domingo, 16 de octubre de 2011

Los Primeros Signos de Modernidad: Chiclayo a Inicios del Siglo XX"



Capitán Humberto Gal'lino a bordo del bimotor
Cruz de Chalpón (Lima - 1939)

Tierra de Chiclayo, campos sonreídos
Del sol más poeta que alumbra el Perú
Sinfónicos toros, “mameyes” dormidos
Pinceladas suaves de sueños floridos
¡Tierra de Chiclayo, gran tierra, Salud!
(Juan Parra del Riego
En el teatro “Dos de Mayo” 1916)


Cuando, a inicios del siglo XX, se presentaban los primeros signos de modernidad; todo evento que conmocionara a la población (epidemias, accidentes, etc.) era, inmediatamente, ligado al “progreso”. Teodoro Rivero Ayllón indica en “Lambayeque: Sol, flores y leyendas” (pp.120) que “no faltó quien echara a rodar la especie que cundió, rápida, entre las gentes sencillas del lugar: ¡de seguro que la culpa es de la fábrica de luz!”. Los doce mil habitantes de nuestra ciudad por aquella época (indios, mestizos, negros, asiáticos y unos pocos europeos) vieron como, poco a poco, desaparecían las emblemáticas huacas de Los Peredo, de La Cruz y del Coliseo; fueron testigos del inicio del fin de algunas tradiciones populares (relaté en anterior artículo la de “La Burra del Señor”), de la aparición de nuevas calles y avenidas; así como del arribo de los nuevos inventos que llamaron la atención y despertaron la curiosidad del chiclayano de a pié. Sobre esto último doy a conocer, a continuación, breves detalles:

En 1912, las calles de Chiclayo ven recorrer por primera vez un automóvil piloteado por el aviador trujillano Carlos Martínez de Pinillos. Luego, los chiclayanos Emilio Silva, Herman Gorbitz y Alejandro Leguía cubrieron la ruta entre Chiclayo y Reque en un tiempo de 20 horas por el antiguo camino de Saltur.

Juan Bielovucic Cavalier, fue un aviador limeño educado en Francia. Logró en 1910 graduarse como piloto de aviones y obtuvo su brevete (Nº 87). En Enero de 1910 llega al Perú a bordo del vapor “Ucayali” trayendo su avión “Voisin” con el que realizaría una serie de vuelos ya como miembro de la Liga Pro – Avión fundada en Lima y dirigida por el general Pedro Muñiz. Uno de tales vuelos fue realizado en un improvisado aeródromo en la antigua Yutera de la familia Piedra entre Chiclayo y Monsefú. La experiencia, breve, resultó inolvidable para todos los presentes.


Bimotor "Cruz de Chalpón" (Lima - 1939)

En otros lares, los aviadores motupanos Humberto y Víctor Gal’lino Domenak a bordo de la nave de tipo Barkley – Grow T8P – 7, bautizada “Cruz de Chalpón”; intentó cubrir por primera vez la ruta New York – Lima. Partieron de la “Ciudad de los rascacielos” el 29 de octubre de 1939 y, después de 25 horas de vuelo, realizaron un aterrizaje forzoso en la Isla Puná (Ecuador) debido a una fuga de combustible. Dos días después, superado el impase técnico, alzaron vuelo logrando aterrizar en Lima el 01 de noviembre. Según Rivero Ayllón “Habían tenido 26 horas de vuelo, con lo cual batían un record de distancia sin escalas: 6500 Km”. La nave sirvió como transporte hasta 1945 cuando un incendio la consumió en la amazónica ciudad de Tingo María.

Elio Galessio en su trabajo “Breve reseña histórica de los ferrocarriles del Perú” indica que desde fines del siglo XIX ya funcionaban en nuestra región al menos dos ferrocarriles con fines comerciales y para apoyo de la actividad agroindustrial. Sin embargo, Chiclayo verá ingresar a la primera locomotora el lunes 28 de setiembre de 1914 a las 5 de la tarde. Tal acontecimiento significó algarabía inusitada. “El convoy (fue recibido) con banderas, guirnaldas y banda de música”.

Chiclayo es ciudad cosmopolita y “aldea alegre pintoresca y bulliciosa”. Es síntesis de lo urbano y lo rural. Es modernidad y crecimiento pero, aún en este tiempo, es tradición, recuerdo y nostalgia. Podemos repetir con Manuel Bonilla (“Allá en Cinto y Collique”):

“En mi región natal hay una aldea
Alegre, pintoresca y bulliciosa…
Allí cuando la aurora
Con sus luces colora
De la agreste colina la ancha falda
Chiscos, tordos, chiroques y jilgueros
Cruzando de arrozales el mar de oro
Modulan sus gorjeos placenteros…”