sábado, 19 de junio de 2010

Piratas en Lambayeque: El saqueo de Edward Davis en 1686

En el trabajo del historiador Teodoro Hampe Martínez “Un capítulo de historia regional peruana: la ciudad de Zaña y su entorno ante la inundación (1720)” se narra, en la evolución histórica del pueblo de Zaña, el saqueo de la ciudad el año 1686 por el pirata inglés Edward Davis e indica los motivos que hacían de Zaña una plaza preciada para delincuentes y corsarios de la época. A continuación brindo una breve narración del hecho.
Zaña, en el siglo XVII, se había convertido en un lugar de notable desarrollo socio-económico y era admirada por quienes venían de afuera, y escuchaban con frecuencia el nombre de este lugar, conocido también como la “Sevilla del Perú” o “Potosí pequeño” su fama permitió que fuera un punto codiciado por los piratas y corsarios que atacaron con frecuencia las costas del Mar del Sur (Océano Pacífico) durante el siglo XVII.
Se sabe que expediciones holandesas e inglesas, recorrieron el litoral del Pacífico durante ese siglo, obligando a la realización de notables obras defensivas; las más destacadas de ellas las fortificaciones del Callao, Lima y Trujillo y el mejoramiento del resguardo militar en la armada del Mar del Sur. A pesar de esto no siempre se logró evitar los ataques. Lo que es peor muchas veces los piratas y corsarios conseguían el apoyo de la población negra; aunque esto no ocurrió en Zaña donde uno de los dos ingleses fallecidos fue ajusticiado por un negro.
Edward Davis, acompañado de un grupo de 200 expedicionarios, anclaron en el Puerto de Chérrepe (Punto extremo sur de nuestra Región, en la desembocadura del Río Zaña y punto de comunicación marítima con el exterior) el 3 de Marzo de 1686. Todos ellos descendieron en la costa a bordo de siete canoas.
La defensa de la ciudad fue liderada por Don Luís Venegas Osorio quien tuvo innumerables problemas para captar hombres de pelea pues la mayoría de ellos se encontraban realizando trabajos de defensa ribereña por el aumento del caudal de los ríos debido al Fenómeno “El Niño“. Reunió 300 caballos y mulas para evacuar a los religiosos, armas y municiones; además distribuyó centinelas en diversas partes de la ciudad.
Según un documento de la British Library (Ms. Additional, 13964) en Zaña había "gran confusión y llanto de mujeres y niños, que ocasionaba mayor confusión, y fueron cogiendo la vereda de los montes, sin más atención que salvar a sus personas". La resistencia fue débil. En el ataque a Zaña murieron dos ingleses. “Los piratas se apoderaron de la ciudad, saquearon las iglesias y casas y acumularon un botín de 300,000 pesos en plata, joyas y ropa”. El Virrey Melchor Navarra y Rocafull, Duque de la Palata, quien gobernó el virreinato peruano entre 1681 y 1689; fue quien fortificó las ciudades de Lima y Trujillo por el temor a los ataques de piratas y en una carte fechada el 7 de abril de 1686 indica que “los ingleses no profanaron iglesias, templos e imágenes, pero hicieron irreverencias...” esto último en alusión al ataque contra algunas doncellas de la ciudad. Refiere que el ingreso de los ingleses a la ciudad resultó muy sencillo pues no se les cortó el paso a través del puente de Zaña y tampoco se les atacó al volver a la costa. Esta información es refrendada por el profesor Peter T. Bradley, de la Universidad de Newcastle.
Con los aportes de “Fundación de la Villa de Santiago de Miraflores de Zaña. Un modelo hispano de planificación urbana” del historiador Lorenzo Huertas Vallejos y de “Acta original de la ruina de Zaña” de Alfonso Samamé Rodríguez podemos confirmar que Los piratas castigaron cruelmente a muchas familias, incautaron sus riquezas y mancillaron el honor de algunas doncellas. Las desgracias ocurridas en Zaña: El saqueo de Edgar Davis, los terremotos e inundaciones que la afectaron han sido consideradas por la sabiduría popular, expresada en sus tradiciones, como una especie de castigo divino a consecuencia de su forma de vida libertina y mundana que le valió, también, el apelativo de "capital disipada del norte del Perú".