viernes, 16 de octubre de 2009

Historia y Geografía Regional Lambayecana: Asignatura y Currículo de contenido Regional


¿Qué sentido tiene introducir la asignatura de Historia y Geografía Regional Lambayecana en el currículo escolar? A raíz de esta interrogante surgen otras: ¿Por qué se debe enseñar esta asignatura? ¿Qué contenidos hay que enseñar? ¿Cómo enseñarla? ¿Cuáles son los métodos y recursos adecuados para su enseñanza? ¿Qué respuesta debe dar a esta necesidad el Proyecto Educativo regional? Las respuestas nos proporcionarán el marco de referencia y los criterios para abordar pedagógicamente esta necesidad. Analicemos nuestra problemática:
A) La Historia y Geografía Regional Lambayecana, en el contexto inmediato, no es tratada a profundidad: El sistema educativo formal otorga un espacio irrelevante a la enseñanza de la Historia y Geografía Regional. Tal enseñanza se limita a los personajes, paisajes y fechas de fundación de las comunidades. La inclusión de esta asignatura en nuestros Planes de estudios contribuirá a la construcción de la identidad social y cultural permitiendo la interiorización de valores, costumbres y creencias consideradas como socialmente trascendentes.
B) La globalización de la comunicación aleja a las personas de las preocupaciones locales y cotidianas: La radio, televisión, diarios e Internet tienen una fuerte influencia en la divulgación de valores entre las personas de toda edad, especialmente entre los estudiantes. De ordinario, estos medios, proporcionan poca información sobre el desarrollo Regional, limitando su labor a la información general (Política, económica, policial, etc.) y dejando de lado la reflexión sobre el desarrollo de nuestra propia historia. La asignatura de Historia y Geografía Regional Lambayecana promueve la identidad cultural y el reconocimiento de lo propio, lo nuestro, lo que nos pertenece; ubicando a los estudiantes de manera diferente frente a la información proporcionada por los medios de comunicación masiva.
C) La enseñanza tradicional de la historia no promueve la curiosidad de los estudiantes por conocer e investigar sus raíces: Nuestro modelo educativo se ha centrado en la transmisión de información organizada para que los estudiantes la reproduzcan. Se ha preocupado por la memorización de datos, ideas, fechas, etc. Sin relacionar los datos entre ellos. Esta se ha convertido en la principal estrategia.
La asignatura de Historia y Geografía regional lambayecana promueve el empleo de una metodología de investigación histórica, participativa y de interacción didáctica; y, como consecuencia, estimula el análisis, la creatividad y la crítica como procesos de pensamiento necesarios para construir y reconstruir el conocimiento histórico.
En la obra “La enseñanza de las ciencias sociales” (1989 – Madrid, España) J. Domínguez nos dice: "enseñar los métodos de investigación histórica, equivale a enseñar el manejo de la información, a distinguir críticamente entre dato objetivo y juicio de valor, opinión y prejuicio, a extraer informaciones por inferencias, y a emitir juicios ponderados sobre asuntos o cuestiones discutibles".
D) la investigación de la historia y geografía local.
En general, los pueblos de nuestra región no cuentan con un sistema de conocimientos que den cuenta de su historia y geografía. Estos conocimientos son distintos a lo que la escuela transmite intencionalmente, consideran múltiples y profundas realidades, son dinámicos y forman parte del proceso constitutivo de nuestra identidad. Por su importancia, estos conocimientos, deben ser incluidos en el currículo escolar; pero exige un esfuerzo adicional de los maestros y estudiantes, quienes necesitan realizar una recuperación y sistematización para poder aprenderla.

viernes, 9 de octubre de 2009

La Prensa Escrita Lambayecana

En "Presencia Histórica de Lambayeque" (1985) Eric Mendoza Samillán incluye un artículo titulado "Periodismo Lambayecano" del recordado periodista José Arana Cuadra quien rememora a los protagonistas y los principales medios de información escrita que circularon a lo largo del pasado siglo XX. El vendedor de diarios Alejandro Lora es el primero al que recuerda. Sobre los diarios, semanarios y revistas, nos brinda una relación detallada de los mismos. Mi única labor fue ordenarlos cronológicamente. Espero sientan Uds. el mismo placer que yo al conocer la información alcanzada por Don José Arana.
En 1918 circuló "El país" y desde 1920 "El bién agrícola".


Entre los diarios de época que circularon en 1921 en Chiclayo, menciona: "El diablo cojuelo", "El diablo predicador", "La abeja" de Don Manuel Uchofen y Darío Garcés, "El martillo" de Don Rómulo Menchola, "El progreso" de Don Pedro José Soto, "El departamento" de Don fernando Luque, "El zeppelín" de Don Manuel Uchofen (hijo) y "La tarde" de Don Virgilio Pérez. También: "El juguetón", "Balnearios", "Palm beach", "Don Tiburcio" y "Doña Filo" de Don Elías Chunga.


En la década de los años 20, el Colegio Nacional de "San José" fue cuna de una entusiasta inquietud periodística, aportando publicaciones como: "El renacuajo", "Colónida y bronce", "La antorcha". Además, las publicaciones "El sol", "El moscón", "Ideal", "El veneno" y "Contraveneno" fueron redactados, entre otros, por José Eufemio Lora y Lora.



Luego surgen "Claridades" (1927) de Don Alejandro ortega, "Cultura" (1929) de Don Américo Manay, "Fiat lux" de Don Teodoro Cosmópolis y Don Fidel Arana, "Cronos" (1930) de Don Nicanor de la Fuente, "Caras y caritas" (1933) de Don Aurelio Salas, "Concordia" (1936) de Don José Arana, "Acción" (1936) de Don Ramón Larrea. "Oiga" (1939) de Don Tulio Campana y Don José Arana, "Momo" (1937) de Don José Felix Ríos, "Nor Perú" (1938) de Don Oscar Rivera, "Pienso, luego leo" (1939) de Don Alejandro Lora, "Fraternidad" (1939) de la Logia Mazónica, "Acción Católica" (1939) de Don Leonidas Febres.



En 1944 aparecen "El imparcial" de Don Humberto Chávez y "El Norte" de Don Manuel Tirado. A inicios de la década de 1950 aparecen "El país", "El tiempo" y "La Noche". En 1952 se publica por primera vez "La Industria" de Don Miguel Cerro. Luego surgen "El Ciclón", "Pungundún", "Región", "Huerequeque", "Huerequeque gráfico", "Avance" y "El Gráfico"



Luego: "Cosmos" (1953) de Don José Mejía Baca, "Nuestra tierra" (1958) redactado por Don Agustín Vallejos, "Al fin" (1960) de Don Alvaro Mesones, "Fotochic" (1960) de Don Manuel Herrera, "El Sanjosefino" (1965) redactado por Don Ciro Sagástegui, "Firruñap" (1965) de Don Héctor carmona circuló en Ferreñafe, "Acontecimientos" (1965) de Don Manuel Herrera y "Trapiche" de Don Hernán Acosta que circuló en Pucalá.



Solo me queda agregar a los actuales diarios "Correo", "El Norteño", "Expresión", "El Ciclón" y una diversidad de medios capitalinos que han hecho de Chiclayo su sede de distribución macrorregional: "La República", "El Comercio", "Perú21", "El Popular", entre otros.









jueves, 1 de octubre de 2009

La Prensa Escrita en la Historia del Perú


Los periódicos, revistas y, en general, los medios de información escrita son fuentes documentales cada vez más utilizadas por los investigadores y contribuyen al conocimiento de la historia más cercana, más próxima. La siguiente información nos permitirá tomar conciencia de este hecho.
En 1790 el “Mercurio Peruano de Historia, Literatura y Noticias Públicas” editado por la Sociedad Académica de Amantes del País se constituyó en pionero entre los medios de información escrita, le siguió el “Semanario Crítico” (1791) editado por el franciscano español Antonio Olavarrieta. A inicios del siglo XIX destacan “El satélite peruano” (1812), de Fernando López Aldana; “La Abeja Republicana” (1822-1823), de José Faustino Sánchez Carrión y el “Mercurio Peruano” (1827) de José María Pando y Felipe Pardo y Aliaga. La prensa peruana fue la tribuna elegida para el debate político y propició la opinión pública.

“Un año después de la independencia el debate ideológico y las disputas políticas produjeron periódicos con nombres tan singulares como: La Cotorra, El Azote a la Cotorra, El Brujo, El Loro, El Loquero, El Loco contra el Loquero, El Periquito, entre muchos otros. Ante la Guerra con Colombia en 1828, los patriotas piuranos publicaron el oportuno periódico El Bota-fuego. Demostrando que la lucha contra el poder siempre ha sido una tarea difícil, El azote de vitalicios, tiranos y malvados (1829) solo pudo publicar un número. En Arequipa, El zancudo preguntón (1829) y en Cuzco, El duende (1830) fueron espacios para criticar a las autoridades locales” (Marcel Velásquez Castro). Hacia fines del siglo XIX aparece el periodismo informativo que convive con el ideológico y político. Los cinco periódicos mas importantes del siglo XIX fueron El Comercio (1839), “La revista de Lima” (1859-1863 -1873), “El Nacional” (1865-1873), “El Correo del Perú” (1871-1878) y “El Perú ilustrado” (1887-1892).
El diario oficial “El Peruano” fue fundado en 1825 como “El peruano independiente” y, a la partida de Simón Bolívar, sufrió por diez años los siguientes cambios en su nombre: "La prensa peruana" (1828-1829), dirigido por José Joaquín Larriva; “El Conciliador” (1830-1834), dirigido por Felipe Pardo y Aliaga. También se llamó “El Redactor Peruano” (1834-1836 y luego en 1838), “La Gaceta de Gobierno” (1835); “El Eco del Protectorado” (1836-1839); “El Eco del Norte”(1837-1838) y “El registro oficial” (1851) después de lo cual asumiría el nombre que hoy conocemos.
A inicios del siglo XX destacan diarios como “La prensa” de Abraham Valdelomar y José Carlos Mariátegui, “El tiempo” de Pedro Ruiz Bravo, “Nuestra época” del mismo Mariátegui y “La Razón” de César Falcón.
Desde la segunda mitad del siglo XX hemos tenido publicaciones de ocasión, por haber surgido en tiempos de campañas electorales y otras que permanecieron y crecieron por su estructura y seriedad. Son muchas las del segundo grupo, los títulos pueden todavía leerse.
La prensa escrita es parte de nuestro patrimonio y, como tal, las instituciones vinculadas al desarrollo de tal actividad deben dar garantías para la conservación y accesibilidad del material escrito.