lunes, 16 de noviembre de 2009

La Revolución de Don José Balta de 1868


Es bien sabido que el Coronel José Balta ingresó con 156 hombres, su estado mayor conformado, entre otros, por su cuñado Don Silvestre Gutierrez, y su secretario personal Don Ricardo Palma, a la ciudad de Chiclayo el 06 de Diciembre de 1867. Antes, había derrotado a las fuerzas del dictador Mariano Ignacio Prado en Trujillo, Otuzco y Cajamarca. Fue recibido en nuestra tierra con afecto notable, música, arcos triunfales, banderitas y serpentinas. El pueblo hizo suyo la causa de Balta y, al tiempo que la defendía, se jaraneaba al ritmo de congas (una especie de copla) con guitarra, arpa y cajón y letras alusivas a la causa revolucionaria y al coronel sublevado.

Un ejército del gobierno, encabezado por el Ministro de Guerra Don Pío Cornejo, llegó a Chiclayo y se enfrentó a un pueblo valiente que se defendía con bombas caseras, palos, machetes y fusiles de caza. En el punto mas grave del combate, Don Ricardo Palma se dirige al caudillo y pregunta sobre el desarrollo de las acciones; Balta responde "¿No oye usted la conga?". Mientras el pueblo cantara el espíritu se mantenía en alto. Tiempo mas tarde diría el tradicionalista "Quien no vió bailar la conga no ha visto cosa buena y sabrosa. Aquello era la resurrección de la carne, como dijo un arzobispo".

Una de las combatientes de Balta fue la negra Nevao quien resultó herida de bala en los combates finales en la noche del 6 de Enero y no pudo festejar el triunfo del coronel el 7 de Enero de 1868. La "Revista Centenaria" publicada en nuestra ciudad el año 1934 publicó el artículo titulado "Al pellejo negro no le entran balas de Don Bernal" que narra el encuentro entre la negra Nevao y el coronel Balta en circunstancias en que fue invitado a casa de la familia Perales, junto a su secretario y estado mayor.

Don Julián Perales y Don Manuel Maradiegue aportaron al caudillo una fuerte cantidad de dinero para pagar las deudas de la revolución que, dígase de paso, no eran pocas. Es en ese contexto en que se produce el encuentro entre la negra Nevao y "su coronel" quien se adelantó a ella y, abrazándola, le preguntó:

_ Negra, ¿Y la herida?

_ Mi amo, ya estoy buena. Al pellejo negro no le entran las balas de Don Bernal (En alusión a uno de los lugartenientes de Don Pío Cornejo).

Celebró la respuesta el coronel y tamando el paño serrano con que se tapaba la negra le puso, sin contar, varios puñados de plata.

El 11 de Enero de 1868, Balta dirige una proclama y su agradecimiento al pueblo de Chiclayo. El 12 de Enero se embarca desde la "Caleta de la Concepción de los valles de Chiclayo"(Pimentel) con destino a Lima.

Como presidente, Balta promovió la construcción de la Catedral, obsequió un manto de oro y plata a la Virgen Purísima y proyectó la creación del Departamento de Lambayeque con dos provincias(Chiclayo y lambayeque).

La calle "7 de Enero" nos brindará por siempre el recuerdo de un hombre y su revolución; del pueblo, su valentía y el ritmo de su conga; de la negra Nevao y su pellejo duro, donde no entran las balas.