La crisis
económica y social en Europa a consecuencia de la Revolución de 1848 fue
crucial para el inicio de la inmigración de ciudadanos europeos a diversos
países de América, entre ellos el Perú. Inicialmente, los destinos elegidos
fueron Estados Unidos y Argentina, pues en Perú el principal trabajo que
encontrarían era como mano de obra barata en las plantaciones de la costa,
principalmente. “De esta manera llegaron al Perú industriales, banqueros,
diamanteros, joyeros, ingenieros, comerciantes y empleados judíos que se
adaptaron rápidamente al quehacer económico del país, abriéndose las primeras
casas comerciales judías a partir de 1852” (Tratemberg, 1987).
Entre 1920
y 1960 residieron, oficialmente, en nuestra Región 65 ciudadanos judíos, de los
cuales 60 se encontraban en Chiclayo y 5 en Motupe. Fueron dos familias en
Motupe y 21 familias en Chiclayo. Al comienzo, las disposiciones migratorias
facilitaron su llegada. La inspiración racista que prefería migrantes blancos
para poblar el territorio peruano, la necesidad de mano de obra barata y de especialistas
en tecnología industrial; permitió la llegada de judíos – alemanes
(principalmente) a fines del siglo XIX e inicios del XX a nuestra región. En la
década del 30 del siglo anterior, venir al Perú fue un verdadero calvario por
el cambio del régimen migratorio. Se comenzó a exigir contratos de trabajo que,
en el caso de los judíos, eran proporcionados por sus conocidos o familiares establecidos en el
Perú.
Portada de la obra de León Tratemberg |
La Obra “La
Inmigración Judía al Perú” (1987) de León Tratemberg Siederer, indica sobre la
ubicación de los judíos en Lambayeque: “En este departamento, al rededor de
1930, había varias familias judías concentradas en Chiclayo, mientras que unas
pocas se encontraban dispersas en Reque, Motupe, Pimentel y temporalmente en
Ferreñafe, ciudad de Lambayeque, Eten y Monsefú”.
Con
respecto a las familias que se afincaron en nuestras tierras “Residieron en
Motupe: Jacobo Rajman; Elias Eidelman; Jaime Rosenfeld; en Pimentel: Moisés, Isaac
y Enrique Burstein (también en Chiclayo); en Reque: Alberto Shnaiderman y en
Chiclayo: Jacobo Herschcovich; Samuel Gludnievich; Moñe y Samuel Zusman; Miguel
Kisner; Juan Rotstein; Rubén Milbauer; José Gleiser; José Schmerler; Moisés
Burstein; Enrique Burstein; Isaac Burstein; Julio Lechtig; José Rotman; Boris
Sheinfeld; Pedro Blomberg; Hermán Hananel; Hans Hilfraht; Nissim Levy; S.
Zighelboim; Israel Theiler; Ezra Zaharia; conformado una colectividad de unas
60 personas en total”. Doña Nelly Criollo de Iturrizaga me brindó información sobre judíos en Chongoyape, indica que antes de 1960 ya radicaban en dicha localidad algunas familias, entre ellas la familia Waisman, recuerda a Don David Waisman.
La
ocupación y actividades económicas fue diversa “Los judíos en Lambayeque se
dedicaron al comercio de telas y bazar, así como al negocio de transporte
público y camiones. Algunos se dedicaron al comercio de productos agrícolas y
minerales especialmente oro y plata, generalmente como contraparte a la venta
de telas y productos diversos”.
Los judíos
recién llegados notaban el dinamismo de la ciudad de Chiclayo “Como había mucho
movimiento de judíos hacia Chiclayo, cuando llegaban visitantes se hospedaban
normalmente en el hotel Tacna, en la calle Poeta Niño”.
Insertaron
a sus hijos en el proceso educativo normal, permitiéndoles relacionarse con
gente de su edad “Para la educación escolar, los varones eran enviados al
colegio San José y al colegio estatal 221, mientras que las mujeres eran enviadas
al colegio Srta. Bulnes”. Además, sobre la conservación de sus tradiciones se
sabe que “La educación judía se limitaba a lo que los padres enseñaban a sus
hijos en los hogares. La vida societaria judía era muy escasa; los servicios
religiosos de las festividades se realizaban en la casa de José Schmerler,
quien los dirigía, mientras que para ocasiones especiales como Brit Milá o Bar
Mitzvah se viajaba a Lima”.
Tratember
indica que “Los fallecidos eran enviados a Lima para ser enterrados en el
Cementerio Israelita de Baquíjano. Para la década de 1950 casi no quedaban
judíos en Lambayeque”. Hoy en día la comunidad judía en Lambayeque tiene muy
pocos integrantes.