miércoles, 4 de enero de 2012

Señor, te miré
pero tu me viste primero.
Pude oir tu voz, clara y audible
la voz de tu respuesta
pues, primero, tu me oiste.
Yo te sigo, voy tras tus pasos
pues tu vas delante de mí.
¿Cómo así te fijas te fijas en el hombre?
me excede comprender tu amor
que a la tierra se derrama.
Me vestiste como a príncipe
después de abrazarme,
sanarme y vendar mis heridas.



Señor, el mensaje de tu voz audible
fue una dulce llamada por mi nombre
en adelante, hablaste a mi corazón
¡así te pareció bien!
susurrar tu amor en mi oido
y fortalecer con tu Palabra mi espíritu.
Eres alfa en mi vida
inicio, origen ... renacimiento
y he comprendido de rodillas
que eres también omega, final
inicio y término de mi historia.



Señor, me estremecí en tus caricias
posé mi rostro en tu seno
recorríste mis recuerdos
apretando las manos de mi tiempo
mientras rodeabas con tus brazos
la totalidad de mi existencia
sembrando virtud en un campo
nunca más esteril
pues el verdor de tu presencia
es verdor de mi esperanza.
¡Manda tu lluvia a mi tierra!
¡Abre tu cielo y haz llover!

 


 Señor, me interpelas al comer en tu mesa
mientras lo hago siento que me hablas
mis sentidos se orientan a tí
mientras tu mensaje de salvación
me recorre desde adentro hacia afuera.
Soy el camino que transitas
la ruta de Jerusalén
la subida del Monte de los olivos
Cafarnaum, Betsaida
Galilea, Nazareth...
tu mirada circula mi paisaje
y con tus manos señalas los linderos.



Señor, un aroma agradable
invade mi casa
huele a perfume derramado
¿así holía el de la Magdalena?
¿el que no fue usado en el sepulcro?
tu perfume hermosea mi casa
y comprendemos que vives en ella
Dios mío ¡No te vayas nunca!
haz de mi casa tu morada
abro las puertas y ventanas de mi vida
y permito, acepto, deseo
que tu perfumese expanda
mientras camino
tomado de tu mano.

 
En lo que tocas mis sentidos
hazme nuevo, siempre
con la dinámica creadora
de tu Espíritu que se mueve
impregnando con tu aroma
las paredes del universo que clama,
los fundamentos de mi casa
que tienen de mí pero son de tí
cúbreme, invádeme, lléname
conmuéveme, limpia mi corazón
hazlo Siempre.
Soy tuyo, me cedo.