán como un símbolo de status… Tumán habría resultado del todo inadecuada para los Pardo si hubiesen deseado jugar al señor y la dama del feudo, porque estaba demasiado lejos como para que ellos pasaran parte de su tiempo allí… Por lo tanto, no se convirtieron en hacendados por una mentalidad tradicional o colonial, sino más bien por su agudeza empresarial, la cual hizo que consideraran, con toda razón, que la producción azucarera habría de ser un negocio rentable”.

     La Hacienda Tumán, según José Carlos Martin (2010) quien refiere a José pardo y Barreda en sus memorias inéditas “Lo que mis hijos deben conocer” (documento resguardado a la fecha por José Pardo Heere) fue arrendada inmediatamente después de su compra a Alfredo Solf por diez años, a un pago anual de 24 000 pesos y, luego, nuevamente arrendada al mismo Solf por cinco años más. Con esto notamos un nuevo error de Basadre quien indica que Tumán fue administrado en 1881 por Felipe Pardo y Barreda, hecho que resulta imposible. Es seguro que la administración directa de los Pardo se produce a partir de 1883. 

     José Pardo y da a conocer en sus memorias datos interesantes del proceso judicial que emprendieron contra Alfredo Solf Martens para recuperar la hacienda debido a la falta de pago del arrendamiento y afirma "tuve a mi cargo los asuntos judiciales con el Sr. Solf, para el cobro de los arrendamientos de la hacienda Tumán y para recuperar esta hacienda por su falta de pago. Estos asuntos me llevaron a Chiclayo donde tuve que actuar en una atmósfera de visible hostilidad, por las grandes relaciones que tenia Solf en ese lugar. Contadísimas fueron las personas que me prestaron su concurso: Dr. Luis López, Gerente de Eten; el médico Pedro Pablo Chacaltana, hermano de los Chacaltana de Lima y un Mariano Polo, padre del Dr. Salón Polo, personalidad conocida en el ramo de Relaciones Exteriores... En este proceso tuve el apoyo de las autoridades y así pude poner un interventor en la hacienda y ocupar ésta al fin del juicio… Solf era hombre inteligente, .honorable, pero mal agricultor, por no disponer de los capitales necesarios”.
Don Manuel Pardo y Lavalle, propietario de la
Hacienda Tumán; propiedad adquirida junto con
su esposa doña Mariana Barreda y Osma


     En 1907, doña Mariana Barreda, entregó la propiedad de la Hacienda Tumán a hijos, dando origen a la Negociación Tumán S.A., que incluía las propiedades de Tumán, San José y Calupe.